¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia romance Capítulo 2032

Orson abrió sus ojos encantadores, mirando a Priscila con sorpresa. Su respiración se volvió irregular por la emoción que le provocó la noticia.

Jimena tampoco se lo esperaba, nunca imaginó que la verdad fuera esa. Esa noche, Orson había estado con una mujer, así que cuando Priscila confesó que había sido ella, Orson no lo dudó. No podía ignorar lo que había sucedido.

Pero en realidad, la mujer con la que Orson había estado era Jimena, no Priscila.

Jimena, borracha aquella noche, se sentía pegajosa y creía que era por el exceso de sudor, nunca se le ocurrió pensar en otra posibilidad.

Ahora, la verdad salía a la luz.

El nudo en su corazón, el obstáculo que no podía superar, resultó ser solo un malentendido. Lo que le molestaba de Orson aquella noche, en realidad, era ella misma.

Después de haber confesado, Priscila se sintió molesta y dolida, pero reprimió su enojo frente a Jimena. A pesar de su furia interna, no se atrevía a desahogarse frente a ella. Conteniendo su tono desafiante, preguntó con voz suave: "Ya les he dicho todo, ¿puedo irme ahora?"e2

Priscila no tenía muchas habilidades, su arrogancia se respaldaba en el poder de su familia. Siempre había sido alguien que intimidaba a los débiles y temía a los fuertes.

La ferocidad que Jimena había mostrado era de alguien que realmente quería acabar con su vida. Priscila le temía y, aunque le había dicho la verdad, no se atrevía a levantarle la voz a Jimena, quien

hora tenía el respaldo de Orson, su confianza y su apoyo venían de él.

Y ella, estaba sola y sin poder, no era rival para ellos.

La venganza de un caballero podía esperar diez años. Lo importante era escapar.

Jimena, recuperando su compostura, la miró fijamente y dijo: "¿Te atreves a jurar por el cielo que todo lo que has dicho es la verdad, sin la menor mentira?"

Estaba dejando ir a Priscila.

La presión que envolvía a Priscila se disipó, y aunque se sintió aliviada, no se fue de inmediato.

Miró a Orson con nostalgia, pero vio su expresión de desdén hacia ella.

Su corazón se sintió aún más herido, pero aguantando toda su pena, se marchó rápidamente.

En este juego, había perdido completamente, dejando atrás su orgullo y su armadura.

Priscila se fue y la tensión en el ambiente también se disipó.

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