Orson se quedó sin palabras, incapaz de determinar si Priscila realmente se preocupaba por su hijo o si era completamente indiferente a su seguridad.
Por un lado, parecía preocuparse por el niño; después de todo, había dado a luz y lo había criado hasta ese momento. Pero por otro lado, ante la lesión del niño, en lugar de llevarlo de inmediato al hospital para revisar su estado, llamó a Orson, exigiéndole que se presentara.
La indiferencia de Priscila era evidente al ver el gran chichón en la frente del niño y no mostrar ninguna prisa por atender la herida.
Si hubiera sido hijo de Jimena, ella habría dejado todo de lado, olvidado cualquier conflicto y llevado al niño al hospital para asegurarse de que estuviera bien, antes de poder estar tranquila.
Orson, ahora también era padre, aunque no había pasado mucho tiempo con Fred y Adora, los amaba sinceramente. Si Fred o Adora resultaran heridos, se pondría igual de nervioso.
No dudaría en hacer a un lado cualquier asunto pendiente para atender primero la herida en la cabeza de su hijo, sin distraerse con rencores entre adultos.
Pero Priscila, en lugar de preocuparse por su hijo primero, acusaba a Jimena y usaba el incidente para forzar a Orson a aparecer.e2
Para Priscila, ella siempre era lo primero. Nadie podía ocupar el lugar principal en su corazón, ni siquiera su propio hijo, y no había problema más importante que resolver para ella que sus propios asuntos.
Tal vez esa era la diferencia entre Priscila y Jimena.
Priscila era egoísta al extremo, solo le importaba lo que quería y nunca consideraba los sentimientos de los demás.
En cambio, Jimena, aunque parecía descuidada y frívola, realmente se preocupaba por la gente a la que quería, especialmente sus hijos, a quienes valoraba por encima de todo lo demás.
Si Orson se había enamorado de Jimena, probablemente era por esa bondad inherente en ella, una cualidad que dejaba a Priscila muy atrás.
¡Iba a llevar personalmente al niño al hospital!
Al darse cuenta de esto, el enojo en los ojos de Priscila se transformó instantáneamente en un brillo de alegría y siguió a Orson contenta.
Incluso apretó al niño en sus brazos un poco más y le dijo mientras caminaban: "Tu papá te va a llevar al hospital, Jason, sé bueno, pronto dejará de doler".
Orson caminaba al frente, pero aun así escuchó lo que Priscila le dijo al niño y le pareció ridículo. ¿Solo porque van al hospital significaba que ya no le iba a doler? Probablemente solo Priscila pensaba así.
No muy lejos del centro comercial había un hospital, donde Orson llevó al niño a consulta. El médico lo examinó, hizo algunas preguntas y determinó que el niño no tenía nada serio, solo una contusión superficial y recomendó cuidados en casa.
Al escuchar al médico decir que no era nada grave, Orson también se sintió aliviado.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: ¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia
excelente cada capítulo es mejor amo esta historia...
suban mas capitulos por favor es excelente la historia...
Suban más por favor 🙏🏼 muy buena historia 💝...
Suban más capítulos 🙏🏼...