VENDIDA (COMPLETA) romance Capítulo 64

NARRA RAQUEL

 

Erick permaneció unos segundos en silencio, estaba en shock, sorprendido todavía por lo antes dicho por mi persona; y esos pocos segundos para mí fueron una eternidad, estaba a punto de desesperarme por su silencio, y gritarle que hablara, así fuera para decirme algo hiriente.

 

Pero pude ver cómo entre abrió sus labios, y hablo finalmente.

 

Erick: ¿Co—cómo que estás embarazada? — tartamudeo un poco nervioso, y frunció su entrecejo levemente. — ¿Estás segura de eso?

 

Suspiré profundo y con eso desapareció el enojo que sentía segundos atrás, y hablé; —Sí, hace unos días me hice una prueba de sangre y salió positiva.

 

Erick: ¿Fue ese día que te encontré en la clínica, cierto? — preguntó, yo solo asentí.

 

—Sí, y perdón por decírtelo justo ahora, pero siempre que intentaba contarte, alguien nos interrumpía.

 

Erick: Y... ¿Quién es el padre? — se atrevió a preguntar, un tanto nervioso por mi respuesta.

 

—Tú — hablé mirándolo. — Tú eres el padre de este niño que llevo en mi vientre. — sonreí de lado, y lleve mis manos al vientre.

 

Erick: Oh, por Dios — guardo silencio para tomar una bocanada de aire y después soltarla. — Esto no puede ser — escuché que  murmuró mientras pasaba sus manos por su cabello y halo de ellos luego

 

Aquella sonrisa desapareció de mi rostro y bajé mi mirada al suelo, esperando una respuesta negativa de su parte, lo típico ya sabe; "Ese bebé no puede ser mío", "Hazte cargo tú sola, es tu problema", "No quiero a ese bebé", o cosas por ese estilo.

 

Erick: ¿Voy a ser papá? — lo escuché decir algo emocionado e inseguro al principio.

 

Alce mi mirada hacia él, quién tenía una sonrisa en su rostro; yo asentí con la cabeza.

 

Erick: ¡Voy a ser papá! — exclamó, y rió, por su mirada que brotaba mucha alegría y emoción supe que está noticia lo lleno de felicidad.

 

—¿No te molesta saber eso? — pregunté frunciendo el ceño.

 

Erick: ¡Por supuesto que no! ¿Cómo una noticia tan hermosa podría molestarme? — hablo con una tierna sonrisa en su rostro.

 

—Por como te pusiste pensé que si — hable sin mirarlo.

 

Erick: La noticia me tomo por sorpresa, solo fue eso — se acercó hacia mí. — ¿Cuánto tiempo llevas embarazada? — arqueo una ceja.

 

—Cinco semanas — hablé con una sonrisa.

 

Erick: Oh — fue lo único que salió de su boca, guardo silencio un momento y volvió a hablar. — Aún no puedo creer que seremos padres — con una sonrisa llevó su mano a mi vientre y me miró a los ojos. — De verdad me has hecho muy feliz con esta noticia y mi madre, ella al enterarse sin duda se pondrá igual de feliz

 

—Si, quizás — hablé mirando al suelo, de solo verlo a lo ojos me ponía nerviosa.

 

Erick: Hey — tomo mi barbilla y me obligó a verlo a esos preciosos ojos verdes. — Gracias por darme este maravilloso regalo, sin duda eres la mejor de todas y no sabes cuánto te amo preciosa.

 

—Y-yo también te amo Erick — confesé sin dejar de mirarlo.

 

La sonrisa en su rostro aumento, hace semanas no le decía eso y tal vez, solo tal vez por eso su alegría creció más.

 

Él corto distancia entre nosotros y sentí sus labios sobre los míos; eran tan suaves y cálidos, que sin pensarlo le seguí el beso y mis ojos se cerraron al instante, y solo disfrute el momento.

 

Segundos después, nos separamos. Ninguno emitió alguna palabra, nos quedamos en silencio; Erick solo llevó su mano a atrás de mi cabeza y la acercó a su pecho, yo con cuidado deslice mis dedos sobre su torso y lo abracé.

 

Erick segundos después aclaro su garganta, y habló; —Nunca los dejaré solos, lo prometo, siempre cuidaré de ustedes porque tanto tú como nuestro bebé son mi vida y no quiero perderlos nunca. — Dijo con su voz ronca, mientras acariciaba mi cabello suavemente

 

Y sabía que era así, él nunca nos dejaría y siempre nos iba a cuidar a pesar de todo.

