(COMPLETO) My F*ucking Hot Boss romance Capítulo 34

–Mami, ¿me compras esta muñeca?

Elisse me había puesto sus ojos de cachorro mientras sostenía una muñeca Barbie en sus manitas.

–Hija, te enseñe eso para usarlo contra Will, no conmigo.

William a mi lado me mira perplejo mientras mi hijo que va en sus hombros se echa a reír.

–Porfi mami.

–Linda, ya tienes muchas muñecas.

Ella intensifica su mirada de cachorro y algo en mi pecho se apretuja.

–No, luego.

Ella la devuelve a su sitio resignada y me da su mano, yo la tomo y yo la tomo para seguir caminando por los pasillos del centro comercial.

–Emmm, Max quiere ir al baño, lo llevaré.

Yo asiento y ambos desaparecen de mi vista. Miro hacia abajo y el rostro triste de mi hija me remueve las entrañas.

–Nena.

Me agacho para estar a su altura y acaricio su cabello.

–¿En verdad quieres esa muñeca?

Ella asiente y yo suelto un pesado suspiro.

–Prometo comprártela, pero después y si te portas bien ¿vale?

Ella asiente nuevamente y una sonrisa preciosa aparece en su rostro.

–Anda, vamos a buscar lo que nos pidió tu abue.

La tomo nuevamente de la mano y continuamos con nuestro camino. Una vez que tenemos el encargo de mi mamá vamos rumbo a las cajas para pagar.

–Estamos aquí.

Will aparece a mis espaldas, al girarme puedo ver en sus manos un muñeco de acción y la muñeca que me había pedido Elisse. Llevo una mano a mi cintura y comienzo a mirarlo mal.

–Will, había dicho que no.

–¿Es que no viste la carita que puso mi princesa? No podía verla así de triste.

Ruedo mis ojos y llevo mi puño al puente de mi nariz.

–Es el punto de los ojos de cachorro, Will. Los conscientes demasiado.

–Todo para mis diablillos. Toma princesa, tú muñeca.

Ella la toma y me voltea a ver, pidiendo permiso con su mirada para aceptarla. Una sonrisa enorme se dibuja en su rostro cuando asiento en señal de que puede aceptarla.

–¡Muchas gracias tío Will!

–No es nada, preciosa.

–¿Y eso?

Señalo el muñeco de acción.

–No podía comprar algo para Eli y nada para Max, no es lo que hacen los tíos cool. Tómalo como...un regalo de cumpleaños por adelantado.

Él le guiña un ojo y choca los cinco con ambos niños.

–Gracias tío Will.

Le dice Max aún sobre sus hombros.

Mis niños cumplirían seis años en dos semanas. Will me estaba ayudando a organizarles una fiesta en casa y desde hacía un mes no perdía oportunidad de darles "regalos por adelantado".

–Todo está bien. Tranquilo.

–Mami, mami, él es Luca.

Eli llega corriendo tomada de la mano del niño rubio de hacía un rato, seguidos por Max.

–¿Podemos invitarlo a jugar a casa?

Dice Max.

El niño gira su rostro y lo clava en Nick.

Ay, no.

–Papi, ¿puedo ir?

–Por mi no hay problema, ¿y tu?

Él me mira y no sé si asentir, negarme o desmayarme aquí mismo.

–E-esta bien.

Will me mira extrañado y me aferro a su brazo para no caer directo al suelo.

Cuando terminamos de comer, Will, los niños y yo vamos a casa, pero le escribo a Nick mi dirección para que más tarde lleve a Luca a jugar.

Al llegar, los niños corren al jardín—donde Will les instaló unos juegos cuando tuvieron edad para usarlos y desde entonces no paraban—, dejándome sola con Will.

–Lyssa, ¿que fue eso? En el restaurante.

–Es él, Will.

Él me mira sin comprender y tomo mi cabello entre mis manos con frustración.

–Es Nicholas, el padre de los mellizos.