Había pasado un mes desde que Alexis había sacado a Sophie de la habitación, y desde entonces no se habían visto, salía muy temprano y llegaba extremadamente tarde con tal de no tener que dirigirle la palabra, de no tener que ver su mirada dolida, él ya no pensaba ser infiel, al menos lo que durará su matrimonio.
Alexis tenía una gala benéfica al día siguiente y se suponía que sería el primer evento que estaría con su esposa, pero no pensaba ir con ella, iría solo e inventaría cualquier excusa.
Suspiró frustrado cuando llego a casa era pasadas la media noche, se sentía realmente cansado, no estaba descansando como debía, estaba pensando en hacer un espacio para él en su oficina, largo de la casa, así no tendría que ver a Sophie, en cuanto entró dejó el maletín en su estudio como hacía siempre y se dirigió a la cocina, tomaría una copa de vino y se iría acostar, pero en cuanto entró se detuvo abruptamente al ver a Sophie con dos copas de vino en una mesa, y una botella por la mitad, se había tomado ella sola la mitad, cosa que la hizo fruncir el ceño.
—Hasta que al fin llegas — dijo un poco ebria. — ¿tu amante te necesita todo los días? — Alexis se sintió enojado.
—No tengo amantes Sophie, estoy trabajando, si quieres puedes contratar a un detective y él te lo dirá — agarró una copa y se sirvió vino, ante la mirada de Sophie — ¿Qué haces aquí a esta hora?
—Esperando a mi esposo, ya que no se a dignado a dar la cara después de traer a una de sus amantes a nuestra casa el día de nuestra boda. — Alexis alzó una ceja divertido, Sophie tenía la lengua muy suelta.
—He tenido mucho trabajo, ¿que quieres?
—Saber con quién irás mañana, mi padre me llamó y me dijo que se espera que sea el primer evento como marido y mujer, ¿no pensabas decirme?
—No. — dijo molesto.
—¿Por qué? — dijo ella también molesta.
—Porque no pensaba hablarte, ni verte, ni relacionarme contigo Sophie, pensaba decir que no querías asistir, que estabas indispuesta, que se yo, algo pensaba inventar.
—¿Qué diablos te pasa? — Sophie se levantó enojada y Alexis recorrió su cuerpo con la mirada, tenía una su hermoso cuerpo cubierto por una pequeña pijama.
— No quiero nada de lo que tenga que ver contigo. — Sophie estaba dolida.
—Pues que pena te toca aguantarme, al menos lo que dure nuestro matrimonio, así que mañana iremos juntos a la gala, y actuaremos como los más felices.
—No, Sophie, no pienso ir contigo.
—Sí Black, iras conmigo, mi padre nos espera, y mi nuevo jefe también. — Alex que en ese momento se encontraba de espaldas a ella buscando algo en el refrigerador, se giró rápidamente a ella.
—¿Tu nuevo qué? — dijo sin poder creer lo que escucho.
—Mi nuevo jefe, Black, no voy hacer una esposa modelo, no ha estar encerrada las 24 horas, así que ya tengo trabajo, como asistente personal. — Alexis sintió muchos celos y furia creciendo en él.
—Gracias señor, y si me permite, le recomendaría que usted también descanse, así tenga la mente más despejada mañana. — Alexis asintió.
— Seguiré tu consejo, gracias Daniel, buenas noches.
—Buenas noches señor.
Alex se quedó un rato más, no podía dejar de pensar que Sophie se estuviera viendo con alguien, lo ponía malditamente enfermo, no sabía si era capaz de soportar otra infidelidad de su amada Sophie, estaba seguro que perdería el control.
Caminaba de un lado, al otro, estaba frustrado, no sabía qué diablos hacer para poder arreglar las cosas, sabía que amaba a Sophie, pero no podía confiar en ella, los celos lo cegaban, pero ella lo había lastimado tanto que se había vuelto inseguro y era ahí cuando actuaba sin pensar.
Un fuerte dolor de cabeza se instaló en él, estaba física y mentalmente cansado, decidió que lo mejor era descansar, ya mañana con la cabeza fría y el cuerpo descansado y con pruebas en mano, sabría qué hacer, antes de salir de su estudio, le envío un correo a Elsa, y le dijo que mañana temprano cancelara toda su agenda, porque no se presentaría a trabajar, y en la noche iría a la gala con Sophie, porque quisiera o no, le tocaría ir con ella.
En cuanto subió, hizo lo que hacía cada noche antes de entrar a su habitación, fue a la de su amada esposa, quien ya dormía tranquilamente, ajena a esa tormenta que Alexis tenía dentro, le dio un pequeño beso en su frente y salió de ahí, y se dirigió a su habitación, para darse un baño y descansar, como tenía mucho de no hacerlo.
En cuanto salió de la habitación de Sophie, ella abrió los ojos como cada noche, siempre lo esperaba, esa era la mejor parte de todo el bendito día, ella lo amaba y sabía que a pesar de todo él también.
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