—Por favor, ¿podrías...?
Antes de que Alina pudiera terminar sus palabras, Chester la interrumpió en voz grave:
—Prepárate bien para el desfile de moda de North Eglinton. No te preocupes, yo me encargaré del resto.
Alina se quedó un poco congelada.
«¿Todavía tengo que ir a ese show? ¡Ay, qué molestia! ¿Y qué quiere decir que va a ocuparse del resto?»
Al recordar que Chester había pegado a Caleb en el bar, Alina miró intranquilamente a Chester y preguntó ansiosamente:
—No vas a pegarlo, ¿verdad?
No es que Alina sentía pena por Caleb. Es que Alina no quería que la intervención de Chester exacerbara un conflicto que ya era muy aguda entre ella misma y ese loco Caleb.
El hombre la miró sonriendo y luego preguntó:
—¿Parezco un tipo violento?
Para Alina, aunque Chester se veía indiferente y severo, no era ese tipo violento. Pero esa noche de verdad Chester había golpeado a Caleb, lo que debería ser una noticia sensacional en Ingford.
No obstante, hasta hoy, no se oyó nada sobre esto.
Además, Alina recordaba que ese día Emma había visto a Chester irse tomándola de mano. Con la mala virtud de Emma, ahora en las redes, debería haber muchas publicaciones negativas, empero, ahora no se vio nada al respecto.
Alina, un poco confundida, le echó una mirada significativa a Chester.
—¿Por qué me miras así? —preguntó el hombre, sonriendo ligeramente.
—Nada... —Alina no se atrevió a preguntarle si era él quien había arreglado lo todo con anticipación.
Pero era bueno para Alina que no hubiera informes negativos entre Chester y ella misma.
Tras terminar de desayunar, Chester dijo a Alina:
—¿Me llevas de vuelta a casa?
—¿Eh? ¡Claro, no hay ningún problema!
Aunque Alina estaba un poco sorprendida de la petición de Chester, asintió.
Por el camino, el móvil no le dejó de vibrar a Alina.
Ella echó un vistazo, vio que era Caleb que la llamaba y quiso colgar.
Sin embargo, antes de que ella pudiera tocar su móvil, Chester lo tomó, lo que la dejó pasmada.
Chester pulsó el botón de respuesta y acto seguido se oyó la voz furiosa de Caleb:
—¡¿Dónde estás?! ¿Por qué no vienes al trabajo?
Justo cuando Alina iba a hablar, Chester dijo:
—¡Ella no iré al trabajo a partir de hoy!
El otro lado del teléfono permaneció en silencio durante un buen rato.
Al ver que Caleb no habló, Chester colgó directamente.
—Por favor, llévame a AIG —Chester dijo a Alina de repente.
Al oír las palabras de este, Alina se quedó estupefacta:
—¡¿Eh?!
«¿No va a volver a casa? ¿Por qué ahora quiere ir a AIG?»
Chester la miró profundamente a los ojos y repitió:
—Es que ahora quiero ir a AIG. Por favor, llévame allí.
Alina se apresuró a negar:
—No, ¿cómo es posible que yo sienta pena por ese cabrón? Solo es que no quiero más molestias innecesarias.
—Vuelve a casa para hacer preparativos para el desfile de moda, ¿vale? —Chester dijo en voz suave mientras apartaba ligeramente la mano fría de Alina de él.
Alina retiró la mano rápidamente como si la hubiera quemado el calor de la palma del hombre.
—¡Entonces me voy!
Y con eso, se marchó apresuradamente.
No quería meterse en este lío.
Chester esbozó una sonrisa en los labios finos, viendo alejarse lentamente el coche de Alina.
«¡Qué chica tímida!»
***
Aunque ya estaba sola en el coche, el corazón no le dejaba de palpitar violentamente.
El acto íntimo de Chester la había dejado sentirse muy incómoda. Nunca había esperado que la situación pudiera llegar a este punto.
No era tonta y naturalmente sabía qué quería expresar Chester con todo lo que hacía. Sin embargo, ahora ella realmente estaba en pánico, sin saber cómo enfrentarse a todo esto.
***
En la oficina de presidente del Grupo AIG, tanto Caleb como Chester fumaba en silencio, sin hablar durante mucho tiempo.
Tomas ya se había retirado del despacho. Al ver a Chester aparecer en la oficina de su jefe, Tomas
tuvo una voz en la mente: ¡Algo mal va a pasar!
De verdad, Tomas no esperaba que Caleb y Chester llegaran a enfrentarse tan ferozmente por Alina.
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