Soy más rica que mi exmarido multimillonario romance Capítulo 23

Al ver lo pálido que estaba el rostro de Max, los ojos de Alina no pudieron evitar enrojecerse. Inmediatamente, se acercó al lecho, se arrodilló junto al anciano y le tomó la mano entre las suyas.

—Abuelo, estoy aquí —Alina dijo sollozando.

Max, quien tenía una cara pálida, le preguntó a ella suavemente:

—¿Ese chico es bueno contigo?

—Abuelo... —las lágrimas, fuera de control, se deslizaron de los ojos de Alina.

Max no la cuestionó, no la culpó y solo se preocupó por ella.

Alina había pensado que los Collins, incluido Max, estarían furiosos después de ver las noticias sobre ella misma.

Pero ahora, delante de Max, Alina se dio cuenta de que a él no le importaban aquellos cotilleos escandalosos, y que lo único que le importaba era si ella era feliz o no.

Max dio un suspiro y dijo con un hilo de voz:

—Niña, le defraudé a tu abuela.

—Abuelo, no digas eso. Lo has hecho todo muy bien y no has fallado a nadie. —Alina, quiero que sepas que el matrimonio no es lo único que tienes en la vida, y que ser feliz es siempre lo más importante, a lo que más merece la pena aspirar.

Ante las palabras de Max, Alina lloró aún más.

Débilmente, Max continuó:

—Alina, siempre has sido una chica destacada. Me alegro de que ahora tengas una carrera exitosa y un hombre que te quiere mucho. Veo que ese chico es mucho mejor que Caleb y creo que es bueno que estés con él...

Y tras una larga pausa, el anciano añadió:

—Ya que Caleb no es bueno contigo, pues divórciate de él.

Vanessa y Alina salieron de la sala, una tras otra.

Tal como había dicho el anciano, el señor Morgan ya esperaba en el pasillo. Cuando las vio salir, asintió respetuosamente con la cabeza y entró en la sala con su maletín.

—Mamá, el abuelo va a estar bien, ¿verdad? —preguntó ansiosamente Julia, tirando del brazo de su madre.

Alina levantó la vista y se encontró justo con la mirada de Caleb, pero muy pronto la evitó.

Unos minutos después, salió de la sala el señor Morgan junto con el médico.

Lamentándose mucho, el médico se dirigió a los Collins:

—Lo siento mucho, pero Max ya no tiene señales de vida...

Julia rompió a llorar ante la noticia, dejándose sentar directamente en el suelo. Y Alina sintió que se le cortó la respiración y una punzada le penetró pesadamente el corazón.

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Soy más rica que mi exmarido multimillonario