Los Hijos del Jeque romance Capítulo 34

Parte 2 - Esam El Hijo Correcto

natalia

Estoy aquí en el sitio por ahora, ayudando a Emhre con su recuperación y pensando en lo que voy a hacer con mi vida después de todo lo que he pasado con Esam.

Yo estaba en mi habitación y Dahra, que está recibiendo a su hermana aquí en casa, pidió hablar con ella en mi habitación, no entendí muy bien, pero las dejé a las dos allí.

Fui a la cocina y me hice un sándwich y me senté allí a tomar un refrigerio, después de un rato vi a un hombre extraño que bajó las escaleras y me escondí, no sabía quién era, entonces el hombre subió por la escaleras de nuevo y fui a ver adónde iba el hombre.

Caminó por los pasillos de la casa, abrió algunas puertas, miró y luego se fue, estaba buscando algo, cuando lo perseguí, me dieron un cuchillo en la cocina cuando lo perseguí, todos tenemos entrenamiento en caso de secuestro o algún tipo de pelea física, pero el hombre realmente era enorme y no tendría ninguna oportunidad con él, así que lo observé.

Entró en una de las habitaciones de invitados y esta vez no salió, y cerró la puerta.

Tuve mucho cuidado de no escucharme acercarme, primero escuché detrás de la puerta principal de la habitación pero no escuché nada, miré hacia el pasillo y vi unos pequeños espejos decorativos, luego abrí la puerta y coloqué el espejo. en una posición en la que podía mirar dentro de la habitación y ver si el hombre estaba en alguna parte, pero no podía verlo en ninguna parte.

Sobre la cama una maleta con ropa de mujer y diferente a la nuestra, la ropa del hombre estaba tirada en el piso, era la habitación de la hermana de Dahra y si el hombre estaba ahí en el baño con ella, ¿estaba siendo abusado por él?

Estaba preocupada por la niña, así que fui a la puerta del baño, la ducha estaba abierta, tenía un poco de dificultad para escuchar lo que decían y si la niña estaba siendo abusada.

Pero para mi sorpresa estaban teniendo sexo y ella no parecía correr ningún riesgo. La escuchaba gemir y la situación era extraña, porque hasta donde yo sé las mujeres de donde viene Dahra tienen que ser vírgenes para casarse, y su hermana por los gemidos no hay nada virgen.

Así que decidí buscar a Emhre y contarle lo que había visto.

Fui a la oficina y llamé a la puerta, luego vino una voz desde adentro diciendo que podía pasar.

Y luego entré, él estaba allí detrás del escritorio.

- Parece que mi prima está dispuesta a trabajar - sonrío burlonamente - Nunca te he visto trabajando.

- Ahora soy un hombre casado y voy a ser padre - aún no habíamos hablado de eso.

- Me alegré por ti - Me senté en el sillón frente a la mesa - ¿Y tú cómo llevas todo esto?

- Me asusté al principio Nathi, no lo puedo negar, la boda con Dahra fue todo tan loco, tan rápido y aún tenía tantas dudas si realmente estaba haciendo lo correcto con ella – bajó la cabeza – yo tenía otros planes.

- No siempre las cosas suceden como las planeamos, verdad – dijo – Y eso lo sé bien, también desearía que todo hubiera sido diferente – me refería a él.

Sabía que si no hubiera seguido mi corazón y en ese viaje en bote con Esam, todo habría sido diferente, no habría pasado por los momentos que pasé con Esam.

Todos pensamos que Emhre es el tipo equivocado, que es el hermano malo por no tomarse su trabajo demasiado en serio, pero es el tipo más cariñoso que conozco y Dahra fue la persona más afortunada del mundo por casarse con él.

- Lo sé querida, me da mucha pena que estés en esa silla.

- Menos mal que mi grandullón sigue funcionando muy bien.

- Emhre – estaba avergonzado – Pero vine aquí por otro asunto – cambié de tema – ¿Está tu cuñada, la hermana de Dahra, en la habitación de arriba?

- Sí.

- Ese hombre extraño que anda dando vueltas por la casa, ¿qué es él para ella?

¿Tienen algún compromiso?

- Me parece que su padre los comprometió y que a ella no le gusta mucho la idea e incluso le advirtió a Dahra que puede hacer algo contra nosotros y tomar el poder - suspiró - Estoy en alerta con este tipo.

