Soy más rica que mi exmarido multimillonario romance Capítulo 248

Dicho esto, Brandon le entregó la lista de los modelos a Alina.

Esta la ojeó y mostró una expresión muy sorprendida.

Andre había arreglado muchos desfiles de modas muchas veces para ella y cada vez le había conseguido modelos conocidos. Sin embargo, ahora todos los modelos en la lista que Chester había dado eran los más famosos internacionalmente.

—¿Podemos cooperar con ellas? S tan prestigiosos? —Alina preguntó con poca confianza.

Ella sabía que los modelos famosos podían atraer más atención para sus obras y realzar sus ideas de diseño, pero no era nada fácil trabajar con tantos modelos famosos.

—No te preocupes. Son unas amigas mías y quieren trabajar contigo por puro gusto.

—Chester, ¿conoces a estos modelos? —Alina preguntó con asombro.

—Debería ser así. He hablado con ellas una por una y todas dicen que se presentará para ese día por el honor del señor Chester —dijo Brandon a un lado.

Ante las palabras de este último, Alina se quedó aún más sorprendida.

Alina tenía que admitir que en la industria de modelaje, Chester tenía más recursos que Caleb. Después de todo, cuando Caleb arreglaba desfile de moda para Emma, no había podido contratar a tantos modelos de primera categoría.

—Chester, muchas gracias por todo. Entonces, cooperé con los modelos que me recomiendas —Alina dijo tras pensárselo unos instantes.

Ahora que Brandon se había puesto en contacto con ellas, no era bueno que Alina rechazara la amabilidad de Chester en esta ocasión.

Brandon asintió con la cabeza y dijo con mucha confianza:

—Alina, con la cooperación de tantos modelos famosos, creo que el desfile te será un éxito extraordinario.

Alina se limitó a sonreír y no dijo nada más al respecto.

***

Llegó Hector.

—Señor Chester —Hector saludó en tono respetuoso y serio.

Chester preguntó:

—¿Cómo va todo?

—El señor Caleb siempre quiere que nos vayamos.

Al oír las palabras de este, Chester soltó una risotada en la que se podía percibir algo de sarcasmo.

—¿Quiere que me vaya? ¡Ni pensar! —Chester dijo en voz severa.

—Señor, no se preocupe. ¡Todo ya está solucionado!

—Bueno.

Chester asintió con la cabeza, con los ojos irradiando algo de ferocidad.

No esperaba que su hermano menor fuera tan insensato y se dejara engañar tanto por Emma que hasta ahora todavía la protegía ciegamente. Incluso Chester creía que Caleb podría hacer cualquier cosa por Emma si esta se lo pidiera.

Chester estaba muy claro por qué Caleb quería que él se fuera de Ingford. Caleb temía que él ayudara a Alina a tomar represalias contra Emma. De todos modos, esta última había hecho algo tan malvado y perverso.

***

Llegando a estas alturas, Caleb sabía que la situación ya casi estaba fuera de su control. Para solucionarlo todo, solo había una forma: ¡Emma tenía que llegar a estar en un alto que ni siquiera Chester podía amenazarla!

Por lo tanto, ahora Caleb planeaba hacer todo lo posible para ascender a Emma hasta una altura intocable para Chester. Solo así, Emma podría estar sana y salva.

Además, Caleb pensaba en terminar lo antes posible su conflicto con Alina, sin importar lo tensa que fuera su relación.

—Está en Villa Waterside —replicó Tomas.

Al oírlo, Caleb se le puso una cara extremadamente fea.

«Cuando me fui, ¿no estaba en el Castillo Collins? ¡¿Por qué está con Chester todo el tiempo?! ¡Joder! Si ella es la Abby de la que Chester habla, entonces...»

Con esto en la mente, Caleb se sintió aún más molesto.

En un rincón, Emma escuchó indiscretamente la conversación de los dos hombres y dio un largo alivio. Después, sacó su móvil del bolsillo y envió un mensaje «Funcionó» y lo eliminó en cuanto que pudo.

***

Alina cenó en Villa Waterside. Sentado a la mesa, Chester dijo que iba a acompañar a Alina a asistir a International Fashion Show de Eglinton.

—Chester, no te molestes —rechazó Alina con educación.

—Abby, lo que digo es en serio.

Alina se quedó muda sin saber qué decir por un momento.

Al verla no hablar, Chester continuó:

—Sé que aún no puedes convencerte. No te preocupes y tómate el tiempo necesario. Te esperaré.

El tono del hombre era muy tierno y cualquier mujer no podría rechazarlo.

Sin embargo, al oír las palabras de este, Alina se quedó aún más indecisa.

—Te respeto, ¡pero nunca te abandonaré! —Chester dijo en un tono muy firme.

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