POV Beatriz
Ya habían pasado dos días desde aquel incomodo momento, me pase toda la noche llorando y yo simplemente quería que mi hijo no se sienta débil.
Y menos por esa mujer.
Minesa.
Según informantes míos me contaron que el único familiar que tiene es su padre, es considerada en el pueblo una mujer muy bondadosa pero también que había sido ocultada por su padre por motivos tontos.
Un hombre tan patético.
Necesito un plan para acabar con ella o mejor traerla aquí y así Leopoldo la tenga, será como un regalo.
Un regalo muy especial.
Este cuerpo aún no me pertenece por completo, lentamente voy tomando el control de todo y Yanet va desapareciendo, pero ese maldito hombre, Junior, impide que Yanet desaparezca.
Y lo peor es que no puedo matarlo.
Si lo hago Leopoldo sospechará de mí y sabrá mi identidad.
Me odiará.
Me despreciará.
No puedo permitir aquello.
Camino con rapidez hasta la celda donde tengo recluido a mi querida mascota.
Lo visualizo sentado con su mirada perdida, pero luego él posa su mirada fría en mí.
Sentí un escalofrío recorrer todo mi cuerpo y la odiosa voz de Yanet gritar:
"Déjalo"
"Déjalo"
"Pronto todo acabará para ti Beatriz, no dejaré que mi cuerpo sea tuyo"
"No lo permitiré"
-¿Qué haces aquí? - preguntó con voz serena y lejana
-Vine a verte mascota - respondo a su pregunta, intentó sonar como Yanet
-No finjas ante mí, sé que no eres Yanet ni tampoco el odio mismo de ella. Eres alguien más, alguien con miedo, que se oculta de la verdad o... - lo miré fijamente - de Leopoldo
-Patético - hable con asco
-¿Qué deseas? ¿Qué puede satisfacer esa alma repugnante que tienes? - pregunto dándome una mirada de odio, es un hombre muy patético
-Eso a ti no te incumbe. Solo vine a hacerte una pregunta - no respondió
"Déjalo maldita"
-Muy bien Junior eres muy educado - sentí nuevamente la voz de Yanet retumbar en mi cabeza - Es una oportunidad que te conviene
-Y ¿Qué plan malévolo tienes pensado? - hablo sarcásticamente - ¿Engendrar a un demonio? O mejor ¿Sacarle el corazón a Leopoldo?
-Libérenlo y llévenlo a una alcoba. Vigilen que nadie se acerque a él - ellos asienten - Nos vemos pronto Mascota
Suelto una suave risa y caminó elegantemente hacia la salida.
"Maldita"
La odiosa voz de Yanet se escucha en mi cabeza, la tonta sufre.
"Tu hijo te odiará"
"Te odiará"
-Eso no lo voy a permitir - susurro
Ante la debilidad de mi hijo, tengo que obtener nuevos aliados.
Nuevas fuerzas a mi favor.
Solo será por un corto tiempo y luego todos aquellos que duden de mi fuerza se arrodillarán ante mí.
En especial Aleckey.
Él suplicará por su vida.
Pero morirá.
Yo acabaré con su miserable vida.
-Uno a mi favor
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