Esam
Nathalia me vuelve tan loco, le doy un puñetazo a la pared después de salir de su habitación, no sé qué más hacer, cómo actuar, en un momento la quiero y sé que ella también me quiere, en otro momento creo que debería déjala vivir su vida en paz y no molestarte más.
Solo entré en su habitación porque pensé que ya había bajado a cenar.
Me quedé un rato en la oficina y al salir me fui a mi habitación, hablé con Mia y me arreglé y seguí adelante con mi plan de sacarle el pelo para el ADN y sacarme la duda de si realmente tenían algún vínculo, porque la apariencia entre los dos es increíble.
Cuando los miramos por separado, uno del otro, realmente no nos damos cuenta de cuánto son iguales, pero juntos, la similitud es increíble.
Y luego fui a despejar esa duda.
Encontré al tío Matt en el pasillo, parecía venir del salón de baile y ya estaba muy bien vestido, así que era la persona perfecta para preguntarle si Nathália ya estaba abajo con el diputado.
- Mi sobrino elegante está aquí - se acerca y me abraza.
- Hola tío Matt, ¿cómo estás?
Sabes que ya no tienes que abrazarte así, ¿verdad?
- Te he abrazado desde que no estaba ni en pañales, ahora llevas queriendo imponerme reglas chico, si te toca.
- ¿Están todos abajo ya?
– Empiezo a preguntar.
- Me imagino que sí - me toca el hombro y me duele y murmuro un ´´ay`` - ¿Quién quieres saber que está ahí abajo?
– levantó la mano – No contestes lo sé – se llevó la mano a la boca y se rió de mí – Una mujer de pelo negro se vio ahí abajo deambulando por la fiesta.
- ¿Y ese diputado estaba con ella?
- Déjame recordar aquí - se llevó la mano a la barbilla, el tío Matt pensó que yo seguía siendo el chico con el que jugaba - Es un chico guapo, con el pelo bien cortado y ojos marrones, que iba de traje, y tiene cuerpo de los Dioses – suspiró.
- Al tío Matt con esta tontería - rodé los ojos - Es este tipo de ahí - volteé la cara.
- Si ese es el que acabas de bajar con Sophie.
"Entonces está limpio para mí", susurré.
- Qué dijiste, mi amor, el tío no escuchó – se llevó la mano a la oreja – ¿Puedes decirlo otra vez?
- Y sonrió burlonamente.
- Para las bromas del tío Matt, me voy – señalé las escaleras – me voy a cenar bien, después de todo para eso estamos aquí.
- Y ahí voy a darme un golpe hermoso - cerró los ojos y echó la cabeza hacia atrás - Hermoso.
- Ahórrate los detalles, por favor - hice una mueca de disgusto - No quiero ni imaginarme eso.
- Adiós querida - se acercó a mí me dio un beso en la frente y caminó por el pasillo - Disfruta mi amor, el tío te ama - e hizo un corazón con sus manos.
- Yo también te amo – susurré, nadie necesitaba saber que yo amaba a alguien.
Esperé a que el tío Matt desapareciera por el pasillo y entrara a su habitación, como no había nadie allí, no tuve cuidado de no hacer ruido, ya que estaba solo.
Fui a buscar su cepillo, y ahí estaba en el tocador, fue todo muy fácil.
Ahora solo pide hacer el examen y en poco tiempo podremos saber si existe alguna relación entre ambos.
Pero yo, que pensaba que estaba solo, en realidad no lo estaba.
La morena de ojos verdes que tanto amo salió del baño vestida solo con una toalla y me preguntó qué estaba haciendo allí, me tomó por sorpresa e inventé la cosa más tonta que he dicho.
Pero cuando se le cayó la toalla, cuando trató de quitarme el cepillo de la mano, no pude resistirme y estaba tan seguro en el mundo que la necesito, que ella es mi norte.
Después de tenerla encima del tocador, me despidió y me acusó de que soy un asesino, traté de hablar y explicar, lo intenté sin éxito y me echaron de allí.
Fui a la oficina y le envié un mensaje de texto a Enzo para que consiguiera el cepillo, logré conseguir el cepillo sin que ella se diera cuenta cuando salía de la habitación.
Luego vino Enzo y dijo que mamá esperaba a todos los niños para cenar, yo estaba despeinado después del sexo caliente que había tenido con Nathalia en el dormitorio, pero fui a ver a mis hermanos.
Encontré a Nadia camino al comedor, se estaba escabullendo.
- Tratando de alejarme de la cena, hermanita - Besé su frente, la extrañaba - Si es así, volveré por donde vine, no tengo ni un poco de ganas de hacer lugar para este montón de invitados que Mamá...
- Suficiente Esam.
- ¿Cómo?
- No me voy a escapar, voy a solucionar un lío que has hecho, como de costumbre y tenía autorización de nuestra madre que espera al primogénito que solo hace tonterías - me cogió del brazo - Métete ahí y haz habitación para los invitados de tu hermano que está todo emocionado porque hoy logró dar un paso en su fisioterapia y lo felicito por sus dos hijos, que sé que aún no has hecho - el aire autoritario se fue y ella le dedicó una hermosa sonrisa - Haz tu parte, primogénito - Y me dejó ahí parado viéndola salir con un vestido negro pegado al cuerpo, esta hermana mía.
Aquí estaba el futuro de mi pareja.
Estaba un poco nerviosa, ella que nunca dejaba traslucir sus sentimientos.
Recuerdo mi primera noche con ella, la forma en que me mostró el club sin sonrisas ni ningún tipo de intimidad.
Y sigue así, pero hoy la conozco lo suficiente como para saber cuándo algo la mueve, como ahora.
Tal vez ella y también Nathalia obtengan alguna respuesta sobre su pasado.
- ¿Está nerviosa?
- Sabes que no sufro de nervios.
- Mia, ¿hace cuánto que somos amigas?
- Tal vez soy un poco, nunca supe nada de mí, sería interesante al menos...
- ¿Tienes una hermana?
– pregunté temerosa de la respuesta.
- Si, pero no voy a crear expectativas - recordé el orfanato y las personas que lo visitaban - yo era más humana, pero la vida me hizo no crear expectativas y sobrevivir en medio de la selva, he pasado mucho en esta vida.
- Lo sé, estaré aquí para ti siempre.
- Gracias REI – y luego se dirigió hacia la puerta – ¿Puedo traer esto aquí?
Señaló una botella de vodka.
- Es todo tuyo - abrió la puerta - Ah Mia, puedes dormir tranquila en mi habitación y yo me arreglo en cualquier lugar, habitación no falta en este palacio - una leve sonrisa apareció en su rostro y se fue me recosté en la silla y suspiró.
- REY, ¿estás cansado?
- ¿Qué haces todavía aquí, Enzo?
– Hice una bola de papel y se la tiré, pronto la llevaré al laboratorio.
- Buenas noches señor – ahora sí, solo.
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