Casado dela noche a la mañana romance Capítulo 134

En un principio, Vivían no quería prestarle atención a Ashley, pero cuando escuchó las palabras de ésta, su expresión se ensombreció y siseó:

-Ashley Miller, pregúntale a tu conciencia, ¿quién era la que siempre quería cosas que no eran suyas?

Vivían pasó sus días de primaria y secundaria en colegios internacionales junto a Ashley, y esta nunca le había hecho la vida fácil. Cuando Vivían se enamoró de un estudiante de último año, Ashley se lo confesó primero y lo dejó después de tres días. Luego, cuando Vivían quiso ser reconocida como una de las estudiantes modelo de la escuela, Ashley pidió a Emma que sobornara a los superiores y el título fue para Ashley en su lugar. Además, cuando Vivían se unió a un club, Ashley pidió al profesor que disolviera el club por completo.

Vivían nunca pudo entender por qué Ashley haría todo lo posible por fastidiarla, ya que Ashley era la hija favorita desde que eran jóvenes. No fue hasta que Vivían se hartó del acoso de Ashley que se matriculó en otro instituto para distanciarse de ella y obtener un respiro del acoso de su hermana.

Ashley fulminó a Vivían con la mirada y replicó:

-¡Tú, por supuesto! No creas que no sé que estás celosa de mí desde que éramos jóvenes. Querías quitarme todo lo que me pertenecía, la única razón por la que no lo hiciste fue porque fracasaste una y otra vez. Pero esta vez, ¡en verdad lo lograste! Solo Dios sabe qué clase de métodos solapados usaste para tratar con Pablan.

Vivían estaba por completo sorprendida por lo delirante que era Ashley.

—Como sea. —Vivían había terminado de tratar con Ashley -. Ya te dije que estoy casada, así que no estoy interesada en tu hombre. Haz lo que quieras con esa información.

Con eso, Vivían hizo rodar su silla de ruedas y se fue.

Cuando Vivían se marchaba, Ashley se mordió el labio con tanta fuerza que casi sangra. En realidad, Ashley sabía que Vivían estaba diciendo la verdad, porque el problema

estaba en Fabian, no en Vivían.

«Ahora que Fabian está lesionado, la boda se pospondrá. ¡Tengo tanto miedo de que la boda se cancele tras el aplazamiento! ¿Cómo puedo hacer que Fabian se quede?» Con un brillo en los ojos, miró de repente a su vientre. «Tal vez sea la única manera...»

Cuando Vivían volvió a su sala, sintió que los párpados le pesaban cada vez más. Cerró los ojos y pronto se quedó dormida. Sin saberlo, mientras estaba profundamente dormida, un hombre entró en su sala. Cuando Finnick vio lo pálida que estaba la mujer que tenía delante y las heridas que llevaba, su expresión se contorsionó de rabia.

-¿Tío Finnick? -Con un tono de sorpresa, preguntó-: ¿Qué haces de vuelta tan pronto?

«¿No estaba el tío Finnick manejando los asuntos de la familia Norton en el País A? ¿Por qué volvió tan pronto? ¿Podría ser que se apresurara a volver porque se enteró de lo que le pasó a Vivían?» Al darse cuenta de ello, Fabian sintió una sensación de desagrado. «Incluso mi padre biológico se limitó a llamarme por teléfono tras enterarse de mi lesión».

-Me enteré de que te habías lesionado por culpa de Vivían, así que vine a visitarte —dijo Finnick con cara de poker.

Fabian frunció el ceño y respondió:

-Gracias por tu preocupación, tío Finnick. ¿Cómo está Vivían... la tía Vivían?

La expresión de Finnick se ensombreció al instante al escuchar la evidente preocupación en la voz de Fabian. Finnick optó por no responder a la pregunta provocando un incómodo silencio que llenó toda la sala.