Los Hijos del Jeque romance Capítulo 25

dahra

Veinte días. Veinte días de turnarme con la familia de Emhre y esperar cada día que se despierte y esté bien y que sigamos con nuestras vidas. Sigue ahí, un poco más delgado, demacrado y en esa cama. Nadia su hermana llego hace unos dias y con ella traia unos papeles, yo estaba en mi habitacion cuando entro como un huracan y tiro las carpetas sobre la mesa, como siempre muy elegante un vestido rojo pegado a su cuerpo y su rubio cabello atado en una cola de caballo y para completar el zapato negro de tacón alto.

— Traje los papeles de la boda.

- ¿Documentos?

— Sí, tus documentos de validación de matrimonio, ¿o pensaste que solo ir allí para casarte con Elvis estaba bien? - Ella se rió y me sentí tonto - No pensé que fuera tan ingenuo.

— Mira, puede que no sepa cosas pero no quiero que te rías de mí, y si eso es todo lo que viniste a decir, puedes dejarme en paz, es mi turno de estar con Emhre y necesito un baño.

— Mira, ella también tiene boca y responde cuando quiere — y me miró de arriba abajo — Me dijo un punto chica, pero vamos al grano, estas son las validaciones de matrimonio — señala la carpeta — Esta copia es tuyo, y estos que necesito que firmes son para la adopción de la niña que Emhre insiste en querer - abre la carpeta - Firma aquí y haz una visa en cada hoja - Lo abrí y firmé - ¿No lo leerás? ?

“No es por la adopción de Bianca, no creo que Emhre vaya a hacer nada malo.

— Nunca – me tomó del brazo – Nunca firmes nada sin leerlo, entiendes, podrías estar firmando tu acta de defunción y no lo sabes, ahora sois familia, tenéis que tener cuidado y estar siempre atentos, entendidos – de verdad mi cuñada es muy fuerte, ya que se puso roja donde la sujetaba.

— Sí, entiendo Nadia.

- Genial, termina de firmar los documentos para poder entrar en la adopción, no creo que mi hermano esté en su sano juicio pero si quiere haré lo que quiera ya que solo soy el abogado que no debo ser entrometerse en la vida perfecta del caballero justo que no hace una mierda.

"¿Ya ha firmado Emhre?" Incluso tuve miedo de preguntar, porque parecía molesta.

- Sí, antes - pareció salir corriendo de allí en ese momento - Antes de su accidente, firmó - ella me miró - Ya terminaste - miró hoja por hoja, recogió las carpetas y se fue.

"Adiós a ti también", le dije después de que ella cerró la puerta.

Me preparé para quedarme con él, me duché, me puse ropa limpia y zapatos cómodos. Estaba disfrutando de la ropa que puedo usar aquí, no es que no me guste mi cultura, sino que puedo sentirme como una persona normal como las que vi en las revistas y en las redes sociales, cuando me lo permitieron. Hoy estoy usando jeans y una blusa negra con mangas abullonadas según el tío Matt, y hoy tengo tenis, parece tan simple para cualquier mujer tener tenis, pero para mí es nuevo.

Bajo las escaleras de la casa de la abuela Paula y voy a la cocina, tomo una manzana y salgo a comer a la casa de la tía Sophie donde está Emhre, su madre está adentro y abro la puerta lentamente y observo a la madre que mira apasionadamente al hijo. Si algún día Alá me permite ser madre, quiero ser como Helena, que lucha por sus hijos con uñas y dientes y siempre está ahí para ayudar.

- Helena – me mira – vine a quedarme con él para que descanses.

- Tú sabes que por mí me quedaría aquí día y noche hasta que él despierte - sus ojos se llenaron de lágrimas - Si Dios lo permitiera yo estaría en su lugar - Llora y solloza - Él es un pedazo de mí, un pedazo de mi mi corazon que se me sale del pecho y si tu esta pieza esta enferma mi corazon esta mucho mas enfermo por que me duele, me duele tanto verlo aqui el que siempre fue tan agitado y tan travieso nunca imagine ver a mi hijo así.

