NARRA RAQUEL
Mientras comía conversaba de temas diferentes con Erick, y de pronto mi celular sonó, me había llegado un mensaje. Encendí el celular y sin desbloquearlo vi de quién era, y leí lo que decía.
JOEL
¿Donde rayos te has metido? Acabo de hablar con Nicolás y me dice que no están juntos. ¿Dónde pasaste la noche?
No quise responder, prefería contestar sus preguntas cuando estuviéramos en persona. Nuevamente apague el celular.
Erick: ¿No vas a contestar? — pregunto, y arqueo una ceja mirándome.
— No, es Joel y solo quiere saber dónde estoy. Luego le contesto.
Erick: Creo que deberías responderle, quizás esté preocupado por ti ya que no pasaste la noche en su departamento y tampoco le avisaste donde estabas
— Si, bueno. — Hice una mueca, y me callé unos segundos. — Ahm, creo que ya es hora de irme, gracias... por todo. — hablé levantándome de la silla, y le sonreí.
Erick: No tienes nada que agradecer — me devolvió la sonrisa. — Déjame cambiarme y te llevo. — dijo, se levantó de la silla y llevó su plato y el mío al fregadero.
—No, cómo crees, ya te he molestando lo suficiente, además tú debes de tener cosas más importantes que hacer.
Erick: Tú no me molestas Raquel, y no tengo nada que hacer, sólo buscar unos papeles en la oficina. Pero de camino a casa de Joel puedo buscarlos. — Habló mientras fregaba los platos donde comimos, y los vasos donde tomamos jugo.
—Insisto, no quiero seguir molestando, mejor me iré en un taxi.
Erick: De ninguna manera, yo te llevaré. Y no acepto un no como respuesta. — Hablo el ojiverde sin voltear a verme, todavía fregando.
— ¡Está bien! — rodé los ojos. — Iré a cambiarme — dicho eso camine a la sala.
Subí las escaleras y me dirigí a mi antigua habitación, cuando entre agarre una toalla limpia, pase al baño y después de lavar mis dientes me di una ducha. Acabé a los minutos, seque mi cuerpo con la toalla y la enrolle a mi cuerpo desnudo para salir al cuarto.
Abrí el closet y busqué que ponerme, no tenía mucho de donde escoger así que me vestí con lo primero que encontré.
Luego peine mi cabello y lo deje suelto, agarre mi celular y salí del cuarto. Bajé las escaleras y en el sofá de la sala estaba sentado Erick quién aparentemente ya se había cambiado, y lucia guapo con esa vestimenta semi formal que decidió ponerse.
Erick: estaba por ir a buscarte al cuarto. — comento él al verme.
— ¿Tarde mucho? — pregunté, y arqueo una ceja caminando hacia él.
Erick: Solo un poco — dijo, y se levantó del sofá. — Luces hermosa.
— Gracias — sonreí sonrojada. — ¿Nos vamos?
Erick: ah, si claro. — sonrió.
Él no respondió más, supuse que estaba ocupado.
Salí de los mensajes y para matar el aburrimiento mientras esperaba a Erick me puse a tomarme fotos y a subirlas en mis redes sociales.
Xx: Carolina, necesito que me imprimas estos papeles, son urgentes. — escuché decir a una voz chillona que reconocería de aquí a kilómetros.
Levante mi mirada para cerciorarme y si, era la insoportable de Alondra quién hablaba con la chica rubia que tenía el puesto de recepcionista.
La rubia hizo lo que le pidió Alondra, y mientras esperaba Alondra se quedó mirando a todas partes, analizando el lugar. De pronto miró hacia donde yo estaba sentada, de sólo verme frunció el ceño, era obvio que no entendía qué hacía yo aquí.
Ella volteó hacia la recepcionista y le pregunto algo que no logré escuchar, y después me miró nuevamente con rabia.
Yo le rodé los ojos.
En ese momento el ascensor se abrió y salió Erick con unos documentos en sus manos, yo sonreí al verlo para molestar a Alondra. Mientras él caminaba hacia la puerta me hizo una pequeña seña avisándome que podíamos irnos, lo que desconcertó más a su secretaria. Yo me levanté del asiento y di unos pasos para acercarme a él, pero escuché como la zorra de Alondra lo llamo
Alondra: Oh, ¡Erick... Señor Erick! — lo llamo captando su atención, y el estúpido fue hacia ella.
Ella lo detuvo unos minutos y yo estaba muriéndome se los celos al solo ver cómo esa estúpida le sonreía coqueta mientras hablaban y el le seguía la corriente. ¡Quería estrangularlos a ambos!
No aguante más ver cómo esa estúpida le coqueteaba en mis narices a MI chico porque a pesar de todo, de que no estemos juntos ahora Erick siempre lo será. Pero en fin, no aguante más y me acerque a donde estaban ellos conversando a gusto...
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