¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia romance Capítulo 2079

Elia se sintió halagada y algo avergonzada por la atención.

Instintivamente, intentó retirar su mano de la de Asier, pero él la sujetó con firmeza.

En ese momento, frente a Aurora, parecía que Asier quería que Elia también estuviera a su lado en este enfrentamiento.

Sosteniendo la mano de Elia, Asier continuó diciéndole a Aurora: "Antes eras mi confidente, nos conocíamos como nadie y éramos los mejores socios en los negocios. Ahora que estoy casado, deberías felicitarme, ¿verdad?"

Al escuchar eso, Belén sintió un impulso de confrontar a Asier, pero apenas empezó a moverse, Maximiliano la detuvo.

Belén le lanzó una mirada furiosa a Maximiliano en silenciosa protesta. Todos sabían que Asier y Aurora habían sido amigos de la infancia y pareja de jóvenes. Si Aurora no hubiera fallecido, sin lugar a dudas, habría sido ella la que se casara con Asier.

Y en ese momento, ¿qué estaba haciendo Asier llevando a Elia frente a la tumba de Aurora para declarar que era su esposa?e2

Ese día era el aniversario luctuoso de Aurora, todos habían venido a rendirle homenaje, sin embargo él estaba presentando a Elia como su esposa frente a Aurora. ¿Acaso Asier quería perturbar la paz eterna de Aurora?

Además, aunque Aurora hubiera fallecido trágicamente, Cecilia quería ser la esposa de Asier. ¿Cómo había llegado a ser Elia la elegida?

Maximiliano recibió la mirada enojada de Belén y, con calma, le indicó que no actuara impulsivamente.

Belén estaba furiosa y miró a Cecilia con simpatía, esperando verla verde de ira, fijando su mirada enfurecida en Asier y Elia.

Sin embargo, lo que vio en el rostro de Cecilia fue una expresión de tranquilidad.

Cecilia no estaba tan enojada como Belén había imaginado.

¿Qué estaba pasando?

¿Acaso Cecilia había aprendido tan rápido a ocultar sus emociones?

¿O era que ya no le importaba Asier?

Al oír eso, Maximiliano palideció y de inmediato giró su mirada hacia Asier y Elia, que estaba a su lado.

En ese momento, Elia también lo miró por casualidad.

Sus miradas se encontraron por un instante, sus ojos brillantes reflejaban una mezcla de pérdida e inocencia.

Maximiliano sintió como si su corazón hubiera sido horadado, abrumado por la vergüenza y el remordimiento.

Apresuradamente, añadió: "Claro, Aurora, Elia también es hija de papá, es tu hermanita. Ella también es parte de la familia Guzmán, tienes que reconocerla."

Maximiliano comenzó a sudar en las manos, Asier estaba allí para reivindicar la identidad de Elia.

¡Estaba allí para darle a Elia el lugar que le correspondía!

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