Alexis no sabía que le había pasado, pero no podía volver a caer en algo así, por más que le hubiera encantado y sintiera que tocaba el cielo.
Unos golpes en la puerta lo sacaron de sus pensamientos.
—Adelante — dijo tratando de calmar los latidos de su corazón.
—Señor, su traje para esta noche está en su habitación.
—Gracias Daniel.
—También le traje estos documentos que Elsa necesita que firme, puede revisarlos y en cuanto los tenga listos los llevaré.
—Claro, te avisaré en cuanto los tenga listos. — Daniel asintió y salió de ahí en el camino se topó a Sophie quién llevaba una taza de café a Alexis.
—Hola Daniel — lo saludó con sonrisa.
—Señora Black. — Daniel siguió directo a la cocina y Sophie al estudio de Alexis, estaba muy nerviosa, pero trató de no mostrarlo, tocó la puerta suavemente y esperó hasta que él dijera un "adelante" y en cuanto lo escuchó entró.
—Hola, te traje un café, antes de irme, espero sea de tu agrado.
—¿A dónde vas? — dijo serio.
—Voy al salón de belleza.
—Tú no necesitas ir a esos lugares — Sophie no entendió su comentario y eso la hizo fruncir el ceño.
—Quiero decir que te ves hermosa natural, además que puedes contratar a alguien para que venga a casa y no tengas que salir. — Sophie sabía por dónde iba el comentario de él, no confiaba en ella, por eso no quería que saliera.
—Tal vez tengas razón, pero ya hice mi cita y no pienso cancelarla, así que tengas una linda tarde. — dio la vuelta para irse pero la voz de Alexis la detuvo.
—Gracias por el café Sophie, pero la próxima vez que yo quiera o necesite algo puedo ir yo mismo o puedo pedírselo a Teresa, no necesito nada de ti. — Sophie se sintió estúpida en hacer algo para él.
—De acuerdo, como diga señor Black. —salió de ahí sin decir nada más.
Alexis dejó caer su cuerpo frustrado, no podía quererla más de lo que ya lo hacía, debía alejarla de él y eso iba a conseguirlo a cualquier precio.
— No se preocupe Black, se muy bien cual es mi deber como esposa delante de la gente, y dudo mucho que no me haya avisado nada solo porque piense que no puedo hacer bien mi trabajo, sino porque lo más seguro quería buscar a una mujerzuela que le abriera las piernas.
—Para mujerzuelas estás tú... — Alex no pudo terminar de hablar porque Sophie le pegó una cachetada que lo hizo girar el rostro, ella tenía los ojos llenos de lágrimas, pero no lloró, no le daría el gusto.
—No te pases Alexis, quiero respeto, porque que seas un maldito hombre inseguro no te da derecho a tratarme como lo haces. — Sophie se fue sin decir más hasta el auto.
—Señor — Daniel que había presenciado todo, no podía evitar quedarse callado, porque hasta él tuvo ganas de golpear a su jefe — La señora Black es una gran mujer, no se merece los comentarios tan crueles y la forma tan fría en que le habla, sino cambia su actitud va a perderla. — Alexis lo miró enojado.
—Al fin y al cabo nunca a sido mía.
—Eso es lo que usted cree, ahora con su permiso — dijo saliendo por dónde se había ido Sophie.
Alexis estaba malditamente frustrado, ¿Y si dejaba de ser un maldito desgraciado y la conquistaba? Tal vez si llevaba la fiesta en paz, y dejaba de ser tan hiriente, podrían tener un matrimonio normal, incluso podían ser feliz de verdad, dejando el pasado atrás de una vez por todas.
Sí, eso haría, tenía que aprender a vivir con él pasado, pero dejarlo donde pertenecía, ahora Sophie era suya, su esposa y sería mejor tratarla como realmente lo merecía, así poder demostrarle cuánto la amaba de verdad.
Una vez decidido salió de la casa y se dirigió al auto donde Daniel Y Sophie lo esperaban, hoy cambiaría, hoy empezaba a demostrarle cuánto la amaba.
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