Un contrato de amor romance Capítulo 14

Antes de ir a arreglarse decidí llevarla al centro comercial para caminar un poco, la llevé de la mano y ella accedió sin decir una sola palabra ni mirarme.

LLegamos hasta una heladería de coco y paré para comer ambos un poco.

- Toma - me observó con el ceño fruncido, estira su pequeña mano para recibir el helado que claramente ella no quería pero debe comerlo.

- Gracias - me mira mientras lo lame, esto me hace tener malos pensamientos. Pero este no era el momento. Sacudí mi cabeza volviendo a la realidad - te dije que no quería comer helado.

- Toma - dije nuevamente dándole una caja pequeña con los pendientes y anillo que había.

- ¿Gracias? - Dice confundida, queda perpleja al solo segundo de ver el anillo y cierra la caja casi tirando el helado - Drake-

La interrumpo - Te los compré para que luzcas junto al vestido.

- No podré aceptar y no creas que soy interesada, no quiero que pienses eso de mí.

Claro que no pienso eso, eres alguien diferentes, me miras diferente.

- Son para tí, no acepto un no como respuesta... e incluso el anillo - me quiso devolver la caja pero le hice un stop con la mano - Por favor Helka.

- Lo agradezco mucho, enserio Drake. Pero no aceptaré ésto, es muy caro y ésto no va a durar y lo sabes - sentí su decepción, sus sentimientos.

Me lanza una mirada y se marcha dejándome solo, varios pasos más adelantes arroja el helado en un contenedor de basura. Sentí algo romperse y no fue porque tiró el helado o no aceptó mi regalo, sino porque siento que la estoy perdiendo, aunque no sea nada mío, ante nuestros ojos, me duele de alguna manera, ella me atrae. Si la mamá de mi hija, Alicia, se entera de esta relación que posiblemente lo hará, todo esto se complicará, debo tenerla cerca mío, lo más que pueda, aunque eso signifique estar las 24/7 con ella, en fin y al cabo sus padres no me dirán nada. O mejor aún vivir con ella en un apartamento.

El día se me pasó lento, no dejaba de pensar en Helka. Por alguna maldita razón, esa chica se está volviendo mi café de cada mañana.

El cielo oscuro ya estaba presente y estaba decidido a ir a verla... Resulta que la cena se canceló, pues mis padres tenían que viajar de urgencia por el trabajo de la empresa #4.

Me arreglé decente, unos jeans y camisa polo y, ésta vez salí en un carro menos llamativo y de color negro. Cuando llegué a su casa todas las luces estaban apagadas, excepto las de fuera. Estacione mi carro cerca y opté por tocar la puerta.

Pero nadie abría, decidí llamar a Helka pero me regresaba la llamada. No contestaba. Me comenzó a preocupar.

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