- Entonces, Dahra me pidió que usara la habitación para hablar con su hermana, así que los dejé en mi habitación.

- Tendremos que poner a alguien para que lo vigile por la noche.

- Bajé aquí a la cocina para tomar un refrigerio y darles privacidad, terminé quedándome en la esquina donde nadie que bajara las escaleras no pudiera verme - Me siento en el borde del sillón - Y fue entonces cuando vi él bajando - hago gestos con mis manos - no me vio, tomé un cuchillo y fui tras él - hice el gesto con mi mano sosteniendo el cuchillo, me sentí como el muñeco chucky - no sabía si era un ladrón o alguien que quería hacer algún daño a nuestra familia, entonces fui tras él.

- ¿Estaba solo?

Ntahi sabe que eso es arriesgado, especialmente conmigo así.” Señaló la silla.

- Yo se como pasar a Emhre, déjame terminar de decirle - le fruncí el ceño - Lo seguí, pero no me vio, sabe que cuando quiero ser discreto lo soy, parecía buscar algo o alguien dentro de las habitaciones, y ese tipo abrió primero escuchó detrás de las puertas y luego las abrió y hasta que abrió la puerta de la habitación de invitados y entró allí.

- ¿En la habitación donde está la hermana de Dahra?

- Si por su cuenta – Hice un gesto de acuerdo – Emhre y tu no sabes?

- ¿Qué?

- Primero miré para ver si estaba en la habitación, y no estaba, luego entré a la habitación que estaba vacía.

- ¿Qué quieres decir con vacío?

¿No había entrado allí?

- Ve allá y disfrútalo por mí, puedes dejar que yo me ocupe aquí y estamos en varios hombres contra dos.

Y salí de la oficina y lo dejé allí, necesitaba ir a esta fiesta, le prometí a mamá que representaría a la planta.

Mi maleta ya estaba hecha, llamé a nuestro piloto y vi si estaba disponible para ir ahora.

Tardó una hora en decir que podíamos irnos, así que me fui a la pista de aterrizaje y de ahí me fui directo a la Ciudad Maravillosa.

Cuando llegamos a Río de Janeiro, preferí tomar un taxi que me llevara al hotel, ya había hecho reservas, tenemos un apartamento en Río de Janeiro, así que no puedo quedarme en un hotel, pero esta vez Decidió quedarse en el hotel porque habría una fiesta y se fue directo a la habitación.

A las 21:00 estaba lista, me maquillé y me peiné y mi vestido lo había hecho una estilista brasileña amiga de mi madre y realmente le quedaba perfecto a mi cuerpo.

En tono plateado, el escote en v, pegado al cuerpo y con una abertura en el costado que dejaba toda mi pierna al descubierto, lo que dejaba volar la imaginación de quienes miraban si alguna parte de mi cuerpo realmente aparecía al caminar.

Mi cabello largo y negro quedó suelto con ondas, y mi maquillaje no era demasiado pesado, pero era perfecto y en mis pies una sandalia plateada que contenía algunos diamantes, un regalo de mamá.

Bajé por el ascensor del hotel, e ingenuamente pensé que los periodistas solo estaban en la puerta que conducía a donde paraban los autos y las celebridades bajaban con glamour y se tomaban sus fotos para sus redes sociales y para aparecer en diarios y revistas, pero estaba profundamente equivocado.

Los flashes destellaban en mi dirección y vi que ir solo a una fiesta como esa no había sido una buena idea, pero una mano me agarró de la cintura y me condujo a través de los fotógrafos.

Cuando miré al dueño de las manos, me sorprendí, porque parecía que bajamos juntos del ascensor y que estábamos juntos.

- Diputado João Gilberto da Fonseca Militão.

- A tu disposición Pequeña Princesa de Azúcar.

Quienes nos veían tenían la impresión de que estábamos juntos y que nos habíamos unido, y las preguntas ´´ ¿Están saliendo?

- Hoy no vamos a contestar nada - me tomó de la cintura como si lo acompañara - Estamos aquí para disfrutar de la noche - y se fue arrastrándome con él.

- ¿Qué mierda es esto, diputado?

- Una mujer tan hermosa no debería jurar - la miré.

- No soy tu escolta.

- Ahora es, querida, estamos en todos los sitios de chismes en Brasil y tal vez en el mundo.

- Te mataré diputado.

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