Al encontrarse con la mirada afilada de su madre, Jimena se acobardó de inmediato, reprimiendo la ferocidad que se asomaba en sus ojos y lanzó una sonrisa incómoda hacia su madre, sin deshacerse de la mano de Orson que reposaba sobre su hombro.
"Señora, Jimena y yo hemos resuelto una larga serie de malentendidos y hemos decidido estar juntos. Le pido su bendición", dijo Orson al ver que Jimena no apartaba su mano, su confianza creció lo suficiente como para enfrentar a los padres de ella.
Que Jimena no rechazara su mano delante de su madre significaba algo, le estaba dando una oportunidad.
Una oportunidad para mostrarle a su madre su sinceridad. Si Jacinta lo aceptaba, podría estar con Jimena de verdad.
Era una ocasión de oro, si la dejaba pasar sería un tonto.
Así que, por más nervioso que estuviera por dentro, se armó de valor y expresó lo más importante.
Apenas terminó de hablar, sin esperar respuesta de Jacinta, Jimena le apartó la mano y replicó: "¿Quién dice que quiero estar contigo? No te hagas ilusiones".e2
Antes de que Jacinta pudiera alegrarse, escuchó a su hija rechazar a Orson de forma rotunda y sus cejas se fruncieron al instante.
Orson se desesperó y, en su ansiedad, clavó su mirada en el anillo que Jimena llevaba en el dedo anular, diciendo: "Ya aceptaste mi propuesta de matrimonio, ¿vas a echar para atrás ahora?"
"Sinvergüenza, ¿quién aceptó tu propuesta?", se defendió Jimena, firme en su posición, a pesar de haber sido pillada besándose con Orson por su madre, lo que la hizo sentir muy incómoda, eso no significaba que tuviera que estar con él.
Orson agarró su mano, levantándola frente a Jacinta para que viera claramente el anillo: "Si no aceptaste mi propuesta, ¿cómo explicas esto?"
Jimena se sorprendió, recordando que todavía llevaba el anillo de compromiso de Orson.
Delante de Jacinta, intentó quitárselo, pero Orson intentó detenerla. Ella estaba decidida a hacerlo y empezaron a forcejear, creando un caos.
Después de su explicación concisa, Orson lanzó una mirada inocente a Jimena, como si se sintiera traicionado.
"No es así, mamá, no te dejes llevar por su versión tergiversada, la verdad es esta", intervino Jimena, ansiosa por aclarar las cosas.
"¡Basta! No me cuentes historias, solo dime, ¿aceptaste el anillo de Orson?", Jacinta hizo un gesto de pausa y le planteó la pregunta clave a Jimena.
"Es que yo...", Jimena intentó explicarse.
"No necesito más explicaciones, solo dime si ese anillo te lo dio Orson", la interrumpió Jacinta, esperando un simple sí o no.
Jimena frunció los labios y dijo con pesar: "Sí".
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: ¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia
excelente cada capítulo es mejor amo esta historia...
suban mas capitulos por favor es excelente la historia...
Suban más por favor 🙏🏼 muy buena historia 💝...
Suban más capítulos 🙏🏼...