La chica fénix: ¿Mi mate? romance Capítulo 20

Mario

Esta mañana me levanté pensando de hacerle una sorpresa a mi querida Luna, este es mi momento de comenzar el cortejo no importa que lo que me tenga que costar, si tengo que arrodillarme a sus pies lo haré, ella es mi todo mi razón de existir y sé que para los humanos es muy apresurado o más bien tonto, pero, así somos los hombres lobo amamos con cada fibra de nuestro ser, nuestro deber es cuidar, amar y respetar a nuestra pareja sin importar nada, pero soy una bestia también y como tal los celos me invaden.

Salí a conseguir unas rosas, como primer regalo de cortejo, Yassi me dijo que a mi Luna le gusta mucho así que con la ayuda de la humana, pareja de Saíd encontré las perfectas, pero cuando llegué a casa me encuentro con una escena para nada de mi agrado; ella abrazada a otro hombre lobo traté lo más que pude de controlar a Leros, pero se me hizo más difícil cuando no me dijo mi lobito o mi amor, sino que me llamó por el nombre.

La ira me consumía y cuando atacó a mi padre quería sacarle la cabeza, si no fuera porque mi hermana Dalí nos interrumpió me hubiera lazado a pelear, no me importaba que sea el mismísimo príncipe de mi especie.

Lo iba a separar de mi hermanita, pero papá me dio una mirada de advertencia él dice que nunca debemos interferir con los mates, pero mi hermana es muy pequeña todavía y no soy un hermano celoso solo no creo que ella deba de estar cerca de él por lo menos en unos diez años o nunca, no soy exigente.

Me distraje mucho en querer separar a mi pequeña hermana de aquel sujeto, lo peor es que ni notaban nuestra presencia estaban sumidos en el hechizo del lobo; se le conoce así porque cuando una de las parejas todavía no se ha presentado su espíritu lobuno el de la otra pareja establece el lazo de protección. El lobo del príncipe lo creó y tengo rotundamente prohibido meterme.

Todos estábamos adentro de casa y nos habíamos presentado los amigos de mi Luna se sentaron juntos con una extraña pose miro a mamá que solamente se encoge de hombros por lo bizarro de la situación, trate de estar igual de serio que ellos cuando me doy cuenta de que mi Luna no está con nosotros. La busco con la mirada, pero no la encuentro.

—Hasta que al fin te das cuenta de que tu mate no está— Me dice el primo de mi mate Dalec supongo que se llama.

—¿Dónde está? — pregunto y todos en la sala me miran.

—Pues yo qué sé, creó que le dolió que cuando te miraba y tú no le ponías atención o la mirabas con odio— pero, qué yo jamás haría eso miro a mis padres y ellos no dicen nada.

—Yo no la mire con odio solo trataba de procesar lo que estaba pasando— me defiendo.

— Típico de los lobos, son lentos por naturaleza— varios gruñidos se escucharon en la habitación por el comentario del príncipe demonio.

—Pues ella no pensó lo mismo para rematar nunca le dijeron que había otra integrante en su familia como piensas que ella se sienta en enterarse de esa manera que tiene cuñada y ustedes no le dijeron— mierda no lo pensé mis padres es tan igual que yo Yassi tiene razón no le contamos nada sobre Dalí. Se nos había olvidado hablar de ella nunca escondería a mi hermana eso no tiene ningún sentido.

—Hay que buscarla — me levanto, pero los amigos de mi Luna no lo hacen— ustedes no vienen —ellos me miran y niega.

—Conociendo a Eli si ella se escabullo de esa manera es porque no quiere hablar con nadie— me responde Serene miro a mis padres y ellos asienten.

— Ella prefiere estar sola para pensar, pasan los años y sus hábitos no cambiaran— responde mi madre con un suspiro nostálgico

— Como no, si para ella no paso mucho— papá gruñe al príncipe Nick y aunque quisiera hacer lo mismo, no conozco mucho de mi pareja y ellos sí, así que decido hacerles caso.

—Está bien, pero si se hace tarde y ella no aparece, la buscaré.

Han pasado ya varias horas y mi Luna no regresa me estoy desesperando, su primo se fue, pero me amenazo que si mi Luna no aparece me mataría, sus amigos dicen que ya llegará mis padres dicen lo mismo, no me puedo imaginar lo mucho que le ha dolido mi silencio o aún más que la ignorara.

—Si nuestra mate no aparece será tu culpa— me reprocha Leros.

—Qué culpa si eras tú el que quería salirse de control—le digo y es verdad casi y no podía tranquilizarlo.

—Si, pero fuiste tú que la miro con odio— me reclama.

—Yo no la mire con odio solo estaba enojado con el Príncipe Nick por atacar a mi padre— Leros se queda callado y no me vuelve a responder, no hay nada más lindo que tu lobo te deje en visto.

—Ya no aguanto más voy a buscarla— le digo a sus amigos.

—Bueno nosotros también, vamos siempre que se enoja desaparece por algunas horas, pero ya es mucho te acompañaremos— me dice el Príncipe Nick

Estamos todos listo para ir a buscar a mi Luna hasta las chicas humanas irán, me sorprende que apenas la conocen y son leales a ella.

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