Ella acababa de salir con su amiga.
No esperaba que, apenas entraron a la concesionaria de BMW, se toparan con Orson y Jimena.
Y lo que más enojaba a Priscila era que ¡Orson le estaba comprando un carro a Jimena! ¿Con qué derecho le compraba un carro a ella?
El dinero de Orson también provenía de la familia Guzmán, ¿cómo se atrevía a gastarlo con Jimena?
El coraje de Priscila ardía en su interior, casi extendiéndose como un incendio forestal, mientras ella se esforzaba por contenerlo.
Sin Marisa para apoyarla, se le ocurrió actuar sumisa, fingiéndose débil y digna de lástima.
Antes despreciaba recurrir a esta táctica, pero la realidad era cruel y no le quedaba otra.e2
"Priscila, ese papel de flor delicada no te queda, mejor sé como siempre", dijo Orson, descubriendo su farsa.
El furor que Priscila había estado reprimiendo saltó de su corazón, incapaz de mantenerlo bajo control.
Su apariencia de víctima se transformó al instante en una expresión amenazante mientras apuntaba a Orson y gritaba: "¡Orson, qué demonios te crees para comprarle un carro a esa zorra de Jimena! ¡Cada centavo que gastas proviene de la ayuda de mi padre, y usas el dinero de mi familia para complacer a otra mujer, sin siquiera consultarnos!"
Priscila estaba acostumbrada a imponerse, y si seguía reprimiendo su enojo, enloquecería.
Después de solo unos minutos de contención, ya estaba al borde de la locura.
Ahora que Orson había desenmascarado su acto, no podía seguir fingiendo y estalló en insultos, escupiendo furiosa, como si estuviera en una pelea callejera.
"¡No has trabajado en tu vida, qué habilidades tienes! ¡Siempre has sido un inútil, no sabes hacer nada! ¡No es de extrañar que tu primo te tenga tan pisoteado!" Priscila replicó, jadeando de ira.
En su mente, simplemente despreciaba a Orson, pensando que era solo un playboy sin talento real.
Si no fuera por esa apariencia suya que la tenía hechizada, Priscila ni siquiera lo consideraría.
Esas palabras de Priscila eran tan hirientes que Jimena no podía soportarlo.
"Oye, tú..." dijo, ofuscada, avanzando para defender a Orson.
Pero apenas dio un paso cuando Orson la jaló hacia atrás; Jimena lo miró fijamente y vio su rostro oscuro y amenazador, con una aura más feroz que nunca.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: ¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia
excelente cada capítulo es mejor amo esta historia...
suban mas capitulos por favor es excelente la historia...
Suban más por favor 🙏🏼 muy buena historia 💝...
Suban más capítulos 🙏🏼...