- También me duele, Emhre fue el error más hermoso de mi vida - sonrío torpemente - Nunca imaginé que me casaría con él, pero agradezco a Allah que lo puso en mi vida, y de verdad pido que se recupere lo antes posible. posible

- Yo también, a veces creo que me voy a morir de tristeza - me toma de las manos - Cuida a mi hijo que es un poco gilipollas pero cuídalo - me abrazó - Voy a tomar un ducharme y tratar de descansar un poco- se acerco le beso la mejilla y se fue dejándome ahi sola con el.

- Ahora solo somos nosotros dos mi esposo, anoche tuve otro sueño contigo – beso su rostro mientras acaricio su mano – Me gustó mucho el sueño, estuviste increíble como siempre y me gustaron mucho las cosas que me hiciste – Seguí contando – Hoy vino tu hermana a mi habitación, me mostró los papeles de matrimonio que fueron validados y ahora soy tu verdadera esposa – Acaricio su rostro – Y lo más importante es que ya he firmado el proceso de adopción para la pequeña Bianca, realmente quería que fueras conmigo para poder presentarme a ella, pero te estás tomando demasiado tiempo en tu siesta y decidí ir allí a conocerla, que te parece?

Claramente no obtuve respuesta, me gustaría mucho que despertara y dijera que me la iba a presentar, pero lamentablemente no fue así. Todavía estuve esperando mucho tiempo y nada. Cómo me gustaría que nuestras vidas fueran como en el cuento de hadas que todo sale bien, no es que haya visto muchos, pero mi hermana siempre logró que viéramos al menos un poco hasta que alguien se fijó en nosotros dos y nos volvimos a nuestra monótona vida.

Pude acceder a la biblioteca de la casa de la tía Sophie, y fue allí donde conocí a la prima de Emhre, la niña de cabello largo y negro, con hermosos ojos verdes, me miraba como un gato en la esquina de la habitación, con un vaso de whisky en la mano sentado en un sillón en la oscuridad de la noche.

–Oh, me asustaste– chillo cuando la veo.

- Asumo que eres la nueva esposa de Emhre – hizo girar el líquido ámbar en el vaso – la que fuera la prometida de Esam.

- Si, soy yo.

- Sí, claro que eres tú - sonrió burlonamente - El único extraño aquí en mi casa eres tú.

- Uhm, yo no ronco porque te pueden confundir fácilmente con uno de los cerdos de la abuela Paula – me río – Y no estoy bromeando cerdito.

- Quiero conocer el orfanato – me mira como si no supiera que decir – Quiero conocer a Bianca.

- Yo creo que...

- Quiero conocer a Bianca y si no me llevas me iré solo.

- Las mujeres de esta familia son cada vez más atrevidas.

Corrí a la ducha y me preparé hoy iba a conocer a la niña que le robó el corazón a mi esposo. El tío Matt me lleva allí en su camioneta, hoy mi turno para quedarme con Emhre es solo tarde en la noche para poder quedarme aquí con los niños por mucho tiempo. El lugar era muy grande, todo estaba bien organizado, las paredes estaban blancas con dibujos, las fotos de los niños estaban esparcidas por todas partes. Poco a poco voy conociendo cada rincón ya cada colaborador de allí, le pedí que no me identificara como esposa de Emhre, sino como visitante.

- Quiero conocerla.

- No creo que sea bueno crear expectativas en su cabecita, entiendes - tomó mi mano - Los niños aquí quieren un hogar, una familia y tratamos de que no se frustren cuando la familia no viene porque la familia no fue aprobada - mientras hablábamos una chica de cabello negro sacudió el dobladillo del vestido que llevaba puesto.

- Hola, sabía que vendrías.

- Hola mi hermosa - Me incliné para mirarla a los ojos - ¿Cómo lo supiste, tío Matt te lo dijo?

- No - pasó su mano por mi rostro - Eres la chica de mis sueños.

- ¿A qué te refieres con la chica Bianca de tus sueños?

- Sí, los bebés y el tío Emhre siempre están en mis sueños.

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