VENDIDA (COMPLETA) romance Capítulo 42

— ¿Cómo? —preguntó Joel abriendo los ojos como platos, claramente sorprendido.

 

Jimena: Joel, Raquel… —se limitó a decir después de darse la vuelta, al vernos ahí sus ojos se abrieron como platos, por la mirada que tenía supuse que estaba asustada y nerviosa a la misma vez, incluso yo lo estaba.

 

— ¿Qué fue eso que dijiste, Jimena? —preguntó serio, muy serio.

 

Jimena se quedó callada, no sabía que responderle a Joel y más por la promesa que me hizo, solo lo miró temerosa y luego me miró a mí pidiéndome disculpas con su mirada.

 

— ¡Respóndeme! —elevó la voz, ella pegó un brinco asustada. Él sabía que ella no le diría nada así que volteo a verme— Raquel... ¿eso es cierto? —me preguntó— ¡¿Esté imbécil te hizo eso?!

 

Suspiré y asentí con la cabeza

 

— Si Joel, si es cierto —hablo mirando al suelo y mis lágrimas amenazaban con salir

 

—  Maldito infeliz —habló refiriéndose a Erick, luego se dirigió a él y lo golpeó con su puño en el rostro provocando que Erick cayera encima del mueble— ¡¿CÓMO PUDISTE HACERLE ESO, IMBÉCIL?! —Gritó furioso

 

— ¡Estaba borracho, no sabía lo que hacía! —habló todavía en el mueble, y limpió la sangre que había en su boca

 

— ¡Oh, claro que sabías lo que hacías, bastardo! —Elevó la voz y cuando Erick intentó levantarse otra vez, Joel volvió a golpearlo— ¡ESO NO ES EXCUSA! —gritó nuevamente

 

— ¡Sé perfectamente que no es excusa, pero no sabes cuánto me arrepiento de todo, yo a tu amiga la amo! —dijo, levantándose del sofá

 

— ¡Si la amaras nunca hubieras abusado de ella! —hablo, seguía molesto. Joel tomó a Erick rápidamente de los hombros y con su rodilla derecha lo golpeó en el estómago, luego lo soltó y él cayó al suelo

 

— ¡JOEL VASTA! —grité ya llorando— ¡No sigas golpeándolo, Joel!

 

—  Si Joel, tú no eres así, déjalo, no todo se arregla a los golpes

 

—  Lo sé Jimena, pero se lo merece, merece que lo siga golpeando —Hablo y furioso aprovechó que Erick seguía en el suelo, y le metió una patada en la costilla, Erick solo se quejó del dolor

 

—Joel ya, no siga por favor —hable tomándolo del brazo y lo aleje de Erick

 

—  Está bien —suspiró tratando de calmarse— Ve por tus cosas, te irás conmigo a mi casa —me ordenó y con sus manos limpió mis lágrimas, yo asentí mirándolo a los ojos

 

— ¡Ella no va a ningún lado, ella se quedará aquí! —dijo Erick al ponerse de pie de pie, colocó su mano en el hombre de Joel y cuando él se dio la vuelta golpeó su rostro

 

—  Imbécil —hablo después que Erick lo golpeo, su furia aumentó mucho más y se lanzó encima de Erick, y ambos comenzaron a golpear se salvajemente

 

Jimena y yo tratamos de separarlos, pero fue inútil hacerlo, solo recibimos empujones y golpes sin querer de ambos; le pedí a Joel llorando que dejara las cosas así, que soltara a Erick, pero él solo me ignoro y siguió golpeando a Erick

 

De pronto Joel tumbó a Erick al suelo y se subió encima de él para seguir golpeándolo, yo desesperada llame a Marcos para que nos ayudará a separarlos.

 

—  Oh, por Dios —dice Marcos cuando vio a ambos chicos en el suelo golpeándose a muerte— ¡Joven Erick, basta! —le pidió mientras intentó separarlos, él se encargó de Erick mientras que nosotras, Jimena y yo, agarramos a Joel para que no siguieran peleando

 

— ¡SON UNOS IDIOTAS! —les grité molesta a ambos—. ¡Joel, entiendo que te moleste lo que Erick me hizo, pero así no se arreglan las cosas!

 

—  Lo sé Raquel y ya discúlpame, pero esté bastardo merece que lo siga golpeando —quiso acercarse nuevamente a Erick, pero nosotras no se lo permitimos

 

—  Anda, pégame de nuevo, solo atrévete y tu noviecita tendrá que vestirse de negro por un tiempo —lo amenazó, Erick estaba sentado uno de los dos muebles pequeños y al frente suya estaba Marcos, quién cuidaba que no se levantara

 

— ¡ERICK BASTA DE PROVOCARLO! —grité, molesta.

 

—  Eres un... —habló Joel furioso, intento apartarnos del medio para irse en contra del ojiverde, pero Jimena se interpuso en su camino.

 

— ¡Joel ya! —le pidió su novia y lo empujo haciendo que quedara sentado en el otro mueble pequeño— ¡Deja de comportarte como un salvaje, tú no eres así, ya basta! —elevó la voz mientras él solo la mirada

 

—  De acuerdo, tratare de tranquilizarme —rodeo los ojos— Busca tus cosas y larguémonos de aquí.

 

—Está bien —hablé, di unos pasos, pero la voz de Erick me detuvo

 

—  Tú no te irás, ¡te lo prohíbo! —Hablo con autoridad

 

—No eres quien para prohibirme algo, los únicos que tenían ese derecho eran mis padres y ellos están muertos, y fíjate que sí me iré, no seguiré viviendo contigo Erick, no después de lo que me hiciste —hable para después dirigir me a la habitación con Jimena y Joel

 

— ¡RAQUEL! —lo escuché gritar mientras subía las escaleras, simplemente lo ignore— ¡RAQUEL NO PUEDES IRTE Y DEJARME SOLO, YO TE AMO! —volvió a gritar, la verdad no quería irme y dejarlo, pero después de lo ocurrido anoche es lo mejor, no puedo seguir con él sabiendo que puede abusar de mi o engañarme otra vez

 

En lo que entramos a la habitación los chicos me ayudaron a empacar mis cosas en las maletas mientras yo me cambiaba de ropa en el baño, cuando salí ellos ya habían empacado todo.

 

Después que Joel tomo mis maletas bajamos y por suerte no vimos a Erick, al salir de la casa caminamos hacia el carro de Joel, nosotras nos subimos al mismo mientras él guardaba las maletas en la parte trasera del coche, cuando se subió condujo hasta llegar a su apartamento

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: VENDIDA (COMPLETA)