Los Hijos del Jeque romance Capítulo 49

Esam

Despertar al lado de la mujer que amamos no tiene precio, siempre me pareció muy cliché a pesar de que amo mucho a Nathalia, pero tenerla aquí acostada a mi lado, durmiendo como un ángel, amo ser cliché, y si eso trae felicidad a los mortales Quiero que sea el mortal más feliz del mundo.

Nunca pensé que sería tan feliz.

Sonrío como un tonto, tomo mi teléfono y le pido al chef que prepare una bandeja con el desayuno, y así lo hace y me lleva a la puerta, lo tomo y le agradezco, llevo las delicias que preparó a una pequeña mesa, y Corro a la cama para despertarla.

- Buenos días mi sirena – Entierro mi rostro en su cabello – Despertemos, es pasado el mediodía.

Ella refunfuña voltea para el otro lado y quiere seguir durmiendo, pasamos una noche deliciosa regada con mucho sexo, sonrío porque mi chica es muy buena en lo que hace a pesar de que no tiene mucha experiencia.

Y pasa por mi mente enferma un pensamiento que pronto saco de mi mente, para llevarla al SEXO e.

- No.

Salgo de la habitación y la dejo allí durmiendo, no puedo consentir a Nathalia, porque quien entra al SEXO termina corrompido, y no quiero quitarle la ingenuidad, jamás.

Y definitivamente no la quiero allí.

Subo a la parte superior del bote y siento la brisa del mar golpeando mi rostro, y pienso en cómo me gustaría ser un hombre normal, que pudiera hacer lo que quisiera con mi vida.

Pero desafortunadamente, no puedo ser.

Mientras estoy perdida en mis pensamientos, en un momento de paz después de tantos años, suena mi celular y veo un mensaje, sacándome de la paz que encuentro.

Mía me envía una foto del hombre que buscábamos justo a tiempo, de la mafia rusa, que había interceptado un cargamento de armas que estábamos “ayudando” a los mexicanos.

Y como había unos cuantos miles de dólares en juego, necesitábamos recuperarlos o estaríamos en desventaja con los hombres, ya que se los llevarían de nuestras tierras.

Así que cogimos al chico de confianza de la mafia rusa, y lo metimos en nuestro sótano de SEXO, y de ahí el que entra solo sale si nos dice lo que queremos o sale cargado.

La foto aparece en la pantalla y ahí está el hombre ensangrentado y con la cara hinchada, parece desmayado.

Mensaje de Mía:

esam,

Es duro con la caída, y no quiere decir dónde está la carga, voy a seguir con el programa hasta que diga.

Si no habla voy con el plan B, ya vamos tras la sorpresa.

Desaparecido en combate.

Mensaje de Esam:

Desaparecido en combate

Me iré no sé cuánto tiempo, así que sigue con el plan.

Sabes que no podemos enfadarnos con los mexicanos.

Demostrar que nadie puede ingresar a nuestra área sin autorización.

Mostrar quiénes somos.

REY.

As mãos passam em meu peito e o corpo que esta atrás de mim se enrosca ao meu, eu sorrio e sinto a pele macia dela tocar as minhas costas, termino de enviar a mensagem para Mia para que siga com o plano e não quero que ela

vea.

- ¿Con quien estabas hablando?

- ella pregunta.

- Le estaba enviando un mensaje de texto a Mia para ver si SEXO estaba en orden - así que me giro para mirarla.

- Hmm – no le gustó mucho y su expresión cambió – ¿No era Mia la mujer que se acostó contigo?

¿Tiene alguna participación?

- ¿Mía y yo?

– sonrío – no tenemos nada mi sirena – la beso – ella es mi amiga y compañera, eso es todo, no tenemos nada – beso su cuello – la única mujer que quiero – muerdo mi oreja y susurro – eres tú – yo desciende al pecho, porque te amo.

- Yo también te amo.

- Entonces hazme el amor?

Ella sonríe avergonzada.

- Sí.

Y entonces ella saltó y enganchó sus piernas alrededor de mi cintura, y la llevé a la habitación, era temprano en la tarde y el sol estaba caliente, así que preferí tener comodidad y aire acondicionado por el calor.

- Vamos a nuestro nido de amor.

- Que cursi Esam, nido de amor - echa la cabeza hacia atrás y sonríe - Y otro nuestro nido de amor es de Emhre.

- Lo compraré solo para guardarlo como recuerdo de nuestra primera cita y nuestro amor.

- Qué tontería Esam, comprar un yate.

- Si no lo vende se lo robo.

Tienes todas las ideas, y hace una mueca cuando sonrío.

Nathalia estaba hermosa con un vestido largo de flores, un sombrero blanco para no quemarse con el sol, la perfección de una mujer y era mía.

- Nos vamos directamente a Nueva York desde aquí, necesito estar allí hasta el anochecer, tengo algunos problemas que resolver que son inevitables.

- ¿No vamos al hotel a buscar nuestras cosas?

- No, ya mandé a buscar nuestras cosas y de aquí vamos directo al aeropuerto - me miró - Y tú vas a mi departamento y yo voy a SEX.

- ¿No me informaron de su decisión?

-Hasta donde yo sé soy mayor de edad y puedo moverme perfectamente por mi cuenta – frunció el ceño – Y ahora voy al hotel a buscar mis cosas y ver a Emhre – comenzó a caminar por el muelle decidió que ella iría al hotel - necesito disculparme

con él.

- ¿Qué?

No irás al hotel, ya estamos tarde para tomar el avión o tendremos que cambiar el plan de vuelo – le expliqué con calma.

- Adiós Esam - y siguió caminando.

La arrojé sobre mi hombro y ella comenzó a retorcerse y abofetearme.

No tengo mucha paciencia con los tercos que me contradicen, le di una palmada en el trasero y ella empezó a maldecir y patear.

Pero no le di oportunidad de huir, la llevé al auto y la metí adentro, incluso trató de abrir la puerta pero le pedí al conductor que frenara para evitar un accidente.

- Quiero ir al hotel, Esam.

- Vas conmigo, eso ya está decidido, Nathalia – Tomé mi celular – Necesito leer algunos correos.

- Necesito hablar con Emhre, ¿y dónde pusiste mi bolso?

Estoy perdiendo la paciencia contigo.

- Tu bolso está donde debe estar – Ya estaba enojado con su insistencia, nadie me falta el respeto, yo soy el REY – Nathalia, por favor no pongas a prueba mi paciencia, calla.

- Me pagas Esam, no soy tu sirvienta solo para que lo sepas, no me mandoneas, entendido – gritó ella – No me mandoneas.

Después de la discusión, el viaje al aeropuerto se hizo en silencio, leí mis correos, pero me molestaba su silencio, sabía que esa hermosa cabecita iba a hacer algo, siempre lo hacía cuando éramos niños y no sería diferente ahora.

El auto se detuvo frente a mi avión, debimos estar en el aire durante diez minutos, y odio las demoras, bajé y ella se quedó en el auto, no iba a hacer una rabieta ahora.

Mi seguridad le abrió la puerta del auto y ella se quedó de pie, él fue a darme algunos datos mientras ella salía por la otra puerta y salía corriendo.

- Nathalia, vuelve que llegamos tarde mi amor, no tenemos tiempo para juegos - fue entonces cuando ella se dio la vuelta y me mostró el dedo medio y mi guardia de seguridad sonrió levemente y yo fruncí el ceño al saber que no estaba siendo gracioso.

Y ella se fue alejando más y más, así que hice algo que nunca antes había hecho en mi vida, correr detrás de una mujer.

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