Tu no me mandas romance Capítulo 37

Jane

Suspiro, estoy indecisa pensando en todas las probabilidades que pueden suceder con esta decisión, una decisión que nunca en mi vida creí tomar o siquiera pensar, siempre he sido directa y nunca pienso más de dos veces para tomar una decisión, digo soy una mujer independiente de todas las formas mas no ahora ya que mi mente la ocupa el todo el tiempo y es frustrante no poder saciarme de él por más que lo pruebe no puedo estar con otro que no sea el, y no puedo dejar de verlo y no sentir los latidos de mi corazón y eso me jode de todas las maneras, siempre que me acuesto con el que es casi todos lo días no me aburro, frustrada golpeó el volante.

-Nunca nadie me ha dicho que hacer, me gusta estar sola y por último no tengo que impresionar a nadie, no le debo respuestas a nadie, eso es bueno, muy bueno, pienso mientras manejo a su casa para tirarme desde el acantilado sin paracaídas con lo que voy a hacer pero no creo arrepentirme, el es el indicado me repito mil veces en la cabeza cuando estaciono en su casa.

-Al carajo- digo mientras salgo del carro para tocar su puerta como desesperada.

-Señorita Tuell que gusto verla- dice el hombre que creo que es el asistente de Massimo.

-El gusto es mío, ¿esta Massimo?- él asiente con una sonrisa.

-Está en su cuarto vis..- no lo dejo terminar ya que si lo hago más tardío me arrepentiré, paso a lado de él a las escaleras donde las subo con rapidez, su asistente no hace intento de seguirme y eso no me interesa como quiera, cuando llegó a su puerta voy a tocar pero niego, así que la abro encontrándome a ese hombre que me tienta a cada minuto con la camisa desabotonada, enseñando todo lo que es mío, suena bien, es mío, él va a hablar cuando voltea a verme pero yo voy hacia el, lo tomo de la camisa y lo acercó a mí besándolo con hambre, el me abraza hacia él de inmediato siguiéndome el paso, me encanta pienso separándome.

-Acepto- dije volviéndolo a besar.

-¿Qué es lo que aceptas mi tigresse?- dice cuando se separa.

-Acepto tu propuesta de ayer y lamento salir corriendo, no sabia que hacer pero hoy lo se todo, soy tu mujer y acepto que tú seas mío, acepto tener algo contigo más que acostones, me embrujaste - el abre los ojos con sorpresa para luego sonreír, y levantarme entre sus fuertes brazos en el aire y darme vueltas, haciendo ver evidente la diferencia de tamaños, sonrió ya que esto es lo que quiero y no me arrepentiré no esta vez, me baja.

-¿estás segura?, digo porque después de decir sí te prometo que nunca te dejaré ir, aunque tu me quieras lejos de ti y me odies nunca te dejare ir- me dice viéndome seriamente, sonrió niego, poniéndome de puntillas besándolo.

-Si- digo él sonríe tomándome entre sus brazos y llevándome estilo nupcial a la cama dejándome delicadamente.

-Eres la mujer que me complementa, nunca pensé encontrarte, perdón por todo, perdón por no esperarte perdón por mis errores y secretos, eres la persona más importante en mi mundo, tu me haz enamorado- sus palabras son dulces pero a la vez preocupantes, no importandome a lo que se refiere lo tomó de su camisa jalándole a mi, muy cerca de mi cara.

-Ya me estoy arrepintiendo, no me acordaba que eras tan cursi- me rio en su cara.

-Así te enamore- dice viéndome con burla.

-Cállate y hazme el amor- lo jalo besándolo con todo de mí, y pensando que es la primera vez que digo "hacer el amor", la Jane del pasado se estuviera muriendo de tan solo verme como estoy ahora por un hombre, sonrió en el beso pensando en eso, cambio de posición poniéndome arriba de él besando su cuello y pecho dejando marcas.

-Te amo Jane como nunca he amado a alguien- sonrió entre los besos llegando a sus labios nuevamente, lo beso mientras que entre caricias se fue la ropa de nuestros cuerpos quedando desnudos los dos, sin capas que nos estorben, el bajo sus caderas embistiendo mi cuerpo de manera lenta y fuerte, una sensación de vacío se desapareció para sentirme llena, el se movía profesionalmente contra mi mientras que en mi oído escuchaba sus gemidos y él escuchaba los míos haciendo sintonía, amaba este momento, el es mi hombre perfecto en todos los sentidos, siento como llega el clímax minutos después sintiendo mi cuerpo liberarse al mismo tiempo que el haciendo la sensación más exquisita, el se acuesta a un lado de mi para a los minutos ponerse encima de mi denuevo, sonrió viendo a su amiguito de nuevo despierto.

- Despierto todavía- digo y él sonríe.

-Siempre listo para ti, ya deberías de acostumbrarte, aunque tu siempre lo estas- sonrió volviendo a juntar mis labios con los de el, encajando perfectamente de todas las maneras, uniéndonos de todas las formas haciendo que este sea el mejor sexo de mi vida y sabiendo por primera vez que es hacer el amor.

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-Te amo- dice besándome cuando estamos simplemente acostados abrazándonos mutuamente disfrutando de nosotros, sin importar nada, sintiendo caricias mutuas, calmados viéndonos mutuamente.

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