ÁMAME UNA VEZ MÁS romance Capítulo 10

Alaia

Voy a mi oficina y hago una llamada antes de sentarme con Ignacio para revisar los estudios que hicimos a grandes rasgos acerca de lo que se hará en Estados Unidos, mi padre, Darius y los socios darán sus puntos de vista para que mi equipo y yo lo tomemos en cuenta e incluyo algunos detalles en mi presentación hasta que llega el momento de ir a la reunión.

Camino junto a Ignacio, dos miembros de mi equipo y Erika hasta llegar a la sala de juntas donde mi padre me mira y asiente, Darius está sentado en la cabeza de la mesa y los demás socios entran detrás de mí, Erika, Carolina y yo seremos las únicas mujeres en esta reunión, de pronto González llega y puedo ver a Erika incómoda, como viejo zorro que es el tipo no voltea a verla siquiera.

—Puedes irte —le susurro a Erika, ella asiente y se va en un parpadeo.

Darius saluda y da la bienvenida una vez da comienzo la reunión.

—Como saben, ha llagado un proyecto de grandes proporciones a nuestra compañía, por lo cual hemos organizado esta reunión y a pedido de ustedes, Alaia —me señala con la mano extendida—, debe ser quien se encargue del mismo —González hace un gesto de burla que solo yo puedo notar —y así se hará —finaliza Darius.

—Discúlpame Darius, pero no estoy de acuerdo, Alaia es muy joven para encargarse de un proyecto de esta magnitud, creo que mi hijo es la persona idónea para hacerse cargo, cuenta con la experiencia necesaria —habla y los presentes lo escuchan para comenzar a comentar entre ellos.

—¿Tu hijo? Tengo entendido que no ha logrado completar las obras y conexiones en Portugal, ¿Qué te hace pensar que haría bien este proyecto? —cuestiono y él está listo para responderme cuando…

—González, tu hijo está ocupado y es verdad que se ha retrasado en su trabajo, pero no hablaremos de ese tema ahora, hija…—mi padre vuelve a darme la palabra.

Asiento y comienzo a explicar los detalles, la organización y preparación, el personal que requerimos, como se desarrollara el proyecto, fechas de inicio y el tiempo aproximado que nos tomara llevarlo a cabo.

Me escuchan en silencio mientras hablo, cuando termino ellos me brindan sus apreciaciones, Ignacio y los ingenieros que hacen parte de mi equipo toman nota de cada una de ellas, escucho atenta a sus palabras y discutimos varios puntos de vista, puedo notar que González me lanza dagas con la mirada a lo que no presto atención.

La reunión termina y comienzan a ponerse de pie para retirarse.

—Por favor, quiero hablar con ustedes de un asunto muy delicado —hablo y ellos me miran, pero vuelven a sentarse.

Todos permanecen en Silencio, Ignacio sale de la sala y vuelve a los pocos segundos, espero que se ubique a mi lado antes de comenzar.

—Bien Alaia, pues tú dirás —habla Sergio, un hombre de la edad de mi padre, es agradable, claro es de los que disfrutan su vida, ya que no necesita mover un dedo, sus inversiones le permiten ser un hombre libre de compromisos laborales.

—Esta mañana ha sucedido algo que no se puede permitir en ninguna compañía, imagino que ustedes tienen hijas, esposas, madres, hermanas y no permitirán que alguien se atreva a hacerles daño o a vulnerarlas y en ese orden de ideas pienso que no estarían de acuerdo si alguien se aprovecha de su posición para atentar contra la dignidad de una mujer —ellos asienten y continuo— uno de los miembros directivos de la empresa acoso sexualmente a Erika, la chica que hace parte de mi equipo hace poco —les explico mientras puedo notar ceños fruncidos, y charlas entre ellos, el implicado me mira casi retándome a continuar.

“No te tengo miedo” es mi respuesta a esa mirada.

—Hija —mi padre se ve sorprendido mientras Darius permanece serio.

—Quiero informarles que apoyaré a Erika para que pueda denunciar formalmente a González —digo y todos voltean a verlo— y que comiencen las investigaciones para asegurarnos de que esto no le haya sucedido antes a otras chicas.

—¿Has perdido la cabeza? —el mencionado se pone de pie y se ve alterado—, es imposible que ustedes crean en las palabras de estas crías —alzo mis cejas mientras les habla a los socios—por favor, soy un miembro honorable, tengo una esposa e hijos, como podría siquiera acercarme a una simple secretaria —asegura y me enfurece más.

—Es por ella, tu esposa y por tus hijas, si es que las tienes que no deberías comportarte como un sucio degenerado —hablo molesta, no puedo creer su nivel de descaro.

—¡Alaia! —Darius habla por primera vez.

—Es la verdad —miro a Darius.

—Voy a demandarte, no deberían permitir las cámaras en las oficinas, es una violación a nuestra privacidad —Grita Gonzáles fuera de sí.

—Eso no te exime de la culpa, puedes tomar las acciones que te parezcan pertinentes —digo inclinándome en la mesa.

González me mira con odio y camina para salir de la sala de juntas, antes de cerrar la puerta, me mira y puede ver como dice “Esto no se quedará así” en silencio y da un portazo.

—Hiciste bien, hija, no podemos permitir ese tipo de comportamientos —mi padre me abraza orgulloso.

—Gracias por apoyarme papá —digo y caminamos juntos hacia la puerta, Darius me mira antes de salir de la sala de juntas.

Vuelvo a mi oficina y me reúno con mis dos ingenieros de telecomunicaciones, mi asistente, Erika, y otros tres miembros del equipo con quienes organizamos las acciones inmediatas, en 5 días debo estar en Los Angeles.

Una vez terminamos veo la hora y me doy cuenta de que se me ha pasado el tiempo, debía irme hace dos horas, tomo mis cosas y camino para Salir de mi oficina.

—Gracias, señora —me encuentro con Erika.

—Eso fue interesante —Ignacio se pone de pie—, recuérdame no meterme contigo y pobre del que se interponga en tu camino—me hace reír.

—No fue nada —tomo las manos de Erika— y por favor si vuelve a suceder no dudes en hablar conmigo y dime Alaia, quítame el señora —digo con una sonrisa y ella asiente.

Me apresuro a llegar a casa, mis pequeños deben de estar ansiosos por verme.

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