El precio de tu Amor romance Capítulo 53

—¿Quién es el bebé más bello del mundo? —Ana y Andrew se giraron para ver como Natali alzaba a Matthew y le besaba las mejillas haciéndole juego con su nariz—. ¡Yo soy el bebé más hermoso de todos…! ¡Mírenme chicas! Soy lo más bello… —Natali fingió una voz de niñete mientras Ana soltó una risa baja y negó pasándole una bebida a Andrew, sentándose un poco retirados de la sala.

—Ella será una buena madre… —dijo sin dejar de mirar a su hijo que reía a carcajadas y se restregaba los ojos con el puño.

Andrew asintió tomando su jugo rápidamente y luego le indicó a Anaelise:

—Por ahora no… quiero que siga estudiando, y que siga creciendo en su carrera. Lo ha anhelado tanto que, yo mismo deseo que puedo lograrlo pronto.

Ana sonrió mirando fijamente.

—Me alegra que estén aquí, ambos…

—No podía ser otra persona, Ana… Natali es una mujer única.

—Lo sé… es como si fuera hecha para ti —manifestó ella tomando un sorbo de su bebida y llevando la mirada a la terraza de su casa. Xavier discutía por teléfono todavía, y Andrew captó su mirada girándose en su dirección.

—¿Sigue siendo un amargado de mierda?

—Sigue siéndolo, pero fuera de esta casa —ambos rieron y luego se desviaron hacia Nat que se había levantado para arrullar a Matt que ya estaba soñoliento.

Ellos vieron como Natali se acercó hacia su lugar mientras tomaba la cabecita de Matt en su pecho y le susurraba alguna canción.

—Se está quedando dormido… —anunció cuando se detuvo frente a Anaelise.

—Sí… le diré a Clara que venga para que lo lleve a su cuna…

—No, no, por favor, déjame tenerlo un rato más… —Pidió Natali sentándose frente a ellos y ajustando a Matt en sus brazos—. No sé cuándo podamos venir de nuevo, y este chico me ha enamorado tanto que no quiero soltarlo… huele delicioso, y su piel es tan suavecita.

Ana sonrió ampliamente mientras Andrew frunció el ceño.

—Creo que ahora le estoy creyendo a Xavier sobre él… nos está robando a nuestras mujeres.

—¡Te lo dije! —Xavier intervino llegando al salón, para sentarse en el brazo del sofá donde estaba Anaelise. Él tomó sus hombros y los apretó dándole un masaje y luego ella se recostó hacia atrás—. Te dije que no era broma, él ha robado toda la atención que me pertenece en todos estos… duros meses.

Nat negó con una sonrisa.

—Creo que también te daré la razón… siento que quiero comérmelo todo el día a besos… ¿Cómo es tan hermoso? —Xavier rodó los ojos ante el comentario de Nat y se levantó.

—Veré si ya está la comida, porque si me quedo hablaremos todo el día de Matt y no quiero tener problemas con Andrew… a él ya le crecieron los músculos.

Todos dieron una carcajada, entré tanto Andrew volvió a observar detenidamente a Natali.

Todos los días se sorprendía de ella, y cuando sentía que ya no podía amarla más, hacia algo que lo dejaba con la boca abierta.

Estaba ansioso por la boda, había invitado a medio Durango, además de los conocidos de sus padres, aunque a Nat no le había gustado mucho la idea.

Pero quería presumírsela al mundo. Deseaba que Nat fuera reconocida en todas partes como su esposa, y que todo el que la viera ahora, la observara con admiración por lo que era de verdad. No porque se casaba con él, no, sino porque Natali lo merecía y ahora él estaba allí para ella, la cuidaría, la protegería y le brindaría incluso lo que no pidiera.

—¿Entonces ese anillo quiere decir? —Ana hizo que sus pensamientos se dispersaran, sin embargo, Andrew no respondió esperando que Natali dijera algo.

—Tengo este anillo desde hace un año…

Anaelise abrió los ojos sorprendida.

—¿De verdad?

Ambos asintieron mientras ella prosiguió.

—Bueno… nuestra boda será algo muy íntimo, la madre y hermana de Xavier, algunos amigos del hospital, y por supuesto, ustedes…

Las mejillas de Natali se enrojecieron al saber la cantidad de invitados que tenían para la de ellos, pero se quedó callada.

—Pronto les enviaremos nuestra invitación… y la de ustedes será especial… espero que nos acompañen —comunicó Nat siendo discreta mientras la mirada de Andrew la ponía realmente nerviosa.

—¡Listos! ¡Vamos a comer! —Xavier anunció en un grito y todo comenzaron a colocarse de pie.

Clara, el ama de llaves de Xavier y Ana, vino a recibirle a Matt dormido de los brazos de Natali, mientras ella se apresuró a darle un beso en la cabeza para despedirlo por ahora. Y cuando comenzaron a caminar, Andrew abrazó su cuerpo para atrás, para poner su rostro cerca de su oreja.

—Ya te extraño… —Nat sonrió dándole un beso corto en los labios—. ¿Crees que podamos escaparnos a la habitación diciendo que queremos descansar?

Natali le torció los ojos, intentando tomar su mano para seguir el camino al comedor.

—Eso sería de mal gusto…

Andrew resopló un poco fastidiado y lanzándole una mirada acusatoria a Natali por haber aceptado el hospedaje en la casa de Anaelise y Xavier a la primera que le ofrecieron, ya que él tenía mejores planes para ellos que quedarse en esta casa.

Cuando llegaron a la mesa, fue evidente que se sorprendieran con la decoración. Todo había sido preparado como si los estuviesen esperando con ansias, y con una variedad de alimentos que les abrió el apetito al instante.

Ambas parejas se sentaron para tomar una copa, que Xavier llenó para todos, y esperaron las palabras que sabían debían expresar antes de comenzar a comer.

—No soy de muchas palabras… —comenzó Ana seria—. Y aunque mi cara no lo demuestre, me siento privilegiada de tenerlos aquí, junto con mi familia —Xavier tomó su mano y la beso—. Gracias, Andrew por ser mi amigo, mi único amigo verdadero que me apoyó y ayudó en los momentos más difíciles de mi vida… por ser parte de Xavier y por entenderlo también…

Capítulo Extra 1

Capítulo Extra 2

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