Los Hijos del Jeque romance Capítulo 22

Emhre

Cada uno del equipo tiene su rol, se formulan estrategias para que nadie salga lastimado, hacemos el bien a la gente que no conocemos y tampoco queremos que nos conozcan.

Todos vestimos de negro, gorra y tu arma.

Yo, Esam y Nadia somos el comité principal de la Cumbre.

Pero mi hermanita sorprende a todos, la rubia de pelo largo realmente sabe lo que hace.

Ella pelea mejor que muchos hombres y me da pena el tipo que la tiene como esposa.

La misión esta vez es en una carretera muy transitada y la información es que las niñas y los niños están en camiones de carne, dentro de las cámaras frigoríficas, es la primera prueba para ver si realmente pueden manejar el trabajo.

Son tres camiones, difícilmente vienen todos en uno, o cambian de táctica, nunca es lo mismo dificultar nuestro trabajo.

La policía, buena pregunta.

Dice que es como secar hielo, algunas chicas se recuperan, pero una hora después hay tres camiones más con mujeres y a veces hombres, que caen en la historia del trabajo perfecto y solo se dan cuenta cuando están dentro del mismo camión que nosotros. esperando en este tiempo.

En ese momento no hay lucha, ni rencor ni enemistad.

Ya que cuando éramos jóvenes e inmaduros y empezamos en la Cumbre, y una de las niñas murió allí a nuestros pies mientras nos peleábamos por alguna tontería, nuestro trato es que cuando estamos aquí no hay diferencias y somos una hermandad ayudando otras personas, así de simple.

Los tres estamos sentados en el carro que hemos elegido para hoy, cada uno suspira largamente.

La espera cansa, la ansiedad late a mil en el pecho esperando que la adrenalina pase por cada pedacito del cuerpo y nos haga luchar por las personas que están ahí dentro de esos camiones.

- ¿Estamos en el camino correcto?

– dice Nadia aburrida.

- Solo les falta cambiar la ruta - le toca a Esam decir, el y yo tenemos un ojo morado por la pelea - A ver si no le jodes la vida a la chica - ni digas que las palabras son para mi - Ella ya tiene una vida de mierda en ese país de mierda que gobierna su padre de mierda.

- Lo sé - eso es justo lo que digo y lo peor de todo es que tienes razón.

Son ellos – Le toca a Nadia romper el silencio que se ha instalado en el coche – Ahora me toca a mí.

Los dos salimos del auto por la puerta del copiloto y mi hermana salió del auto dejando la puerta del conductor abierta, los hombres así aman a las mujeres solas en medio de la noche, son las víctimas perfectas.

Es perfecta en lo que hace, viste un mono de vinilo negro, le encanta ser el centro de atención, lleva el pelo rubio recogido en una cola de caballo, así que nuestros invitados bajan de la camioneta para ver a la rubia perdida en la carretera.

Arriesgaron mucho esta vez, ya que solo bajan dos hombres, ningún auto de escolta, solo ellos dos y eso es raro.

'Estás perdido, lindo', dice el tipo alto con la barba grande y musculosa.

- Ay me perdí, no me puedo ubicar, ¿me pueden ayudar?

- Claro muñequita que la ayudaremos - dice la más delgada, también alta y con varios tatuajes - Es una preciosidad, sacaría buen dinero, incluso podemos hacer una prueba de manejo antes, ¿qué les parece?

- ¿Qué?

Debe valer mucho dinero -mientras hablan, veremos si el envío que queremos es el mismo-, pero no estaría mal aprovecharlo.

Y luego uno de ellos se lanza hacia ella mientras intenta correr, con las botas de tacón alto y luego la agarra por la cintura y la levanta del suelo mientras ella juega a la víctima y finge estar perfectamente bien.

Los tres hacíamos artes marciales y defensa personal, desde muy pequeños, siempre con el tío Alex ayudándonos y enseñando, entrenando.

Y la que más se formó fue Nadia, el mundo para las mujeres es quizás un poco más duro que para los hombres y Nadia siempre necesitó ser más que nosotras para tener su lugar en el mundo.

Hoy en día es conocida como la abogada del desierto de hielo, nadie le hace frente salvo el idiota Cam, al cual ella ignora.

Ella está colgada en los brazos del hombre, y cuando el otro se acerca ella comienza el espectáculo, él intenta agarrarla pero ella le pone los pies en el cuello, y luego logra derribarlo y todavía suelta al otro hombre.

Quien la ataca, ella lo tira al suelo como un saco de papas, lo monta y le golpea la cabeza contra el suelo, luego se desmaya.

La otra avanza hacia ella quien se tira al suelo y las dos se pelean físicamente.

- ¿Te importa allí, hermanita?

dahra

En ningún momento de mi vida imaginé viajar y más conocer Brasil, un país tropical, no como el desierto de Cadul, estoy encantada con cada kilómetro que un auto se desliza por las tierras rojizas y el verde de los cañaverales se apodera a ambos lados de la carretera.

La tía de mi esposo, Sophie, habla sin parar en el camino, tal como dijeron.

Ah, de la Planta a la casa de la abuela Paula.

- ¿Cómo te las arreglaste para casarte con mi sobrino?

- Es un poco complicado.

- Complicado, ¿es eso lo que me vas a decir?

¿Mi sobrino estuvo aquí hace unos días y huyó del matrimonio como quien huye de la cruz y de la nada aparece casado?

No entiendo nada de esto y quisiera respuestas.

- Tranquila Sophie, pregúntale a Enhre que él puede responder mejor - le dice el tío Matt - Bueno, tengo hambre, y estoy muy feliz de estar aquí y poder comer las delicias de la abuela.

Entonces se detuvo con las preguntas dirigidas a mí, esta tía de Enhre preguntó tanto que terminó por confundirme, no supe qué decir, iba a decir tía me acosté con tu sobrino pensando que era el otro sobrino, y terminé teniendo que casarme con el hombre equivocado, al que no le gusta estar casado conmigo.

- Ay que linda es – la señora se me acerca y me abraza – Dios mio como mi chico se caso y no le dijo nada a nadie.

– Solo sonrío, no sé que decir – Vamos querida, debes estar agotada, odio viajar en avión.

- Ella ni se dio cuenta de mi presencia abuela - va hacia ti Matt y lo abraza, creo que se conocen desde hace años por las intimidades que tienen, para mi todo esto es muy nuevo y diferente, ya que en mi país nunca pude abrazar a nadie.

- Vamos, te haré una comida deliciosa mientras te duchas – es muy amable.

_ Helena viene para acá – les informa a todos luego de que entramos a la sala de la abuela.

- Dios ten piedad, porque cuando tu suegra viene aquí es porque la cosa no está bonita - dice el tío Matt sin pensar y todos se ríen.

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Los Hijos del Jeque