Después de comer, Maximiliano y Cecilia se despidieron.
Bruno fue a pagar la cuenta y los guardaespaldas se retiraron.
En el reservado, solo quedaban Elia y Asier.
Elia no tenía prisa por irse y, sentada en su lugar, extendió la mano hacia Asier.
Asier miró la palma de la mano que se extendía frente a él y con una voz grave y atractiva preguntó: "¿Hmm?"
Era un tono de interrogación.
"Mejor dame el certificado de matrimonio para guardarlo yo," dijo Elia. "Así evitamos que alguien más lo ande mostrando por ahí para alardear."e2
El comentario de Elia tenía un tono juguetón.
Durante la comida con Maximiliano, Elia se había contenido de no preguntarle a Asier por qué, si esa misma mañana habían recogido su certificado de matrimonio, por la tarde Maximiliano y Cecilia ya estaban al tanto de la noticia y Asier incluso los había invitado a celebrar con ellos.
Seguramente fue porque Asier no había dejado el certificado en casa y se lo había mostrado a Maximiliano y Cecilia.
Orson y Jimena, tras recoger su certificado, habían esperado dos días para contarle a ella, su mejor amiga.
Pero Asier resultó ser más impaciente que Jimena, el mismo día que lo recogieron ya estaba avisando a Maximiliano y ¡hasta invitando gente a la celebración!
Eso era algo que Elia nunca hubiera imaginado.
El lindo rostro de Asier se iluminó con una sonrisa leve, sacó de su bolsillo del traje los dos certificados de matrimonio y los depositó en la mano de Elia: "Aquí tienes, querida esposa, guárdalos bien."
Esa repentina mención de "esposa" hizo que Elia sintiera un cosquilleo en el corazón.
Aunque ya tenía los certificados en su mano, no lo guardó de inmediato, sino que miró fijamente a Asier, todavía inmersa en el encanto de ser llamada "esposa".
Ese apelativo había llegado tan de repente que ella no estaba preparada.
No tenía prisa en forzarla a que lo llamara "marido".
La mano de Elia, envuelta por la suya, grande y firme, le transmitió una sensación de seguridad que se extendió por todo su cuerpo.
Elia se emocionaba fácilmente y con solo unas palabras de Asier, sintió un nudo en la garganta, respondiendo con un sonido nasalizado: "Mmm."
Asier captó la emoción en su voz y con su dedo índice acarició suavemente su nariz, mirándola con adoración: "Vamos, tonta, vayamos a ver una película."
Dicho eso, se levantó llevándola de la mano.
La película fue elegida por Elia, a quien no le gustaban las películas de artes marciales ni de terror, por lo que optó por una comedia romántica.
Al final de la película, los protagonistas superaron todos los obstáculos y finalmente se unieron. En su boda, el protagonista abrazó a la protagonista y la besó apasionadamente, mientras los fuegos artificiales caían desde lo alto, esparciéndose a su alrededor y envolviéndolos en un aura de belleza y romance.
Ese beso lleno de amor, además, calentó los corazones de todas las parejas en la sala de cine.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: ¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia
excelente cada capítulo es mejor amo esta historia...
suban mas capitulos por favor es excelente la historia...
Suban más por favor 🙏🏼 muy buena historia 💝...
Suban más capítulos 🙏🏼...