Un extraño en mi cama romance Capítulo 35

Roberto se detuvo justo enfrente de nuestro auto. Abril cerró las puertas con un fuerte golpe. De pronto, se esfumó.

Abril y yo nos volteamos a ver. Nos volvimos y vimos a Roberto junto a mi lado del auto. Casi muero del susto. Tenía una piedra en la mano; la arrojó al aire y la atrapó. Su mensaje era claro. Si Abril no quitaba el seguro de las puertas, rompería la ventana.

Ella me dijo, con una voz temblorosa:

—No lo logrará. Es vidrio a prueba de balas.

No sonaba muy segura de sus palabras.

—Abramos las puertas —le dije—. Es el auto de tu papá. ¿Cómo vas a explicarle los daños?

-Mi papá tiene muchos autos. No le importará.

La piedra golpeó el cristal antes de que ella terminara de hablar. Roberto usó el borde afilado de la roca. El vidrio no se rompió, pero su próximo intento probablemente sería exitoso.

Abril apretó los dientes y abrió las puertas. También bajó la ventanilla del auto.

-Roberto, ¿qué te propones?

-Sal del auto -dijo con frialdad, de pie frente a la ventana.

Me hablaba a mí. Abril tomó mi mano.

—Atácame si tienes los pantalones.

-¿Acaso eres mi esposa? -sonrió.

Le dije que no a Abril, negando con mi cabeza.

-Deberías irte.

—No lo haré.

-Él no me mataría.

—No estoy segura de eso.

—¡Sal! —Roberto alzó la voz. Llevábamos casados más de seis meses. A pesar de que nuestras interacciones apenas habían comenzado, ya iba comprendiendo su carácter.

Nunca levantaba la voz cuando se enojaba. El hecho de que lo hiciera en ese momento significaba que estaba furioso.

Quité mi mano de la de suya y le di unas palmaditas en el dorso de la mano.

-Ve. Te llamaré más tarde.

Me bajé del auto. Quería darme la vuelta y despedirme, pero él me sujetó de la muñeca y me arrastró hacia una esquina del estacionamiento.

Me dolía. Las lágrimas llenaron mis ojos. Las contuve. Me arrastró a un rincón, se inclinó y permaneció sobre mí.

-Hay dos posibilidades. La primera, la idiota de tu mejor amiga te arrastró hasta acá para intentar atraparnos a Silvia y a mí cometiendo adulterio. La segunda, arrastraste a la idiota de tu mejor amiga aquí para tratar de atraparnos a mí y a Silvia cometiendo adulterio.

Hice un análisis rápido de las dos opciones que ofrecía. Las partes involucradas y las acciones seguían siendo las mismas, sólo el autor intelectual era diferente.

Debajo de mi vestido sólo tenía el brasier y las bragas. La cámara grabaría una imagen clara de mi ropa interior.

-¡Roberto, por favor! -Tomé sus muñecas y le rogué.

El destello de luz en sus ojos hizo que mi corazón se acelerara. Iba a humillarme, era seguro. Pero no había fuerza en sus manos. Sus dedos parecían aflojar su agarre. El alivio se expandió en mi pecho. Estaba a punto de seguir suplicando cuando vi a Abril. Ella había aparecido de la nada, sus manos sostenían algo, lo levantó y golpeó con fuerza en la parte posterior de la cabeza de Lafuente.

-¡Abril, no!

Era muy tarde. Se estremeció, luego trató de darse la vuelta y mirar al perpetrador a los ojos. Antes de que pudiera hacer eso, cayó en mis brazos y se deslizó hasta el suelo. La sangre brotó de su herida y fluyó hacia su abrigo. Nadie notaría la sangre en el abrigo negro.

-Abril. -Mis piernas se volvieron gelatina. Fue entonces cuando vi lo que estaba en sus manos. Era la piedra que Roberto había usado antes.

—Vámonos rápido. -Me quitó a Lafuente de encima y me levantó—, ¡Vamos!

Fui tropezando atrás de ella, luego me di la vuelta. La sangre había llegado al suelo. Bajo las luces tenues se veía casi negra. Aterrador. Me detuve.

-Abril, deberías irte ahora. Si me voy y nadie lo encuentra, morirá.

Ella también se detuvo y me miró.

-¿Se me pasó la mano?

Sabía que trataba de ayudarme, pero tenía la tendencia de dejarse llevar. Corrí de regreso, me agaché junto a Lafuente y revisé su herida. Se había desmayado y estaba tendido en el suelo. La sangre aún fluía de la herida en la parte posterior de su cabeza. Manchó su cabello oscuro. Saqué un pañuelo de mi bolso y lo presioné con fuerza contra su herida.

-Tú conduces. Tenemos que llevarlo al hospital.

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