Al volver a casa, ya eran las cuatro y media de la tarde y Asier todavía no había regresado.
Elia estaba sentada en el sofá, aburrida viendo la televisión, cuando fueron casi cerca de las seis, Asier finalmente llegó.
Llevaba un traje negro hecho a mano que irradiaba un aire aristocrático, la corbata impecablemente anudada, todo en él gritaba que era un hombre de élite en la sociedad.
Elia giró la cabeza para verlo entrar y por un momento, su expresión se volvió un tanto distante.
"¿En qué piensas?" resonó la voz de Asier.
Fue entonces cuando Elia volvió en sí, se levantó de inmediato y se acercó para tomar su chaqueta, caminando a su lado y empezó a charlar: "¿Por qué saliste tan tarde del trabajo hoy?"
"La empresa está empezando y hay varios proyectos grandes en marcha. A propósito," dijo Asier, lanzando una mirada profunda hacia Elia, "si tienes algún diseño bueno, puedes vendérnoslo. Últimamente nos hacen falta diseños de joyería de calidad."e2
Asier había creado esa empresa para Elia.
La había convertido en una diseñadora de joyas reconocida en todo el país.
Ningún diseñador se había hecho famoso tan poco después de graduarse, con obras que se vendían sin siquiera pedirlo.
Solo Elia.
Y solo Asier tenía la capacidad de hacer que el primer diseño de Elia se convirtiera en algo tan codiciado en todo el país.
"Ah, últimamente he estado algo perezosa, no le he dedicado tiempo al diseño," se disculpó Elia, bajando la mirada.
Colgó la chaqueta de Asier en el perchero y tocó el registro familiar en su bolsillo, bajando la vista para ocultar la tristeza que pesaba en su corazón.
Como ella misma le había dicho a Cecilia, ¿quién no tenía un pasado?
Asier levantó la mirada, sus profundos y oscuros ojos brillaban con emoción, estaba claramente sorprendido.
Sin embargo, lo que salió de su garganta fue un calmado y simple: "Mmm."
A Elia no le gustó nada esa reacción, ella estaba hablando de ir a formalizar su relación y él respondía con tal indiferencia, ¿acaso no estaba feliz?
"Si no tienes tiempo, entonces no hace falta que vayamos," dijo Elia, sintiéndose incómoda por dentro y más aún después de la reacción tan apática de Asier.
Dicho esto, se giró y se fue hacia las escaleras.
Asier se quedó confundido, todo iba bien, ¿por qué de repente ella se había enfadado?
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: ¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia
excelente cada capítulo es mejor amo esta historia...
suban mas capitulos por favor es excelente la historia...
Suban más por favor 🙏🏼 muy buena historia 💝...
Suban más capítulos 🙏🏼...