VENDIDA (COMPLETA) romance Capítulo 46

— ¡Es un imbécil! —Habló molesta— No debió insinuar que andas de regalada con Nicolás, mucho menos querer pelearse ahí en plena calle con él.

 

—Exacto y eso fue lo que más me molesto —hablé un poco seria

 

—  La próxima vez quien le parta la cara seré yo para que siga comportándose como un completo imbécil contigo, eso júralo

 

—Adelante, te apoyo amiga.

 

Jimena y yo reímos, pero ella no tarda en volverse a poner seria como hace un momento, así que imito su expresión.

 

—  Oye, ¿y qué sentiste cuando lo viste? —preguntó de repente

 

— ¿Qué sentí? —arqueé una ceja, y ella asintió— Pues de todo, al verlo sentí que el corazón se me saldría, estaba tan contenta y nerviosa también, cuando se acercó a mi quise brincarle encima, besarlo una vez más, tenerlo cerca de mi como antes... —suspire largo— Definitivamente lo sigo amando como el primer día, hoy comprobé eso

 

—  Ahm, sólo espero que por eso que sientes no lo perdones, bueno no tan fácilmente y menos que regreses con él, no quiero que vuelvas a pasar por lo mismo, tampoco que te haga más daño

 

—Tranquila, eso no pasara —hablé, justo en ese momento apareció Joel quien venía bajando las escaleras

 

— ¿De qué están hablando? —preguntó curioso después de bajar las escaleras y se acercó a nosotras

 

—eh, cosas de mujeres —hablé y le sonreí

 

—  Odio cuando me responden así, ¿saben? —dijo él serio y se sentó en el mueble pequeño que estaba al lado del grande donde nosotras estábamos sentadas

 

—  Si, por eso lo hacemos amor —Habló para después reír

 

—  Como esa —rodo los ojos— ¿Pedimos algo de comer?

 

—Si, pide pizza o no, mejor arroz chico, eso se me antoja

 

— ¿Arroz chino? —preguntó Jimena y arqueo una ceja— ¿Desde cuándo te gusta?

 

—Ehm, desde hoy —hablé y le sonreí

 

—  Pediré ambas comidas —habló Joel mientras marcaba el número del delivery en su celular— ¿Bueno? —habló cuando le contestaron, en ese momento mi celular comenzó a sonar, lo agarré de la mesita de cristal que estaba frente a mí y como quien llamaba era un número desconocido contesté

 

— ¿Alo? —Hablé cuando contesté aquella llamada

 

—  Necesitamos hablar Raquel —habló Erick del otro lado de la línea

 

—Ahm, disculpé, está equivocado —Hablé algo nerviosa

 

—  No me vayas a colgar, sé que eres tú, al menos escucha lo que tengo que decirte

 

. —Suspiré—. Dame un momento —hablé, después de decirles a los chicos que subiría a mi habitación me levanté del sofá y camine a las escaleras, cuando llegué al segundo piso del departamento entré a mi habitación y cerré la puerta— ¿Qué quieres? Habla rápido

 

—  Que me perdones, estoy consciente de todo el daño que te hice desde que nos conocimos, me porté como un imbécil todo el tiempo y no tengo perdón de Dios por lo último que te hice, pero realmente estoy arrepentido —Habló, se escuchó sincero

 

— ¿Eso es todo? —Hablé y arqueé una ceja

 

—  No, ¿estás saliendo con ese tipo, Nicolás? —preguntó

 

—Eso es algo que no te importa —Me limité a decirle

 

—  Si me importa, me importa porque todavía te sigo amando como la primera vez Raquel y no soporto que estés con alguien más

 

—Ehm, Erick —hablé, pero el sonido de alguien tocando la puerta me interrumpió

 

—  Raquel, Mónica vino a traerte tu correspondencia, baja —habló Joel luego que tocó la puerta de mi habitación.

 

— ¡En un momento lo haré! —le respondí

 

—  De acuerdo —Habló para luego marcharse

 

—Debo colgar —le dije a Erick

 

— ¿No me responderás la pregunta antes? —preguntó

 

. —Suspiré—. No estamos saliendo, sólo somos amigos, ahora adiós

 

Erick: Espera... Quiero que sepas que no descansaré hasta verte conmigo de nuevo, te amo —Habló, luego colgó

 

» También te amo Erick «. —Pensé de inmediato.

 

Después de colgarle salí de la habitación y bajé de vuelta con los chicos.

 

[...]

 

SÁBADO POR LA TARDE

 

Estaba en mi habitación conversando con Jimena sobre cosas sin sentido cuando de pronto mi celular comenzó a sonar, lo agarré de la mesita de noche donde lo había dejado hace rato y atendí la llamada

 

—  Hola bonita, ¿cómo estás? —Habló Nicolas en cuánto contesté la llamada

 

—Nicolás, hola —hablé sonriendo— Estoy bien, ¿y tú?

