Elia estaba comiendo palomitas de maíz, absorta en la pantalla del cine.
De repente, una mano grande le tomó la cara y la giró hacia un lado; y de repente, sus labios fueron besados sin previo aviso.
Los labios cálidos presionaban los suyos, y una sensación de hormigueo y calor se extendía desde su boca hasta cada extremo de su cuerpo. Su corazón parecía llenarse de sangre fresca, latiendo con fuerza.
Elia abrió los ojos de par en par, paralizada, sin moverse.
¡Asier la estaba besando de repente!
¿Sería por influencia de la escena en la película?
Asier besaba con la misma pasión que el protagonista de la película.e2
Con el sentimiento a flor de piel, tomó el control, conquistando por completo la boca de Elia, invitándola a unirse en un baile íntimo.
De estar rígida al principio, Elia se fue ablandando con el beso, quedando floja como algodón, desplomándose en los brazos de Asier.
El calor del pecho de Asier la envolvía, su mano acariciaba su espalda sin preocuparse por el entorno, besándola con descaro. La temperatura del cine subía rápidamente, haciendo que todos sudaran.
El beso se volvía cada vez más enredado, más apasionado.
Elia incluso podía sentir el calor del cuerpo de Asier.
Su aliento viril se mezclaba con el de ella, robándole el aire, haciéndolo cada vez más débil hasta que no pudo respirar.
Asier la soltó de inmediato, sosteniendo su cuerpo flojo en sus brazos.
Liberada de esa asfixia, Elia respiraba profundamente apoyada en Asier.
La respiración de Asier también era errática, pesada y potente. Susurró en su oído con una voz ronca y magnética: "Tonta, todavía no aprendes a tomar aire".
A pesar de los cientos de besos que habían compartido, ella todavía no había aprendido a respirar en el proceso.
Ella estaba tan viva y proactiva en el amor.
Se sintió satisfecho por el hecho de que Elia tomara la iniciativa, Asier la siguió contento.
Apenas salieron del cine, las luces se apagaron, sumiendo el lugar en la oscuridad.
Asier miró hacia atrás y preguntó: "¿Cómo sabías que iban a apagar las luces?"
"Porque ya he venido antes a ver películas", respondió Elia con naturalidad.
"Oh, ¿y con quién te has quedado hasta que apagaron las luces sin querer irte?" preguntó Asier con voz baja y magnética.
La sonrisa en el rostro de Elia se tensó un poco, sin responder.
Asier insistió y preguntó : "¿Fue con Sergio?"
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: ¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia
excelente cada capítulo es mejor amo esta historia...
suban mas capitulos por favor es excelente la historia...
Suban más por favor 🙏🏼 muy buena historia 💝...
Suban más capítulos 🙏🏼...