Busqué en el bolso de Helka y encontré sus llaves, entramos y la llevé de inmediato a su habitación. Su amiga también entró, pero ella se tumbo en el sofá y se durmió enseguida.
Me aseguré de que todo estuviera seguro, dejé las llaves de vuelta en su bolso. Y decidí cambiarla de ropa, agarre una blusa inmensa que la tapa toda y se la coloque, toque su cuerpo, su bello cuerpo, inigualable, ella es perfecta.
Al rato llegaron por Angélica, un problema menos.
Cuando todo estaba en su lugar, me recosté de su lado, no se cuanto tiempo pasó, pero la seguía viendo, esta sensación que siento no es algo normal, ella me atrae. Debo decirle la verdad, nadie sabe sobre mi hija, además de sus progenitores, Alicia y yo.
Verla dormir era lo mejor del mundo, y sus labios se veían muy apetecible, no me aguante las ganas y le deposite un beso corto, aunque ella no se acordará lo hice y tendré planeado decirlo.
Cerré mis ojos planeando no quedarme dormido, me acomode más a su lado y la abrace... Jamás pensé que ésta sensación de estar con ella se sentiría tan bien, minutos después caí en un profundo sueño.
*HELKA*
Mi cabeza dolía mucho y era insoportable, mi cuerpo estaba caliente, sentí unas interminables ganas de ducharme y desaparecer, moví un poco mi cuerpo adolorido entonces recordé que anoche tuve sexo con Jostin. Pero ahora, justo ahora me siento culpable.
Moví mis brazos para estirarme pero sentí a alguien más conmigo, en mi cama.
Voltee para mirar, era Drake ¿Por qué demonios está conmigo?, ¿En mi cama?. Me levanté golpe pero no hizo movimiento alguno.
Lo último que recuerdo era beber y beber, hasta salir del bar, y ver a mi cita, Jostin, alejándose en su carro, muy ebrio, como yo y Agnes quien es mi amiga, pero no recuerdo haberme topado con Drake anoche, y recordé que no me llevaba con él.
Pero no podía evitar observarlo, sonreí al verlo dormir con profundidad, esa cara que pareciera tallada por los mismos ángeles.
Incline mi cara muy cerca de la suya, olía tan bien, pero yo no, solo olía a alcohol, y por un momento olvidé mi dolor de cabeza, de cuerpo y ganas de ducharme.
Lo observe por un rato, se movía mucho al dormir, y recordé que yo de pequeña también hacía eso.
Me mantuve fresca por un rato, hasta que sentí mucho calor y fastidio en mi cuerpo, logré levantarme sin despertarlo.
Me dirigí a la ducha, despoje mi ropa, una blusa grande, y entonces me asuste ¿Acaso también tuve relaciones con él anoche?. Esa idea me inundó en mis pensamientos los minutos que estuve en la ducha, moje mi cabeza y el agua corrió hasta llegar al suelo, mi cuerpo estaba empapado, envolví mi cuerpo y cabello en toallas diferentes.
Olvidé dejar la puerta con seguro, pero no me importo, Drake dormía como un bebé.
Me puse frente al espejo, reflexione mucho, lo de Jostin es solo una aventura, solo algo pasajero, es verdad, le gusto pero él a mí no, aunque sea un chico extremadamente guapo, por ley no podre estar con él ni con nadie que no sea Drake, por ese estúpido contrato.
Golpee la mesa del baño, muy fuerte.
Sentí la rabia en mi cuerpo, en mis venas, por ese maldito contrato.
Segundo después tocaron la puerta del baño.
- ¿Helka? - su voz esta adormilada - ¿Estás adentro?.
- Lárgate de mi casa... - Apreté los dientes para no insultarlo - Drake - Mis lágrimas eran más abundantes.
- Lo siento, pero jamás te pedí que hicieras ésto, no tenías porqué venir a mi casa muy noche.
- Pero yo lo quise hacer Helka, estoy sintiendo algo por tí enserio - sus ojos se humedecieron.
- Yo también siento algo por ti, pero no puedo si no me eres sincero - sé que él oculta cosas, todos ocultamos cosas.
- Son cosas que nadie puede saber, al menos no ahora - su cara cambió de expresión. Creo que no debí decir eso.
- Lo siento, en verdad, siento mucho el no poder que me digas la verdad - salí del baño, pero me retuvo, agarró mi brazo y me giró hacia él, quedando así una vez más frente a frente con corta distancia.
De repente me besa y por supuesto que le correspondí al beso, sus manos acarician mis brazos, y los míos se dirigen a su espalda, haciendo movimientos suaves.
Sus labios son tan suaves, que no tenía intenciones de separarme, su dulce sabor me empalaga, pero no me llena solo un beso.
Su mano fue recorriendo todo mi cuerpo, hasta mi cintura.
Me trepó en el lavabo, sus manos parecían saciarse tocándome pero ambos sabíamos que no era suficiente un simple toqueteo y beso, entonces sentía una lucha contra un miedo y seguir jugando con él al darnos ganas y no hacerlo.
Juntaba nuestros cuerpos, pero, besarnos no lo arreglaba nada.
Ésto solo nos saciaba pero no es suficiente y sus secretos no desaparecían.
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