Soy más rica que mi exmarido multimillonario romance Capítulo 22

En los tres años pasados, la imagen de Alina deambulando delante de él con el vientre redondo surgió con mucha frecuencia en la mente de Caleb. Y él a menudo se imaginó cómo se había sentido ella al caer a las frías aguas del Río Hasnan.

Esas imágenes al final llegaron a convertirse en pesadillas interminables de Caleb en las noches largas y oscuras, atormentándolo durante años.

—¡Cabrón! —Alina regañó.

Sin poder zafarse del hombre, Alina fue besada por este a la fuerza y se enfadó tanto que le mordió con fuerza los labios con la intención de forzarlo a detenerse.

El sabor desagradable de la sangre al instante llenó la boca de Caleb, pero, aun así, siguió sin dejarla.

De repente, el móvil le sonó a Caleb y él finalmente soltó a Alina.

Caleb frunció el ceño ligeramente al mirar la pantalla de su teléfono. Era su madre, Vanessa, quien la llamaba.

Era la primera vez en tres años que Vanessa tomaba la iniciativa de llamarlo.

—Mamá, ¿qué pasa? —Caleb preguntó.

—¡Ven al hospital ahora! Tu abuelo ahora está en la sala de emergencia.

Caleb se sobresaltó y la expresión se tornó seria al instante.

La voz de Vanessa no era demasiado alta, pero en el espacio silencioso del pequeño guardarropa, Alina lo oyó todo claramente.

«¡¿El abuelo Max está en el hospital?! ¡¿Qué pasa?!»

Alina también se puso nerviosa.

***

Media hora después, Caleb y Alina llegaron ansiosamente juntos al hospital. Fuera de la sala de reanimación ya estaban Vanessa, Julia y Jonah, ama de llaves del Castillo Collins, esperando intranquilamente.

El padre, los hermanos de Caleb, estando en el extranjero, ahora estaban tomando el vuelo más cercano para volver a Ingford.

Al ver a Caleb llegar, Julia se le acercó corriendo y dijo llorando:

—Caleb, el abuelo... —Julia se atragantó, obviamente aterrorizada.

Caleb abrazó a su hermana menor y la tranquilizó, acariciando la cabeza suavemente.