Un contrato de amor romance Capítulo 20

La sala estaba tensa, después de haber hablado un poco sobre el tema llego Hugo, me dí cuenta que Hugo la miraba de reojo, ella no, ella estaba preocupada, estábamos en mi habitación del hospital, dijeron que me darían de alta en 1 día y medio, lo que es una eternidad para mí.

- ¿Cariño? - escuché la voz de mi mamá.

- Mamá - grité hacia ella, me abrazó y lloré, mis lágrimas fueron saliendo una tras otra, sin dejar de rodar.

- Me preocupé mucho - dice entre sollozos.

- Hija - papá se acerca y se une al abrazo.

- Estoy bien,... Solo que una bala rosó mi pierna, pero estoy bien.... - y recordé a Drake - Mamá, pel está mal - dije al separarnos, se miraron, mis lágrimas salieron nuevamente.

- Nosotros lo iremos a verlo - baja la mirada, absorbe sus mocos.

- Mamá,... Él me salvo, junto a Hugo - le lanzo una mirada.

- Lo sé - me abrazó de lado y se sentó.

- Todo estará bien Helka - pero no creo que todo sea color de rosa después de esto.

Después de varios minutos de preguntas y respuestas, mamá y papá salen de la habitación en busca de Drake, Hugo había salido, pues tenia que hacer un pendiente, Agnes se quedó a mi lado, no me abandonó.

- Los padres de Drake están aquí - Dice Hugo precipitado al entrar de golpe.

- ¿Están? - logré decir, en realidad no sabía que responder.

- Si - Dice más calmado, y entra. 

- ¿Por qué esa cara? - dice Agnes cruzando la pierna, estaba sentada en un mueble grande y cómodo.

- Porque ellos están furiosos, porque... - lame sus labios - saben quienes son los que los atacaron, y porqué te quieren.

- ¿Por qué? - dije exaltándome, ahora no me sentía segura.

- Creo que ellos tendrán que decírtelo.

- ¿Ellos? - a quién demonios se refería.

- Hola Helka - vi dos personas, seguramente los padres de Drake, lucían ropa carismas de marcas, se veía a simple vista.

- Hola querida - dijo la mujer de aproximadamente 50 años.

- Hola - les brindé mi sonrisa más cálida en mis peores condiciones.

- En primer lugar - toma un respiro - queremos pedirte disculpas, pero nosotros lo vamos a arreglar todo.

- Me gustaría saber porqué me querían - pregunté mostrando un semblante serio.

- Me gustaría reunirme con tus padres para hablar el tema - dice el hombre con casi canas blancas en su cabello.

- ¿Cómo? - dije totalmente confundida.

- Hablaremos de eso mañana.

- ¿Y cómo está Drake? - pregunto una vez más.

- El está recuperándose, mi hijo, es fuerte - se convence la señora

- Me alegro,... Quiero verlo - dije a lo último un poco avergonzada bajando la mirada.

- Cuando estés completamente recuperada querida - dice mientras se acerca a mi, luego para pasar sus dedos en mi barbilla - necesitamos que te recuperes - y me abraza de repente - te estaremos esperando cuando te den de alta.

Al parecer juzgué mal a los señores Coleman, la apariencia engaña ¿No?.

Comencé a dar vueltas en la camilla, estaba intranquila, abrí mis ojos de golpe por una pesadilla.

Esos hombres volvían y querían llevarme con unas personas que no conocía.

Me mantuve despierta involuntariamente toda la noche, observe un reloj, luego al sillón, Agnes dormía tranquilamente.

Me levanté, tan solo sentí una punzada en la herida, pero pude caminar, salí con cuidado de la habitación, y miré para ambos lados, el pasillo estaba desolado, luces acompañaban el lugar, temí, pues parecía una película de terror.

Hugo me comentó la habitación de Drake, pero ¿Cómo buscarla?.

Ya no quería estar aquí.

Me sentía insegura del lugar.

Caminé unos pasillos más adelante, mirando cada número de la habitación, aquella donde estaba yo, la número 123, y donde estaba Drake, 132.

Miré y miré números en las puertas, hasta que dí con la habitación de él

Se aceleró mi corazón cuando toqué su puerta y la abrí.

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