ENTRÉGATE romance Capítulo 46

Violeta mantuvo los ojos cerrados en todo momentos, conteniendo las lágrimas mientras él hacía lo que quería, cuando lo sintió hundirse en ella con firmeza, Violeta mordió la parte interna de su mejilla hasta sentir el sabor de la sangre en su boca, al menos aquello era menos doloroso, después de que Vladimir terminara, se separó de ella, y cubrió su desnudo y mancillado cuerpo con una sábana. Ella lo sintió moverse, escuchó el sonido que hacía él al vestirse, aún así no abrió los ojos.

—Eres deliciosa, Violeta. Aunque me encantaría que para la próxima vez. . .pongas un poco de tu parte.

—Jamás— respondió firmemente.

—Sucederá, confía en mí— entonces ella abrió los ojos y lo miró con odio.

—Quiero asearme y necesito ir al baño.

—¿Tan ansiosa estás de deshacerte de mi escencia?— preguntó frunciendo el ceño.

—Si y no pienso ocultarlo. Además, deseo ir al baño, ¿ O quieres que orine sobre la cama en la que estoy obligada a permanecer?— preguntó llena de indignación.

—Por supuesto que no, cariño— le dijo en tono dulce— te llevaré al baño, solo recuerda no hacer ninguna tontería, Violeta.

****************

La noche estaba transcurriendo tormentosamente lenta, todos permanecian en la sala ansiosos de obtener noticias, pero hasta el momento Mikahil no había aparecido y Olivia no estaba segura de si aquello era una buena o una mala señal.

Dmitry permanecía en silencio junto a ella, otorgandole un mudo apoyo.

—Creo que voy a volverme loca— dijo poniéndose en pie, tenía la necesidad de caminar no podía seguir allí sentada como si nada, el hecho de estar sin moverse estaba logrando crispar aún más sus nervios.

—¿Quieres un té?— preguntó Dmitry.

—¡Quiero que Mikhail aparezca y traiga a Violeta, es lo único que quiero!— su voz se quebró un poco. La noche siguió avanzando y no tener ninguna respuesta los estaba atormentándo. Serían al rededor de las cinco de la mañana cuando Mikhail llegó a casa, Olivia miró con desespero que Violeta no venía con él, sus esperanzas se fracturaron y sintió como si su corazón cayera al suelo.

—¡Hijo mío!— Annika se puso en pie de inmediato.

—¡Mikhail!— vinieron las hermanas Volkovas, poniéndose también en pie. Dmitry guardó silencio, mientras que Olivia caminaba hacia él lentamente con sus ojos llenos de lágrimas, reconoció la profunda pena y el inmenso dolor en los ojos del ruso, él también estaba sufriendo.

—¿Alguna llamada?— quiso saber él.

—No— negaron todos a una sola voz.

—¿Dónde está Violeta, dónde, Mikhail?

—No lo sé — reconoció frustrado— hemos buscado y rastreado una enorme área, no hay señales de Violeta por ningún lado, no tengo idea de quién pueda tenerla, y me preocupa no haber recibido ninguna llamada para solicitar rescate — maldijo internamente — no quería pensar en esa opción.

—¿Crees que. . .la hayan. . .ase. . . ?

—No lo digas — la cortó mirándola con intensidad, los ojos del ruso brillaron atormentados— no lo digas — repitió — encontraré a Violeta, aunque sea lo último que haga, y cuando eso suceda, la persona que la tiene, deseará jamás haber nacido, jamás haber pensado en poner sus manos sobre mi mujer, porque conocerá un infierno en vida, antes de enviarlo a la otra vida, dónde espero se pudra. Tengo hombres dispersos, investigando, contactos, parte de la familia, todos estamos buscando. . . pronto encontraré a Violeta. Solo vine a tomar una ducha.

—Necesitas descansar— dijo Annika.

—¿Cómo podría descansar sin saber qué está sucediendo con Violeta?— preguntó incrédulo.

—Lo entiendo, pero si no descansas, estarás agotado, no pensarás con claridad.

—Madre tiene razón — dijo Varenka.

—Tú ve y descansa— dijo Dmitry — yo le encargaré de la búsqueda, en cuanto despiertes podrás ir tú y yo descansaré un poco. Si obtengo información o doy con ella, te lo haré saber de inmediato.

—Yo quisiera ayudar— Olivia miró suplicante a Dmitry.

