Contra El Mundo Por Ella romance Capítulo 5

Al volver del aeropuerto, Colton descubrió que su cartera había desaparecido. «Tiene que ser el chico del aeropuerto. Es la única persona con la que he tenido contacto», pensó.

Nicole se irritó al instante por los comentarios egoístas del hombre. Luchando por reprimir su enfado, le explicó:

—A usted se le ha caído la cartera y yo tengo la amabilidad de llamarle para devolvérsela.

—Que lo entreguen en el hotel Central Pavilion, o sufrirá las consecuencias —dijo Colton con voz fría antes de colgar enseguida. No quería decir nada más que lo necesario a una mujer así, pero había varias tarjetas en su cartera que eran bastante importantes, y sería una molestia que las volvieran a emitir.

Nicole estuvo a punto de enloquecer cuando escuchó que había terminado la llamada. «¡Qué idiota! ¿Cómo puede darme órdenes como si tuviera derecho a hacerlo?» Apretó la cartera en la mano, deseando poder tirarla al retrete y tirar de la cadena. Sin embargo, se resistió a hacerlo, ya que no quería causar problemas innecesarios, ya que acababa de regresar del extranjero. Volviendo a meter la tarjeta de identificación en la mano de Hayden en la cartera, preguntó preocupada:

-¿Has tocado algo más en la cartera?

Hayden parecía ¡nocente e inofensivo con sus ojos negros y redondos:

-No. Todo lo que hice fue echar un vistazo a su tarjeta de identificación.

Nicole metió la cartera en su bolso antes de sacar su teléfono móvil para pedir una comida para su hijo. Mirándolo, dijo con toda seriedad:

—Gracias a ti, Hayden, tengo que salir de casa dentro de un rato y no volveré hasta unas tres horas después. ¿Puedes arreglártelas tú solo?

El viaje de ¡da y vuelta desde hasta el hotel Central Pavilion duraría dos horas. Teniendo en cuenta el tiempo que

pasaría en el hotel, tardaría unas tres horas en volver.

-Sí, puedo. -Hayden asintió con un toque de determinación en sus ojos. Nicole instruyó:

—Bueno, entonces, vete a tu habitación a dormir si quieres después de terminar tu cena. Ya está ordenada.

«Qué mal año para mí, metiéndome en tantos problemas nada más volver», se lamentó.

Hayden asintió con obediencia mientras respondía con voz infantil:

-Sí, lo entiendo, mamá. Sólo vete, o si no será tarde cuando vuelvas.

De alguna manera, Nicole sintió que Hayden estaba ansioso porque se marchara. «De seguro lo estoy imaginando...», se convenció.

Mientras tanto, en el Hotel Central Pavilion, un grupo de personas mantenía una animada conversación cuando uno de ellos recordó de repente algo:

-Si mi memoria no me falla, la Corporación Gardner va a asociarse con la Sra. Lisa de F&M AppareL ¿No sería la guinda del pastel? Con ella al frente, la corporación reforzará su posición como empresa líder en la expansión del mercado de la moda.

Colton respondió impasible:

—Mm-hmm.

-¿No se dijo que la Sra. Lisa llegaría hoy al país? ¿Has podido recogerla?

Al oír la pregunta, Colton dirigió su mirada a Queenie, que estaba a su lado. Ella había pensado que no era nada importante, así que no esperaba que se sacara el tema. Al no tener otra opción, dijo con una sonrisa tensa:

-No, no lo hice. Surgió algo, así que perdí la oportunidad.

-La cena anual de F&M Apparel se celebrará en el Hotel Crown medio mes después. Será mejor que no lo estropees.

Mientras tanto, Nicole llegó al hotel en taxi. Después de pagar y bajarse, entró en el vestíbulo y llamó al pomposo hombre. Pasó una eternidad antes de que la llamada telefónica fuera contestada.

-He llegado al hotel Central Pavilion. Por favor, baje a recoger su cartera, o la dejaré en la recepción del hotel -se apuró en decir, temiendo que el hombre pudiera pensar una vez más que estaba tramando algo sobre él.

-Tráela a la habitación 816 -ordenó Colton antes de colgar enseguida.

«Sé paciente», se dijo, Nicole aferrándose al teléfono en su mano con todas sus fuerzas. «¡Tengo que tener paciencia! ¡Ahora que he llegado al hotel, el asunto se acabará cuando le devuelva la cartera a ese tipo!»

Tras tomar el ascensor hasta la octava planta, encontró la habitación 816. Gracias a sus buenos modales, llamó a la puerta y no la abrió ni entró hasta que oyó una voz que decía:

-Adelante.

En el interior de la sala había una docena de hombres y mujeres, pero Nicole distinguió a Colton sentado frente a ella de un vistazo. Vestido con un traje y un par de zapatos de cuero, se sentó erguido, atrayendo su mirada de inmediato con su presencia imponente. «Bueno, este idiota es maleducado y dominante, pero su aspecto y

comportamiento son excepcionales...»

De repente, un grito agudo la sacó de su ensueño.

-¿Por qué estás aquí, Nicole?

Al ver a Queenie junto a Colton, se sorprendió por un momento...