—Claro que sé lo que estoy haciendo. ¿Y tú? Caleb, ¿sabes lo que haces?
A ojos de Alina, ya fuera hacía tres años o ahora, Caleb era el que no se conocía a sí mismo.
Al oír sus palabras, Caleb hizo una mueca extremadamente fea.
Alina continuó:
—¿Sabes qué significa el Fashion Show de North Eglinton en el mundo de diseño? ¿Sabes lo importante que es este desfile de moda para el desarrollo de mi carrera? ¿No te crees egoísta haciéndome una petición tan brutal e irracional? ¡Solo piensas en ti mismo!
Caleb, ya bastante enfadado, mirando la cara decidida de Alina y los borradores de diseño sobre la mesa, se dio cuenta de que ella ya se estaba preparando para el desfile de moda de North Eglinton, y le entró mucho pánico.
—Alina, no eres tonta y debes saber qué significa todo lo que Chester ha hecho para ti. ¿O quieres liarse...?
Ante de que Caleb terminara de sus palabras, Alina perdió los nervios y lo abofeteó con fuerza la cara, dejándolo pasmado en el mismo sitio.
La atmósfera se volvió tensa, como si una guerra estallara entre ellos.
Los dos se miraron fijamente mutuamente, sin hablar durante mucho tiempo. Y la confrontación se hizo cada vez más feroz.
Al final, Caleb, fijándose en Alina con una mirada severa, dijo palabra por palabra:
—¡No permito que vayas a ese show!
Alina, quien había estado molesta, se enfadó aún más tras oír las palabras duras de este y levantó la mano con la intención de abofetearlo.
Sin embargo, Caleb le sujetó con fuerza la muñeca antes de que ella pudiera tocarlo.
—Alina, ¡¿ya olvidas tu identidad?! —Caleb le recordó a esta en voz extremadamente grave.
Alina replicó:
—¿Crees que me importa el estatus que me diste? ¡Bah!
Una identidad así solo le recordaba a Alina que ni ella misma podía dominar su propia vida y que no era más que una marioneta para este hombre.
Caleb dijo con dominancia:
—Te importe o no, ¡ahora eres mi mujer! He dicho que no vas a asistir al Fashion Show de North Eglinton.
—¡Entonces te lo dejo claro! ¡Iré al show! ¿Qué me puedes hacer?
Caleb se quedó sin habla ante la actitud dura de Alina.
Al principio, Alina no se sentía cómoda aceptando la bondad de Chester. No obstante, ahora, mirando la cara agresiva de Caleb, escuchando su demanda irracional, ¡Alina de repente decidió asistir a ese desfile de moda con la conciencia tranquila!
A veces, la gente es así, que se inclina a ser rebelde y a hacer lo que se oponen los demás para demostrar que puede llevar las riendas de su propia vida.
Ahora, Alina estaba en un estado así.
—Alina, ahora eres realmente rebelde —Caleb dijo con severidad, soltando con fuerza la mano de ella—. Te atreves a enfrentarte a mí, porque tienes VIG como tu respaldo, ¿no?
Las últimas palabras del hombre contenía un cierto matiz amenazador.
Al oírlo, Alina se puso nerviosa y preguntó:
—¿Qué quieres decir con eso? ¿Qué vas a hacer?
«¿VIG? ¿Qué planea a hacer?!»
Caleb le lanzó una mirada muy feroz a Alina, que ella nunca había visto.
Incluso hacía tres años, cuando él había mandado deshacerse del bebé, andaba con mucha calma. En la impresión de Alina, Caleb nunca había tenido una expresión tan horrible.
—Quiero que no vayas a North Eglinton.
—¡Imposible!
—¿Crees que VIG puede durar si me rechazas? —el tono del hombre se volvió peligrosa.
¡Alina realmente quisiera aparecer a su frente y abofetearlo con fuerza!
¡Nunca se había encontrado con un hombre tan sinvergüenza!
—Caleb, no eres tonto. Aunque hemos vuelto a casarnos, deberías saber que entre nosotros no hay nada y nada.
Caleb se detuvo un momento y luego dijo a la ligera:
—No, creo que hay algo entre nosotros.
—¿Tienes que ser tan irracional?
—Alina, ahora eres mi esposa.
«¿Esposa? ¡Bah! ¡No quiero ser esposa de un hombre como tú!»
—¿Necesitas que yo vaya a buscarte?
—¿Qué quieres?
—Es hora de que vuelvas a tu casa —dijo el hombre en voz grave, palabra por palabra.
Ya había pasado mucho tiempo.
Caleb había llevado tres años buscando a Alina. Sin embargo, cuando la encontró, no sabía cómo traerla de vuelta a casa.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Soy más rica que mi exmarido multimillonario