Una humana para el rey romance Capítulo 54

La llegada del carruaje real fue la noticia más hablada en todo el pueblo.

Erthe observo el carruaje del cual descendían su hija, Jazmín y Doroteo quien sostenía a Aleckey con cuidado.

Minesa corrió hasta su padre y le dio un abrazo.

-Hija mía, al fin llegaste a casa - susurro Erthe para luego depositar un suave beso en la frente de su hija

-Sí padre, por favor ve y llama al doctor en el pueblo. Tráelo al castillo necesitamos que revisen a Aleckey - Erthe asintió y acato el pedido de su hija

Doroteo ayudo a llevar a su rey hasta su alcoba.

Unos minutos después llego el doctor y pidió que lo dejaran revisarlo solo.

Jazmín asintió sintiendo las ganas de negarse ante aquel pedido, pero necesitaba ver a sus nietos y decirle a Minesa que su esposo ya estaba siendo curado.

Camino hasta la alcoba de sus nietos y al entrar pudo observar una tierna escena.

Minesa cargaba a unos de los bebés entre sus brazos, besaba tiernamente la frente del bebé y susurraba frases dulces.

"Mami te ama mucho"

"Duerme mi pequeño ángel"

Erthe también observaba aquella escena.

-Realmente te extrañaron hija, no sabes cuanta falta le hiciste a tus hijos - susurro Erthe mientras se acercaba a su hija

-Yo también los extrañe mucho papá, no sabes cuánto, solo deseaba tenerlos entre mis brazos - una lágrima descendió por la mejilla de Minesa

-Ahora solo falta que su padre los conozca - hablo Jazmín quien se acercaba lentamente a ellos

-¿Ya lo están curando? - pregunto Minesa

-¿Puedo cargarlo? - ante el pedido de Jazmín, Minesa asintió suavemente.

Jazmín tomo a su nieto entre sus brazos y recordó a Aleckey, cuando apenas era un bebé.

-El doctor ya lo está atendiendo, él estará bien tranquila - susurro Jazmín dándole una tierna sonrisa a Minesa - Hola bebé, yo soy tu abuela - le hablo Jazmín a su nieto, quien dormía plácidamente

-Aún no les has puesto nombre a los bebés hija - susurro Erthe

-Lo sé papá, ya lo haré con Aleckey ahora solo quiero tener a mis bebés cerca mío - se acercó a la cuna donde descansaba su pequeña hija, una manta suave cubría su pequeño cuerpo, escuchaba su respiración, sus facciones y como de vez en cuando bostezaba

Toc toc

-Adelante - hablo Minesa

-Mi reina - entro Doroteo a la alcoba, hizo reverencia y hablo - el doctor solicita hablar con ustedes - Minesa asintió

-Dile que ahora voy - susurro

-Con permiso - y se retiró de la alcoba

Minesa observo a su padre.

-Cuídalos ahora vuelvo - Erthe asintió

-Yo voy contigo Minesa, necesito saber cómo está mi hijo - dejo al bebé nuevamente en su cuna con mucho cuidado

Y ambas salieron de la alcoba dejando a Erthe solo al cuidado de sus nietos.

(...)

-Entonces ¿está bien? - pregunto Jazmín a lo que el doctor asintió

-Solo déjenlo descansar, necesita tomar mucho líquido y sobre todo comer bien. Que no haga esfuerzo, que este en reposo hasta que se recupere - hablo el doctor

-Gracias por venir - Minesa le dio una sonrisa al doctor - Doroteo

-Sí, mi reina - Doroteo se acercó hasta Minesa

-Encárgate de llevar al doctor a su casa y de darle su paga - Doroteo asintió

Jazmín solo pudo caminar detrás de ellos con mucha preocupación.

Al llegar a la alcoba Erthe le dio un fuerte abrazo a Aleckey.

Este lo correspondió y agradeció por haber cuidado a sus hijos.

Se acercó lentamente hacia las cunas y luego visualizo a los bebés.

Ambos dormían plácidamente.

Sonrió.

Y pudo sentir como su corazón regocijaba de alegría.

-Mis bebés - susurro Aleckey - son tan hermosos, tan pequeños

Sintió la mano de Minesa tocarle la espalda dándole calma.

-Papi ya está aquí y los va a proteger de cualquiera. Se los juro - susurro suavemente

Durante toda la tarde solo quiso estar ahí, cerca de sus hijos, pero tenía que obedecer y descansar.

Además, pudo notar el cansancio de Minesa.

La noche llego rápido y con ella el despertar de los bebés quien buscaban con desesperación el pecho de su madre, Aleckey ante los lloriqueos de sus hijos se los llevo a su alcoba para que ambos durmieran junto a ellos.

Y así fue, ambos bebés después de comer durmieron plácidamente junto al calor que su padre les proporcionaba.

Minesa observaba aquella escena, mantenía su mirada neutra y los brazos cruzados.

Seguía preocupada.

Necesitaba una salida.

Necesitaba acabar con aquella amenaza antes de que tome el poder y con ello el caos llegue.

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