Soy más rica que mi exmarido multimillonario romance Capítulo 87

¡La cara de Caleb parecía aún peor en ese momento!

Alina miró a Caleb:

—La única forma de protegerla es arreglar las cosas entre nosotros, o,... —Alina dejó de hablar y miró a Caleb.

«¿O qué?»

Caleb nunca había apreciado el tiempo y la oportunidad cuando podría haber manejado esto fácilmente antes. Ahora que se había llegado a esto, estaba claro que se habían metido más personas y cosas.

—¡Basta ya! —Finalmente, Caleb retiró la mirada de Alina.

—Bien, entonces haz lo que te pido o ya sabes las consecuencias, no me gusta dar largas.

—...

—Tengo mucho que aguantar entre tú y ella —La amenaza en las palabras era fuerte.

Una atmósfera peligrosa llenaba el pequeño espacio, haciendo que Tomas, que conducía, quisiera huir.

¡Las únicas personas de la alta sociedad que podían hacer que un divorcio pareciera ir de compras a una feria eran Caleb y Alina!

Hasta ahora, Tomas pensaba que Alina sólo estaba enfadada, pero después de esta serie de acontecimientos, le quedó claro que Alina buscaba venganza por una disputa que había tenido lugar tres años antes.

En la oficina, cuando Emma vio a Caleb y Alina juntos, sus emociones, que se habían calmado durante la noche, vulvieron a romperse.

Alina sonrió, miró a Caleb burlonamente y dijo:

—Ya ves, se va a sentir agraviada de nuevo.

Caleb se calló y no dijo ni una palabra.

Inmediatamente después, Alina se alejó en dirección a la sala de conferencias, mientras Caleb caminaba hacia Emma.

—¿Qué estás haciendo aquí otra vez? —Había una ligera impaciencia en su tono.

A Caleb le pareció que ya había dicho todo lo que tenía que decir a aquella mujer.

Emma levantó el termo con la mano izquierda, y dijo con cierta resignación:

—He venido a traerte gachas.

Caleb frunció el ceño y no habló.

—Caleb, ¿ella va a trabajar contigo a partir de ahora? —Emma miró a Caleb tentativamente.

La idea de que Tomas dijera ayer que Alina era la nueva presidenta de la empresa hizo que Emma se sintiera incómoda.

Ella había pensado que de los tres, Caleb era la estrella brillante, y que si tan sólo ella pudiera deshacerse de Alina, entonces estaría por derecho al lado de la estrella.

Pero ahora... Alina y Caleb estarían trabajando juntos ¡y eso la incomodó! Y lo que es más importante, la posición actual de Alina la ponía celosa.

—¡Sal! —dijo Caleb con una mirada aguda en los ojos.

—...

En ese momento, Emma sintió un fuerte olor a peligro a su alrededor.

—Y el termo...

—Retíralo —El hombre se marchó con indiferencia.

Emma se quedó quieta y miró la espalda indiferente de Caleb, sin sentir más que vergüenza...

Aunque nadie se atrevía a mirarla bajo la autoridad de Caleb, Emma seguía sintiéndose como una broma en ese momento.

—Alina... —Emma susurró el nombre, llena de ganas de matarla.

Al momento siguiente, Emma estaba justo delante de ellos y, sin esperar a que Caleb dijera nada, le dijo a Alina:

—¿De verdad quieres hacer esto?

—... —Caleb no habló sólo miró a las dos mujeres en silencio.

—¿Y tú también, no? —respondió Alina.

Sabía que lo que Emma estaba haciendo ahora debía ser porque algo había pasado, ¡pero no le importaba!

—Alina, ¿quién eres tú para humillarme así? —Emma gritó.

—¿Qué has hecho? —Caleb claramente no entendía lo que estaba pasando.

—Recibí una llamada de su abogada —Emma miró a Caleb con angustia y dolor.

¡Las palabras cayeron! El ambiente en la sala se enfrió.

Una mirada severa de Caleb hizo que el resto de los presentes se dispersaran.

Miró fríamente a Emma y le dijo en tono contrariado:

—¡Ven conmigo a la oficina!

La actitud de Caleb puso nerviosa a Emma.

Caleb probablemente estaba molesto porque ella estaba haciendo una escena en el trabajo.

Pero Emma no podía evitarlo. Nadie sabe lo que sintió cuando la abogada de Alina la llamó, como si Alina la estuviera desnudando, pieza a pieza, y exponiéndola al sol.

¡En la oficina, Emma lloraba como si la hubieran agraviado!

En su mente, Caleb era un dios que regía el destino de todos, pero no tenía ni idea de que ella misma se enfrentaría a una situación tan humillante.

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