Una noche inesperada, un plan de venganza romance Capítulo 9

Jazmín tomó las palabras de Claudio al pie de la letra. A fin de cuentas, todavía era un niño pequeño, y no había forma de que intentara engañarla.

«¿Verdad?»

-Sí, no estoy enfadada. Soy buena amiga de tu mamá. ¿Está ella por aquí? ¿Dónde está? -Jazmín se agachó para poder estar a la altura de Claudio.

-Mamá no vino con nosotros. —Claudio no era tonto. No creía en absoluto que esta mujer fuera la mejor amiga de su madre.

Al escuchar que Natalia no estaba, Jazmín supo que esta era su oportunidad.

—Entonces, ¿viniste aquí con tu papá? —Mientras hablaba, extendió la mano para acariciar su cabeza. Al mismo tiempo, pensó en aprovechar esa oportunidad para arrancarle el pelo para una prueba de ADN.

Sin embargo, en el momento en que su mano se acercó a él, retrocedió al instante con recelo. Por un momento, la mano de Jazmín quedó en el aire antes de dejarla caer.

Por el brillo de sus ojos, Claudio supo que estaba planeando algo. Por lo tanto, le siguió el juego:

-Sí, estoy aquí con papá.

Antes, Jazmín había querido tantear el terreno con esa pregunta sobre su padre. Sin embargo, no esperaba que ello afirmara.

«¿Estaba equivocada mi sospecha?»

Incapaz de contener su impaciencia por más tiempo, insistió:

-¿Cómo se llama tu papá? ¿Dónde está?

Claudio captó la expresión ansiosa y a la vez ansiosa de su rostro. La curiosidad se apoderó de él en ese mismo instante. Tal vez... Sólo tal vez, podría aprovechar esta oportunidad para obtener algunas respuestas allí mismo.

-Señora, ¿no es usted la mejor amiga de mi mamá? ¿Cómo es posible que no sepa quién es mi papá? —Inclinó la cabeza hacia un lado adorablemente.

La sonrisa en los labios de Jazmín se congeló. Tras unos segundos de vacilación, mintió:

-¡Lo siento, señor! -Claudio levantó la cabeza y se disculpó con la persona que tenía delante.

Al oír la joven voz, Hugo miró hacia abajo. Algo parpadeó en sus ojos cuando su fría mirada se posó en el rostro de Claudio. Al mismo tiempo, sus pensamientos se aceleraron dentro de su mente. «¿Por qué su rostro le

resultaba tan familiar?»

Detrás de él, Salvio se quedó con la boca abierta por la sorpresa. «¡Este niño es igual al señor Hugo!» Los ojos de Hugo y Claudio permanecieron fijos el uno en el otro durante varios segundos más. Cuando el hombre no hizo ningún movimiento para reprenderlo, Claudio continuó su camino.

Por fin, Hugo salió de su estupor y se alejó como si nada hubiera pasado. Claudio se detuvo de repente en su camino y giró la cabeza para mirar hacia atrás. El hombre alto no aparecía por ninguna parte.

De vuelta al tren, pensó en aquel hombre y se preguntó por qué se parecía tanto a él. Mientras tanto, Hugo se dirigió de nuevo al Grupo Thompson después de completar la inspección en el centro comercial.

Se recostó en los asientos del coche y miró por la ventanilla. A pesar de hacia dónde miraba, no registraba el paisaje exterior en absoluto. En su lugar, sus pensamientos se centraron en el niño de antes...

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Una noche inesperada, un plan de venganza