 

—  Bien gracias, oye, ¿estarás ocupada está noche? Quiero hacerte una invitación

 

—Creo que no —le respondí— ¿Una invitación? —pregunté, y arqueé una ceja

 

—  Si, quería saber si puedes acompañarme a un evento de la empresa del socio de un amigo, me invitaron en la mañana y no quisiera ir solo

 

—Ehm, no lo sé Nicolás.

 

— ¿Qué te está diciendo? —preguntó Jimena en un susurro

 

—Me invitó a salir —le respondí moviendo los labios sin emitir ningún sonido

 

—  Oh vamos, no puedes negarte Raquel, por favor —lo escuché decir, me quedé unos segundos callada pensándolo

 

—  Acepta, no seas estúpida —me susurró nuevamente

 

. —Suspiré—. De acuerdo, ¿a qué hora vienes por mí? —pregunté arqueando una ceja

 

—  A las siete así que te dejo para que te pongas hermosa, bueno más de lo que eres —Habló, por su tono de voz sé que sonrió— Nos vemos —tras decir eso colgó

 

— ¿A dónde irán? —Jimena preguntó en cuanto separe el celular de mi oreja

 

—Chismosa —Reí mientras apagaba mi celular, luego lo dejé en la cama— A un evento de la empresa del socio de un amigo suyo —le respondí

 

—  Ahm, ¿y de quién es esa empresa? —preguntó

 

—No lo sé, tampoco es algo que me importé, ¿por qué? —arqueé una ceja

 

—  No, por nada, simple curiosidad

 

—Si tú lo dices, voy a arreglarme, Nicolás vendrá por mí a las siete —Hablé levantándome de la cama, cuando caminé hacia mi closet Jimena habló

 

—  Ve a bañarte, yo te elijo la ropa –Habló y me sonrió, ya que ella tiene los mismos gustos que yo a la hora de vestir acepte, tome una toalla limpia del closet y pase al baño que está en mi habitación.

 

(...)

 

—Está muy corto, ¿no crees? —Hablé después que salí del baño con una toalla enrollada a mi cuerpo y mire el vestido que Jimena me escogió el cual estaba en la cama al lado de los accesorios que me pondría también

 

—  No, ahora vístete, avísame cuando estés lista para maquillarte —habló, luego se levantó de la cama y caminó hacia la puerta

 

—Está bien —Hablé, cuando ella salió de la habitación me quité la toalla, ya tenía abajo mi ropa interior así que sólo me coloqué el vestido, era hermoso debo admitirlo y al ser ajustado hace que mis curvas se noten más

 

 

— ¡JIMENA! —Grité sentada en la cama poniéndome los tacones, minutos después la puerta se abrió

 

— ¿Listo? —preguntó cuando entró a la habitación— Te queda hermoso ese vestido, viste —habló cuando me puse de pies

 

—Si, aunque sigo creyendo que para un evento de una empresa está muy corto —hablé bajando un poco el vestido después que me levante de la cama

 

—  No seas campesina, está perfecto para la ocasión, ahora siéntate para maquillarte —Habló indicándome que me sentara en la silla frente a la peinadora

 

—Bueno, está bien —hablé para después sentarme frente a la peinadora, Jimena se colocó detrás de mí y comenzó a peinarme primero, luego se encargó de maquillarme

 

...

 

—  Quedaste preciosa, todos quedarán impresionados cuando te vean, en especial Nicolás eh —Habló bromeando y me dio un pequeño codazo en el brazo izquierdo

 

—No empieces por favor, nosotros sólo somos amigos, nada más

 

—  Amigo el ratón del queso, sin embargo, se lo come —Habló riendo, le rodé los ojos

 

— ¿Puedo pasar? —Habló Joel después que abrió la puerta de mi habitación y toco la misma

 

—Si, pasa —hablé sonriéndole

 

—  Oye, estás muy hermosa —dijo Joel entrando a la habitación, cuando se acercó a nosotras rodeo los hombros de mi amiga con su brazo.

 

—Gracias, pero eso así fue gracias a tu novia

 

— ¿Gracias a mí? No cariño, lo único que hice fue arreglarte un poco, tu belleza ya es de naturaleza

 

—  En eso tiene razón —sonrió Joel— Y, ¿a dónde vas así arreglada? —pregunto, no le pude responder ya que escuchamos que sonó el timbre— Abriré yo —habló, después salió de la habitación

 

— ¿Bajamos? —pregunto Jimena—. A lo mejor es Nicolás

 

—Si, vamos —hablé, antes de bajar me mire una última vez en el espejo y me tome una foto con Jimena frente al mismo, luego bajamos a la sala.

 

Ahí estaba Joel acompañado de Nicolás

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