El Invitado de La Boda romance Capítulo 61

—¡¿Estas embarazada?! — es la pregunta que escuchamos en boca de todos los presentes y la reacción es de sorpresa y felicidad.

Mi esposa y yo nos miramos de manera cómplice y volteamos a ver a nuestras familias quienes esperan una respuesta inmediata y asentimos —si, vamos a ser papás— digo finalmente con el inmenso orgullo y felicidad que me da esa noticia y eso es todo lo que bastara para que este momento se convirtiera en uno llenos de abrazos y buenos deseos.

—Menos mal que les dije que no me hicieran abuelo tan pronto— bromea David y me da un leve golpe en la espalda que me hace reír —ahora, hablando en serio, que linda noticia, seremos abuelos— dice y en esta última frase mira a Lana quien está al borde del llanto.

—Mi hija hermosa— le dice a Alai y la vuelve a abrazar —no puedo creerlo, te convertirás en mamá— comenta y por algún motivo, mi corazón late con demasiada fuerza ante estas palabras.

—Aun no me lo creo— murmura mi esposa y lleva una de sus manos sobre su vientre haciendo que este sea el mejor cumpleaños de toda mi vida.

—Serás una madre increíble— le digo y haciéndome un espacio entre todos, la vuelvo a besar.

—¿Hace cuánto que lo saben? — cuestiona Sam y miro a mi esposa.

—Ella hace una semana, pero yo me entere antes de ayer— digo y Alai sonríe con picardía.

—¡Vaya cumpleaños eh! — bromea Julián y asiento.

—Creía que mi mejor regalo seria tener a esta increíble mujer como esposa, pero ya ves, ella nunca deja de sorprenderme— digo amarrando mi brazo a su cintura y volviéndola a besar provocando los murmullos de nuestra familia que nos hacen reír y separar para no dar un espectáculo indebido —creo que mejor nos vamos a nuestra pequeña fiesta, ¿no? — propongo y rompiendo con las tradiciones como lo hacemos desde el día uno, salimos todos juntos de la capilla que se convirtió en testigo del día más feliz de mi vida.

[…]

En el hotel hay un pequeño salón reservado para nosotros con una exquisita decoración de flores, candelabros y colores pastel cortesía de la experiencia de una de las coordinadoras de eventos. En este mismo lugar, hay una pista de baile, mesas y un exquisito buffet para todos nosotros y no me importa si tenemos diez invitados o mil, solo me importa que ahora ella y yo estamos bailando en el centro de esta pista de baile bajo la melodía de “all of me” de John Legend, una canción que de cierta manera dice mucho de lo que amo de ella y de lo feliz que me hace saber que pasare el resto de mi vida a su lado.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: El Invitado de La Boda