Un contrato de amor romance Capítulo 25

Una de las enfermeras nos trajo el desayuno a la habitación.

Y retomando lo de anoche, tenía que contarle a Drake. Sobre el ataque.

Nos encontrábamos uno frente del otro, yo dando la espalda a la puerta.

Comencé a juguetear con la comida, intentando pensar como contarle, mi estómago se estaba revolviendo de los nervios.

- ¿Helka? - me llamó, pero no hice casi omiso. - Helka.

- ¿Si? - respondí enseguida, dejando la cuchara en el plato, provocando un ruido.

Lo mire directamente a los ojos.

- ¿Qué te ocurre? - dejo la comida de un lado, hice lo mismo.

- No nada... Solo que - me acomodé un mechón de la frente.

- Solo que... - dijo a espera de una respuesta.

- Tengo que ir a llamar a mis padres. - me levanté enseguida, dejando atrás a Drake, solo. - ya vuelvo, no te muevas.

- Claro que no - dijo.

Al salir de la habitación, respire con normalidad.

Me recosté en la puerta.

- No sabes como decirlo,... Se pondrá muy salvaje - dijo Charles apareciendo en un lado de la puerta, me siento abrumada.

- Si - dije suspirando -... Creo que... Ahora no,... Se pondrá mal, más de lo que ya está

- No soportará mentirle - bajo la cabeza.

- Lo se... - me enderecé.

- Mentir es malo, más de lo que crees, al principio te acostumbras, y las personas que amas se vuelven vulnerables a tus mentiras, simplemente se creen todo lo que dices, pero esto va provocando un problema de raíz.... Y en ese punto, tendrás que confesar todo - muy personal esa historia.

- ¿Experiencia? - dije, alzando las cejas.

- Un poco... Pero, no estamos hablando de mi, si no de cómo lucharas en decirlo.

- Está decidido, cuando salga - me gire para abrir la puerta.

- Nos vemos - se retiró.

- Adiós - cerré la puerta a mis espaldas, ví a Drake comiendo un poco de gelatina.

- Siempre me había preguntado el por qué siempre dan gelatina...

- ¿A sí? Y ¿Por qué la dan? - dije sonriendo mientras me dirigía a mi puesto.

- Porque tiene nutrientes y ayudan a la recuperación del cuerpo en muchos aspectos.

- Que sabiondo - le sonreí.

- ¿Estaba Charl? - se llevó una cucharada de gelatina a la boca, disfrutándolo.

- Si, emm, había estado hablando con mis padres, y el faltar a la U por estar aquí. - me acomodé.

- Helka, no puedes faltar a la universidad solo por estar cuidandome... No soy un niño chiquito que necesita protección.

- Exacto, no eres un niño chiquito - dije en expresión cansada de repetirle.

- Sé cuidarme solo - dijo haciendo pucheros.

- Claro que no, necesitas de mis atenciones...

- Helka... Necesito hablar contigo.

- Ya lo estamos haciendo... - me levanté, encontrando algo de que hablar U cambiar de tema.

- Quiero hablar de nosotros.

Mi mente quedó en blanco, no hubo cambio de expresión en mi rostro.

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