ÁMAME UNA VEZ MÁS romance Capítulo 23

Alaia

Corto la llamada que tenía con Cedric, parece que le tomara varios días más antes de que pueda venir a visitarnos.

—Buenos días —Saludo a Ignacio y a Erika, quienes están reunidos en la oficina del primero.

—Buenos días —responden ambos.

Entro a mi oficina y espero a que Ignacio entre para revisar los pendientes de hoy, este fin de semana lo disfrute con mi familia, fuimos a Universal studios y los niños estaban encantados, ahora debo asegurarme de que lleven gorras o sombreritos, a Noah le gustan las gafas por suerte, esos artículos impiden que sean reconocidos rápidamente, afortunadamente aman los vestuarios divertidos de los lugares a los que los llevamos. También he pensado en un plan B que aplicaré respecto a mis hijos en caso de ser necesario.

Miro hacia la sala de juegos de mis hijos que ha estado vacia, en estas semanas he decidido dejarlos en casa porque Aidan no pasara mucho tiempo con nosotros y no quiero separarlos.

Mi padre y Darius se reunieron con los Garnett, fue la reunión más diplomática en la que hayan estado según mi padre, pero siente que no se puede confiar en ellos y ni en tanta amabilidad, algo en lo que Darius estuvo de acuerdo y consideran que deben salir del camino, definitivamente, los Garnett no son del agrado de mi padre ni de Darius.

Ignacio entra y en lo que enciendo mi laptop escucho lo que tenemos pendiente para el día, lo cual cotejo en mi iPad.

Me enfoco en mi trabajo durante toda la mañana.

—Que no, que no me lo soporto —Ash entra y puedo imaginarme a quien no soporta, esta mañana tuvo que ir a la compañía de los Granett para reunirse con Will.

—¿Qué hizo ahora? —cuestiono y ella se sienta frente a mí.

—Le sonríe a todas las mujeres que se lo ponen en frente y con solo hablarles, veo volando por los aires las bragas de esas chicas, el muy gilipollas, lo sabe y toma ventaja de ello, tiene su agenda llena de citas para esta semana y resulta que ahora quiere enseñarme tácticas de seducción, dice que estoy muy lento, que así no cogeré nunca, asegura que soy virgen.

Mi carcajada resuena en la oficina, lo que hace que Ash me mire enojada, sin embargo, después de que no paro de reír, ella lo hace también.

—Solo me limito a hablarle lo necesario y de trabajo, sin embargo, él ha decidido tratarme como un amigo más —dice Ash.

—Bueno Cariño, no debes hacer nada que te incomode, puedo enviar a alguien más en tu lugar —digo a lo que niega.

—Te avisaré, cuando agote mi paciencia —dice y se sienta como una dama.

Comenzamos a hablar de lo sucedido esta mañana en las oficinas de los Garnett respecto al proyecto y escuchamos que tocan la puerta, le permito pasar a Ignacio, tiene una forma particular para llamar a la puerta.

—Ali, han rechazado la oferta para la compra de la casa hogar —dice, apenas llega a la silla que está al lado de la de Ashley.

—Haz una nueva oferta, aumenta el valor —digo y él niega inmediatamente.

—Fue sacada del mercado esta mañana, han decidido no venderla —Ash y yo nos miramos, era muy importante para mí poder comprar esa casa para las chicas, ellas ya habían construido un hogar ahí.

—¿Pudiste averiguar si permitirán que las mujeres sigan viviendo ahí? —pregunto.

—No, no lo permitirán, hice varias llamadas y logré saber que construirán una nueva edificación, ya están consiguiendo los permisos para iniciar y según me informaron ellas deben desalojar mañana mismo.

—¿Qué no son humanos? Como pueden abandonar a esas mujeres a su suerte.

—No lo son, Ash —digo sintiéndome muy molesta y pensando en que hacer, debemos encontrar un lugar lo suficientemente grande para que ellas se trasladen, pero necesito más que un solo día.

Sin más tomo mi cartera y me pongo de pie, no voy a permitir que les hagan esto.

—¿Adónde vamos? —cuestiona Ash caminando a mi lado.

—A las oficinas de los Garnett —ella asiente sin entender del todo, salimos del edificio y busco mi auto, hoy he decidido salir en él, aunque los nuevos guardaespaldas me seguirán de cerca.

