La chica fénix: ¿Mi mate? romance Capítulo 21

Eli

El mundo esta lleno de misterios hasta mi existencia lo es, mi propio padre no sabe cuales son los alcances de mis poderes ya que cada fénix mantiene su esencia al momento de convertirse. Todavía en estos momentos no conozco todos mis poderes ¬¬y eso es frustrante.

Por eso en este momento me encuentro muy confundida, ahora me encontraba en la ciudad de humanos (antes se me hacía raro decirlo así, ya que yo misma me consideraba una) mi último recuerdo es estar en los brazos de Fer lo pude ver al fin en su forma humana lo extrañe mucho tenemos tanto que contarnos.

Camino sin rumbo fijo observó cada calle cada edificio todos son tan diferentes, me invade la nostalgia cada momento que viví con Aldo, Karla, mi hermano y mi madre las pijamadas, las cenas familiares, los días en que solo comíamos pizza porque nadie quería cocinar a veces extraño ser humana y que mi único problema era si me graduaría o no, solo ser una simple adolescente que quería salir a conocer a su actor favorito.

Me pierdo entre mis pensamientos hasta que llegó a un gym, no sé qué me hizo llegar hasta este lugar solamente veo a personas salir y entrar traspasándome como si no estuviera aquí, decido entrar con lo primero que me encuentro es a muchas personas al parecer hay alguna pelea miro un cartel y claramente hay una pelea al parecer es de chicas dice La Loba Sánchez vs. La Rusa. Me quedo pensando en las personas que buscaron estos nombres artísticos no tienen mucha imaginación.

Dejo de divagar siempre me pierdo en mis pensamientos, sigo caminando para ver que me encuentro y porque razón motivo o circunstancia estoy aquí o al menos mi espíritu o lo que sea que me esté pasando.

Entre la multitud logró ver una cabellera roja es imposible no verla, ya que es la única, la curiosidad me gana y me dirijo hacia esa cabellera tan característica.

Me encuentro con un chico más alto que yo pelirrojo y una mujer castaña que nunca en mi vida olvidaría no sé qué hacer mi pecho se hincha de felicidad por fin estamos completos, estoy enfrente de mi hermano y mi mamá corro a abrazarlos, pero los traspasó lo vuelvo a intentar y lo mismo. Los he buscado por tanto tiempo y aquí los encuentro mamá sigue como cuando me fui, pero mi hermano no, se ve mayor pelirrojo como siempre y tan guapo mi pequeño monstro rojizo.

—Bastián, zanahoria — le susurró y es como si me hubiera escuchado porque giró hacia donde yo estoy, me busca con su mirada esta de frente de mi me mira directamente a los ojos, pero, no me encuentra.

—¿Mamá, dijiste algo? — le pregunta mi hermano.

—No cariño— ella sonríe de manera tierna estás tan confundido con las gemelas que hasta alucinas con que te llaman — eso no me lo esperaba, mi hermano saliendo con gemelas, eso es nuevo y yo que pensaba que se iba a quedar solterón y con gatos bueno con eso lo molestaba, pero, siendo sinceros él siempre se llevaba las miradas de todos.

—Mamá ya hablamos de eso, lo que pasa con Camil y Luz ya es pasado quedamos solo como amigos — se defiende mi hermano, pero te pregunte por qué escuche que una voz conocida me llamaba— le dice a mamá.

— ¿Qué tan conocida? — le pregunta mamá.

—Como cuando me llamaba Eli— se le entrecortó la voz cuando lo dijo veo a mamá y se le llenan de lágrimas los ojos.

—Sé que la extrañas al igual que yo, pero tienes que entender que Eli murió hace años — mi mamá también piensa que estoy muerta eso me duele mas cuando no puedo decirle que estoy bien.

—No, yo no vi ningún cuerpo mamá si no hay cuerpo mi hermana no está muerta— mi hermanito cuanto lo extrañé las noches que nos quedábamos hasta tarde jugando play o mamá y las largas charlas que teníamos, mamá también llora, pero se seca las lágrimas y comienzan a ver a las dos chicas pelear en el Ring. Como siempre haciéndose la fuerte por nosotros.

Quiero gritar y decirles que estoy aquí decirles que no estoy muerta que nunca los olvidé que siempre los tuve presentes fuimos muy tontos en no buscar bien ellos se encuentran en la misma ciudad de siempre, no se como oculto sus rastros, pero fue muy meticulosa al hacerlo ni siquiera papá los pudo encontrar.

Siento mi cuerpo pesado como si tuviera una gran carga encima de mí, con mucho esfuerzo abro mis ojos poco a poco todo deja de ser borroso; lo noto estoy en la habitación de mi lobito de tantas cosas que pasaron, me había olvidado de que estoy enojada con él.

Repasó la mirada en la habitación encontrándome con tres pares de ojos mirándome fijamente, unos son los de Yassi los otros de mi lobito y por últimos los de mi padre, que me mira preocupado, aunque no sé por qué si yo soy inmortal.

—¿Por qué parece que les robe su postre favorito? — trato de bromear para aligerar el ambiente y la primera en rodar los ojos y tirarse encima de mí, es Yassi.

—Tonta casi nos matas del susto

—¿Todavía lo preguntas? — esta lobito está siendo muy altanero últimamente— te desapareces por horas después apareces completamente desmayada en los brazos de un tipo desnudo que por cierto también se desmayó, ¡ah! y para terminar duraste horas para reaccionar, ¿si quieres puedo seguir? — buen punto ahora entiendo, pero igual sigo enojada con él así que lo voy a hacer enojar más.

— ¿Fernando, como está Fer? — exagero de más, ya que desde aquí puedo escuchar su corazón y sé que está dormido y bien.

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