[×××]

 

Dos horas después.

 

Erick ya se había marchado, pero antes me hizo prometerle que me cuidaría todo el tiempo y que pensaría en la posibilidad de regresar con él e irme otra vez a vivir a su casa; y aunque eso deseo, tengo mucho miedo.

 

Miedo a que las cosas entre nosotros  salgan mal por segunda vez; miedo a que Alondra se enteré de todo y quiera hacerme daño o, pero aún, quiera hacerle daño a mí bebé, y eso sí que jamás me lo perdonaría.

 

...

 

Estaba sola en el departamento; Joel había salido a buscar a Jimena a su casa ya que ella se quedaría esta noche aquí, pero todavía no había regresado.

 

Yo quise dormir un rato, pero como no pude encendí el televisor y miré una película que estaban pasando en uno de los canales llamada "No respires", era muy buena. A mitad de la película sentí sed así que me levanté y salí de la habitación rumbo a la cocina.

 

En la misma; saque una jarra de limonada del refrigerador, me serví en un vaso y me la tomé, cuando lleve el vaso al fregadero escuché como de un portazo cerraron la puerta del departamento.

 

Me asusté mucho y todos mis sentidos se pudieron alerta, guarde la jarra en la nevera y camine hasta la sala; me calme cuando vi a mí mejor amigo quién se servía un trago.

 

—¿Fuiste tú quien lanzo la puerta de esa manera? — le pregunté caminando hasta él. — Porque me has asustado como no tienes idea Joel.

 

Joel: Sí y disculpa, no era mi intención — habló serio, de un sólo sorbo bebió toda su bebida y se sirvió más.

 

—¿Dónde está Jimena? — pregunté al no verla con él, y arqueé una ceja.

 

Joel: Se quedó en su casa — me miró, y fue a sentarse al sofá

 

—¿Ocurrió algo? — volví a preguntar, sentando me a su lado.

 

Joel: Sí — respondió y tomó un sorbo de su bebida. — Discutimos

 

—¿Por qué? — fruncí mi entrecejo levemente.

 

Joel: Porque cuando llegué a su casa ella estaba abrazada de un estúpido, y...

 

—Y le reclamaste solo por eso — continúe lo que tal vez diría, y el asintió.

 

Joel: Sí, pero carajo, cualquiera hubiera hecho lo mismo estando en mi lugar. Aparte, ¡ví que estaban a punto de besarse!

 

—¿Los viste o sólo pensaste eso porque estaban cerca? — pregunté arqueando una ceja.

 

Joel: No, no lo sé — respondió y otra vez, tomo de su bebida.

 

—Lo que debes hacer es dejar de tomar, y escribirle pidiéndole disculpas — hablé, y antes que se tomará el último sorbo de su bebida le quite el vaso de las manos y coloque el vaso en la mesita de en medio

 

Joel: ¡Hey! — se quejó al quitarle su vaso. — Y ella no quiere verme, incluso me bloqueó para que no pudiera llamarla o escribirle

 

—Joel pero, ¿con quién la celaste como para que ella hasta te bloqueará?

 

Joel: No sé, no lo conozco; pero era rubio y ella le llamo Berny o, algo así

 

—¿Es en serio, Joel? ¿Con Berny? — pregunté y solté una carcajada lo cual le confundió a él, y me miró frunciendo el ceño. — ¡Él es su mejor amigo, y es gay! — seguí riendo.

 

Joel: ¿Qué? — me miró incrédulo. — ¡Ella me dijo eso y no le creí! Al contrario, le dije cosas hirientes y... ¡Mierda, soy un imbécil! — habló a recostando se del espaldar del sofá, y tapo su rostro con ambas manos.

 

—¿Y ahora que piensas hacer? — pregunté arqueando una ceja. — Si quieres puedo prestarte mi celular para que la llames

 

Joel: No, ella podría molestarse contigo si la llamo desde tu celular; y tal vez mañana vaya a su casa.

 

—Si quieres puedo acompañarte, y tratar de convencerla para que hable contigo.

 

Joel: Si, por favor. Necesitaré de ti porque sé que no querrá ni siquiera abrirme la puerta de su casa.

 

—Por eso te lo digo porque sé eso.

 

Joel: Bueno, me iré a dar una ducha, ahora me cuentas cómo te fue con Erick — se levantó del sofá y comenzó a caminar hacia su habitación, dejándome ahí sola.

 

Después de unos segundos volví a mí habitación, y seguí viendo aquella película, aunque me había perdido gran parte de la misma.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: VENDIDA (COMPLETA)