—No es una buena idea, lo mejor es que todos vayan a descansar.

—Tu tampoco has dormido, y has decidido ir — le acusó Olivia.

—Yo solo necesito un baño y. . . — dijo Mikahil.

—Alguien debe mantener la cabeza fría — intervino Dmitry— descansen un poco, yo me haré cargo y ya luego nos turnaremos.

******************

Los siguientes dos días fueron un tormento, habían logrado dar con un hombre que participó en el secuestro, desdichadamente el hombre no sabía nada, aseguró que ellos solo eran la primera parte de un plan, y que su trabajo era entregar a la mujer a otro grupo, y así sucesivamente hasta que ella llegara al hombre que había planeado todo, y que obviamente él no conocía. Después de decir todo cuánto sabía, el hombre fue asesinado.

Olivia estaba al borde de la locura. Violeta seguía sin aparecer, y por si aquello fuese poco, Jarvis tenía dos días que no se comunicaba con ella, había intentado marcarle pero recordó que él había hecho mucho incapié en que debía esperar a que fuese él quién se comunicara. Todo aquello la tenía al borde del colapso, por lo que en contra de su voluntad le habían aplicado inyecciones obligandola a dormir. Annika y sus hijas, se rotaban para hacerle compañía. Dmitry, al igual que los integrantes de la trilogía mafiosa estaban involucrados directamente en la búsqueda. Las mujeres Petrovas e Ivanovas, iban a brindarle su apoyo y consuelo.

Olivia no sabía cuánto tiempo duraría ésto, pero estaba resultando sumamente desgastante emocionalmente hablando.

¿Dónde estaba Jarvis?

¿Por qué no se había comunicado con ella?

—¿Qué quieres decir?— quiso saber.

—Acabas de ingerir la droga del deseo— dijo sonriendo y Violeta lo miró llena de terror.

—¿Qué?, ¿De qué hablas?— preguntó asustada.

—Es muy sencillo, cariño. Es una droga traída exclusivamente desde Asia. Es una droga potente que incrementa el líbido, acelera tu apetito sexual, deshinibe tu resistencia.

—¿Qué. . .?

—Muchos le llaman la droga del deseo, la droga del placer. . . en ocasiones es suministrada a víctimas de trata de personas, para que "trabajen" más animadamente.

—¿Me drogaste?— preguntó con ojos enormes.

—Es mucho mejor que un afrodisíaco — rió él.

—Ni siquiera drogada me entregaré de buena manera a ti — le advirtió.

—No es algo que puedas controlar — se burló de ella— tu cuerpo estará ardiendo de pasión, deseando con desesperación ser tocado, el simple hecho de que te miré te excitará a tal grado de no poder controlar las reacciones de tu cuerpo. Lo mejor de todo es que, aunque quieras no podrás negarte.

—Tengo mucha fuerza de voluntad, maldito desgraciado — le escupió con odio.

—Supongamos que así sea, Violeta, que luches contra la excitación y que te controles para evitarme. Terminarías muriendo.

—¿Qué dices?— lo miró asustada.

—La droga es tan potente que al activarse su efecto en el cuerpo, exige liberación.

—No. . . no lo comprendo — dijo tartamudeando.

—Aunque logres controlar tus reacciones y te niegues a tener sexo, tu corazón se detendrá, morirás por la sobre excitación. La droga necesita salir de tu cuerpo y solo lo logras exhudandolo, debes sudar— sonrió malicioso— así que una buena actividad cardiovascular será tu única salvación, en ese caso cuando comiencen los efectos, sentirás calor, deseo, excitación y tú cuerpo querrá desesperadamente un orgasmo, si no lo obtienes, comenzará la arritmia, la reparación agitada, la falta de oxígeno y ¡Pum! tu corazón estallará dentro de tu pecho, o se detendrá. . . ¡Quien sabe!— Violeta no podía creer lo que estaba escuchando— la única salvación es exhudar la droga, tener sexo, y en esta habitación, soy el único capaz de ayudarte con eso, cariño.

—¡MALDITO INFELIZ!— le gritó con los ojos llenos de lágrimas.

—Solo tienes dos opciones Violeta; intentar resistirte al deseo y morir o, entregarte a mí y tener una deliciosa sesión de sexo salvaje para salvar tu vida — sonrió malicioso— Tu futuro está únicamente en tus manos— se acomodó en el sofá, mirándola fijamente, esperando que la droga del deseo iniciará sus efectos.

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