Entramos a recepción y me permiten pasar, apenas ven que voy con Ash, preguntamos con quién debemos hablar y nos dirigen a la oficina de Nick, donde estaba segura, me enviarían, tenía que ser él, aparece en todos lados desde que llegué a Los Angeles.

—Debo recordarte que el abuelo de los capullos, se pasea muy seguido por estas oficinas —Ash dice.

—Soy consciente de ello, sé que algún día voy a encontrármelo y estoy lista —aclaro y el sonido del elevador nos dice que hemos llegado al piso que corresponde.

Caminamos por el pasillo hasta que llegamos a la oficina de Nick, Ash me guía, en el escritorio que está fuera no hay nadie, así que me permito pasar, él entró a mi oficina sin permiso, así que yo también puedo hacerlo.

Cuando entro, puedo ver a Nick de espaldas frente un mueble que está ubicado al fondo, al lado derecho del lugar, él voltea al escuchar nuestros pasos.

Frunce el ceño, apenas nos ve y luego bebe de un vaso con agua que sostiene en sus manos.

—¿Agua? —ofrece mirándonos a ambas y negamos.

—¿A qué debo el honor de tu visita? —cuestiona caminando hacia su escritorio y se apoya en él —¿Debo proteger las joyas de la familia?

Entrecierro los ojos entendiendo que se refiere a su entrepierna.

—No, mientras mantengas las distancias —digo a lo que bebe otro sorbo de agua y me observa fijamente.

—Bueno, eso es interesante, ya que tú eres quien ha venido hasta aquí —dice y me sostiene la mirada.

—No vine por gusto, eso te lo puedo asegurar, vine porque tú y tu familia están atropellando a varias personas indefensas con sus acciones.

—¿A qué te refieres? —frunce el ceño nuevamente, evito reír por supuesto que no saben cuando le hacen daño a alguien.

Llegamos a la casa hogar y entramos rápidamente, mi madre, Elise, Loli están aquí, un poco más allá y para mi sorpresa veo a Alana jugando con algunos niños, me acerco a ella, ya que no me ha visto y apenas me ve, sonríe y su preciosa carita se ilumina.

—Hola, mi amor —beso su mejilla.

—Hola, mami —dice sonriente y me rodea con sus bracitos.

—Quiso venir, Noah se quedó con su tío Aidan y con Patrick, no le dijimos a donde íbamos — mi madre aclara.

—Madre estaremos ocupadas, por ello pedí que solo vengan ustedes —bajo a mi hija al piso para que siga jugando mientras Loli la observa.

—Sí, hija, pero sabes que Alana siempre se sale con la suya, corrió a la puerta antes que nosotras e hizo que Gavin la suba en la sillita del auto, que te digo, nos derritió por completo, no pudimos decirle que no —mira con adoración a mi pequeña.

—las tiene aquí mamá, en la punta de su dedito —digo y sacudo mi cabeza.

Entramos a la oficina y puedo ver a Alicia llena de papeles, las chicas se mueven de un lado a otro.

—He llamado a una compañía de mudanzas, para que ayuden a empacar, podremos guardar las cosas en varias bodegas —Ash me dice y asiento.

—Alquilaremos algunos apartamentos en lo que encontramos la casa —digo y procedo a llamar a Ignacio para que busque los apartamentos de inmediato, ya que pienso que será cuestión de días para que encontremos un buen lugar para todos.

Ash y las chicas dirigen a los hombres de las mudanzas.

—Son muy pocas cosas —digo al ver las pocas cajas que han movido a una habitación que está en la entrada de la vieja casa.

Alaia me saluda desde el patio y yo le envío un beso, mientras Loli se acerca a arreglar la cinta de su cabello que se ha caído a causa de tantos saltos.

—No queremos llevar muchas cosas, tendremos lo necesario, no queremos molestar —responde Alicia.

—Solo dejen las cosas muy viejas y que ya no vayan a usar, no quiero que estén obligadas a abandonar sus recuerdos —volteo a verla.

—Alaia Russell, te mereces el cielo —toca mi mejilla de forma maternal.

El viejo teléfono de la oficina suena y ella va rápidamente a responder.

La observo y noto que se queda sin palabras por un momento y después agradece antes de cortar.

—¿Qué ha sucedido? —cuestiono pensando que tendremos más inconvenientes.

—Han llamado de las oficinas de los Garnett, nos han dado un nuevo plazo, tenemos un mes para encontrar un nuevo lugar y mudarnos —dice dejándome sin palabras.

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