¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia romance Capítulo 2041

"Orson es como mil veces más hermoso que tú, no te hagas ilusiones", le soltó Jacinta.

Jimena se picó y dijo: "Mamá, ¿por qué te pones en contra mía?"

"¿En contra? ¿Acaso Orson es un extraño?", contraatacó Jacinta.

Jimena se quedó sin palabras.

En realidad, si su hija ya se había casado con Orson, todos eran familia.

Pero apenas se habían casado y su madre ya estaba protegiendo a Orson y menospreciando a su propia hija. No había duda, definitivamente era su mamá.

"Deja de soñar despierta y ven a ayudarme a cocinar", dijo Jacinta.e2

Jimena entonces se movió, guardó su tarjeta bancaria y el certificado de matrimonio en su habitación y se dirigió a la cocina.

….

Después de dos días de descanso, Elia estaba mucho mejor de sus heridas.

Fue a llamar a la comisaría cuando se enteró de que Ramiro había sido detenido por secuestro y estaba esperando juicio.

Es decir, desde aquel incidente, Ramiro había estado en el calabozo.

Al saber que Ramiro iba a ser juzgado, Elia sintió un torbellino de emociones.

Ramiro había cometido tantas faltas que tenía que pagar por sus errores, merecía un castigo.

Pero al pensar que Ramiro había llegado a ese punto en parte por su culpa, no pudo evitar sentirse culpable.

Si Ramiro no hubiera valorado tanto su amistad con Sergio, no se habría obsesionado con cumplir su último deseo y no se habría enfocado tanto en Asier.

Podría haber seguido siendo aquel educado y sonriente primogénito de la familia, con un futuro brillante.

Una mujer que podía abandonar, utilizar e incluso ignorar la vida de su propio hijo por beneficio propio, ¿qué conciencia podía tener?

Todo lo que hacía era por ella misma.

Una cadena perpetua era el mejor desenlace posible para alguien así.

Ese día Asier había ido a la empresa, ya que la nueva compañía de Asier estaba bastante cargada de trabajo y, siendo una empresa en sus inicios, había muchas cosas que requerían la atención directa de Asier, por eso estaba bastante atareado estos días.

Elia recordó que la última vez que iban a casarse, se dio cuenta de que no había traído sus documentos de Pueblo Saurí.

Había pensado en volver a buscarlo, pero luego fue secuestrada por Ramiro y terminó con los tobillos y las muñecas hinchadas, lo que le dificultaba moverse, así que no había ido.

Ahora que estaba casi recuperada, decidió ir por su cuenta a Pueblo Saurí a buscar su identidad.

Quería casarse con Asier lo antes posible.

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: ¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia