Un contrato de amor romance Capítulo 36

Tiré de la botella en mi boca hacia atrás, bebí hasta la última gota de la botella de 1845.

- Estás bebiendo mucho, no quiero que abuses - dijo Drake.

- No,.. No... Solo tenía sed - dije arrastrando las palabras.

Ya estaba embriagada.

- Ya tenemos que irnos... - me lleva del brazo hacia la mesa para despedirnos de los demás.

Al parar mi cuerpo tambaleó y caí en el pecho de Drake.

- ¿Como es que haces para oler tan bien? - vi su rostro, estaba algo molesto.

- Nos vamos - dijo cuando los demás se acercaron.

- ¿Helka? - preguntó Agnes al notar lo ebria que estaba.

- Amiga... - dije, la quise abrazar pero mis delgadas piernas ya no podían sostener el peso de mi cuerpo y para empeorar todo se movía en sentido de la vibración.

- Ou... Cuidado - me atrapó en sus brazos, al parecer ella no estaba ebria.

- ¿Cómo es que hacen para no emborracharse? - pregunté mirando a todos, con mi dedo señalando a la nada.

- Tenemos que irnos, estás muy ebria Helka - me tomó con sus grandes manos, me puso en su hombro como su fuera nuevamente un saco de huesos, y recordé la vez que me llevó al nigth club.

- Sabes... - me Reí tontamente - me gustó esa vez que me llevaste al night club al salir de la U

- ¿A sí? - pregunto sin importancia.

- Si,... Me sentía tan bien contigo, pero estaba enojada, así que no lo note... No obstante cuando casi tuvimos sexo - mis brazos colgados rozaban el trasero de Drake, me reí por lo sucedido.

- Deja de tocarme - ordenó, caminó unos pasos más.

- Eres tu, no soy yo - me reí por la tontería que acabe de decir.

- Bien,... - me bajo de sus brazos - acabemos con esto.

- Vamos a ir en la moto - dije señalándola.

- No,... Es muy peligroso, pero hay que intentarlo - Se subió - venga - me extendió un casco.

Como pude, me lo puse en la cabeza, y como pude, me apoye a el una vez montada en la moto.

- Creo que nos caeremos y rodaremos - dije bromeando.

- No pasará nada - encendió la moto y provocó un rugido muy salvaje.

- Tengo miedo, siempre lo tuve... Pero me arriesgo - dije con voz neutra. Me aferré a él como si fuera lo último que agarrara en esta vida.

- No te sueltes por nada del mundo - ruega.

Varios minutos después, la velocidad de la moto fue descendiendo, ya nos estábamos aproximando a la casa de Drake.

Se detuvo con cuidado, obligué a bajarme, mi cabeza estaba palpitando, casi caigo, pero Drake alcanzo a agarrarme.

Se bajó de la moto, quitó las llaves y el casco.

- Estas muy ebria, no vuelvas a tomar así - dijo regañandome.

- No me digas que hacer, no eres mi padre - me atrajo hacia su cuerpo.

- Pero si tu novio,... Y es mi prioridad que te encuentres bien - me tomó en brazos, esta vez, como una bebe.

Lo miré todo el camino y solo sentía cómo mi corazón latía por estar enamorada de él, Drake solo mantuvo la mirada al frente.

Hasta que llegamos a la habitación me dejó en la cama, nuestra cama.

- Te vestiré con una de mis camisas, te sentirás más cómoda - no dije nada. Puesto que no quería ni podía hablar.

El tomar bastante, no solo fue por diversión, fue para olvidar todo, pero es obvio que los recuerdos volverán una vez que recupere mi buen juicio.

- ¿Me desvestirás?... - no respondió, solo busco entre su ropa una camisa grande para mi.

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