Sophie se sentía mal física y emocionalmente, pero no lloró, en cuanto Alexis salió de la habitación una coraza rodeó su corazón, no permitiría que nadie volviera a dañarla, o a pisotearla, por nada en el mundo, lucharía por ella y por su hijo, uno que se aferraba a ella, por seguir viviendo, no iría a casa de sus padres, sabía que eso también sería un estrés, en especial porque Keyla estaría ahí, empezaría a buscar un hogar, y un trabajo, aunque con el embarazo estaría difícil, pero Sophie no pensaba depender de nadie.
En cuanto saliera del hospital iría por sus cosas y luego buscaría un hotel donde quedarse mientras conseguía un hogar.
Alexis por su lado, daba vueltas de un lugar para otro fuera de la habitación de Sophie, no quería irse y dejarla sola, ¿y si le pasaba algo? Todo sería su culpa, por ser tan imbécil, ¿cómo era posible que se hubiera equivocado tanto? Ethan se lo había dicho más de una vez, pero él no había querido ver más allá de su dolor, de sus celos, de su ira, Sophie lo estuvo amando todo este tiempo, mientras que él sólo la humilló, la despreció, la hizo aún lado como la peor basura que había en el mundo, el dolor que sentía en su alma y su corazón era demasiado que sentía que moriría, se dio por vencido y se arrastró por la pared hasta quedar sentado, llevó sus rodillas al pecho, ocultó su rostro entre sus piernas mientras lloraba como un niño desconsolado, había cometido tantos errores y lo peor de todo era que los había cometido con el ser que más amaba.
Alexis sintió como alguien llegaba, y se sentaba a su lado, no quería hablar con nadie, por lo que siguió llorando en silencio sin importar lo que pensaran los demás.
—¿Me vas a contar lo que pasó? — la voz de Ethan llegó a sus oídos, por lo que levantó su rostro y lo miró a los ojos.
—La he perdido, la perdí por idiota, tenías tanta razón y yo solo me dejé llevar por todo el rencor que tenía. — Alexis empezó a relatarle a su amigo todo lo que había pasado, y Ethan quiso romperle la cara, pero ya estaba sufriendo, su amigo lo había llamado pidiéndole algún consejo, cuando salió de la habitación y él quiso ir personalmente para apoyarlo.
—Te dije que estabas mal, ¿porque simplemente no hablaste con ella desde un principio para cerrar el cochino pasado?, Alexis, amigo, has hecho mal, y dudo que Sophie te perdone por ahora.
—No me va a perdonar nunca — dijo interrumpiendolo — no voy a poder ver crecer a mi hijo, y no puedo culparla, ella me odia y yo me lo merezco — Ethan negó con la cabeza al escucharlo.
—Sophie no es de las personas que odian, Alex, ella solamente está dolida, es normal que actúe así, a sufrido humillaciones y malos tratos de la persona que ama, lo peor de todo es que casi pierde a su hijo, es lógico que quiera estar en paz y cuidar a ese ser que está creciendo dentro de ella, pero debes darte por vencido Alexis. — su amigo lo miró seriamente.
—¿Piensas que voy a darme por vencido? amo a Sophie de toda la vida, y ahora que sé que ella me ha amado no pienso bajar los brazos, es mi esposa, y lo seguirá siendo por muchos años, o eso espero, pero ahora debo darle su espacio, yo debo buscar ayuda y ella también.
—No voy a discutir, se que no quieres verme y así será, pero después de que salgas de aquí, no pienso dejar que te vayas sola, te voy a llevar a casa, y si quieres irte lo voy aceptar, pero hay algo en todo lo que has dicho que no pienso ni voy a obedecer y es que no voy a esperar hasta que nazca mi hijo para poder acercarme, estaré al pendiente de ti y de lo que necesites, iré contigo a cada cita y estaré presente en el parto. — dijo en tono serio. Sophie lo miró también seria, no despegaba sus ojos de los de él, los cuales se veían hinchados de tanto llorar y algo en ella se removió, pero no pensaba ceder.
—De acuerdo Black, pero no te vas meter en mis cosas, siempre y cuando no interfiera con el bebé.
—Bien, Sophie, se que tal vez no te parezca lo que te voy a proponer, pero no me gustaría que te fueras de casa para ir a un hotel, si te vas para la casa de tus padres no diré nada ni me o pondré, pero, si no quieres ir ahí, no me gustaría que estés en un lugar donde cualquier persona puede entrar, sabes que un hotel no es muy seguro que digamos, por más cinco estrellas que sea — Sophie lo miraba y escuchaba en silencio. — Deja que compré una casa, puedes escogerla, si no quieres nada de mi, cuando trabajes y estés segura que puedes pagarme lo que ha costado haces de poco a poco, o por mi no lo hagas nunca, sabes que no necesito el dinero, sería para que nuestro hijo pueda vivir bien. — Sophie sabía que parte de lo que él había dicho era cierto, y lo único que quería era tener un lugar donde vivir con su hijo en paz.
—Bien aceptó, no quiero una mansión o una casa gigante Black, yo voy a escogerla, y no te quiero ahí, podrás acompañarme a las citas y estar pendiente de nuestro hijo, pero mientras él no nazca no te quiero en la casa, y no quiero que me hables a menos que sea para algo del bebé ¿te queda claro? — Alexis nunca había oído a Sophie hablarle de esa forma tan fría y dura, su mirada estaba vacía.
—De acuerdo, será como digas, estaré afuera a que te den el alta, mientras buscaré un catálogo de casa para que las veas y la elijas. — Sophie asintió y se giró dándole la espalda, Alex la miró con tristeza antes de salir de ahí, tenía que ser fuerte, y perseverante si quería que algún día pudieran estar juntos, si pensaba poder conquistarla de nuevo y tratarla como ella realmente se merecía, si en verdad quería tener una gran familia con Sophie tenía que empezar hacer más tolerante.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: UN ACUERDO