La verdad de nuestra historia romance Capítulo 133

Esa noche, después de que Roxana le pidiera a Andrés y Bautista que se fueran a la cama, volvió a la habitación para cuidar a Estela.

Una vez que Catalina se enteró de que Estela se había recuperado, se quedó muy apegada a la niña. De hecho, las dos mujeres incluso bañaron juntas a la niña. Catalina se sintió muy angustiada cuando vio el moretón en el trasero de la niña y, al instante, no pudo evitar quejarse:

—¿Quién le hizo esto? La señorita Estela siempre ha tenido mala salud, y el señor. Fariña ni siquiera se atreve a ser severo con ella...

Al oír eso, Estela parpadeó ante Catalina; sin embargo, al pensar en la advertencia de Abril, se quedó callada.

De repente, Roxana recordó lo que Luciano había dicho en la casa embrujada y el misterio de la identidad de la madre de Estela seguía dando vueltas en su cabeza. Cuando se dio cuenta de que Catalina había trabajado en la residencia Fariña durante todos esos años y que podría saber algo, le preguntó en un tono despreocupado:

—Catalina, ¿por qué la madre de Ela no vino a visitarla a pesar de lo grave que fue su episodio? ¿Tuvo alguna otra emergencia?

Al oír eso, Catalina se tensionó y la miró sorprendida. Todo el tiempo ella pensó que Roxana sabía que Estela era su hija, ya que, después de todo, ella había dado a luz a la niña; por eso la pregunta la sobresaltó. «La señora Jerez me está preguntando sutilmente quién es la madre biológica de Ela. ¿Cómo se supone que debo responder a eso?». Luego de vacilar por un segundo, Catalina preguntó:

—¿El... señor Fariña no le habló de esto antes?

Roxana pensó que esa pregunta fue extraña, pero no entendía por qué.

—Es un asunto personal del señor Fariña. No me atrevería a contárselo a nadie así que será mejor que espere a que se lo cuente él mismo. —Dicho eso, Catalina continuó trabajando dado que no se atrevió a seguir con el tema porque temía que se le escapara algo.

Cuando Roxana se dio cuenta de que Catalina evitaba el tema, dejó de insistir; sin embargo, la sospecha se mantuvo en su mente. Después de todo, había visto por sí misma lo obsesionado que estuvo Luciano con Abril todos esos años. De hecho, el hombre había llegado a decir que Abril era la única mujer digna de ser su esposa. «¿Entonces cómo fue que tuvo una hija con otra mujer? ¿Qué tipo de sentimientos tiene hacia Abril? ¿Será que sus sentimientos se están desvaneciendo después de seis años?». Por mucho que lo intentara, Roxana no podía encontrar una respuesta y, en su lugar, solo consiguió frustrarse más.

Después de bañar a Estela, Roxana la llevó a la cama e, incluso entonces, siguió preguntándose sobre el tema. Parecía que Estela podía ver que Roxana estaba pensando en algo ya que se enterró en sus brazos lentamente antes de mirarla preocupada con los ojos bien abiertos.

Cuando Roxana vio los ojos claros de la niña, se recompuso y la abrazó. Se sintió conmovida cuando rodeó con sus brazos su pequeño y suave cuerpo. Al mismo tiempo, se dio cuenta de que había dejado de lado la inquietante pregunta. La identidad de la madre biológica de Estela y la relación actual entre Luciano y Abril no tenían nada que ver con ella. Luciano y ella debían ser extraños que solo se relacionaban por Estela, eso era todo. Darle demasiadas vueltas al asunto solo la haría sentirse más frustrada aún.

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