natalia
Tener una nueva familia es como tener un nuevo espíritu para la vida, una hermana aunque sea muy callada y no sepa expresar bien sus sentimientos es maravilloso, ver venir a mi prima Lindiane con Esam y ver la felicidad de tía Fátima al verla hija que había pensado que nunca volvería a verla fue un momento, cómo puedo explicarlo.
Un momento familiar.
Mamá que lloró al ver el reencuentro dice que fueron las hormonas del embarazo, y todos estamos felices de que esté esperando un bebé que será muy bienvenido y será muy querido.
Esperé mucho este momento cuando era niño, pero todo en el universo tiene su momento adecuado para suceder.
El Diputado se fue esta mañana antes de que Esam regresara con mi prima, Dijo que soy una gran persona y que ya no me propondrá nada y que finalmente entendió que los dos no tenemos nada que hacer, me deseó lo mejor y Me pidió el número de teléfono de mi nueva hermana, lo cual no pude evitar porque no lo tengo, pero me entregó su tarjeta y me pidió que se la diera.
¿Pasó algo entre ellos?
- Mamá, estoy tan feliz de haber ayudado a Fátima.
- Yo también, hija mía - está acostada en su cama, porque necesita descansar - ¿Cómo están las cosas, no?
Es como dicen, lo que no está en su lugar, el universo y el destino lo hacen volver a su lugar, a veces tenemos que pasar por cosas malas, porque después de una tormenta siempre llega un hermoso día soleado.
- Y vivamos el día de sol - Me senté junto a mamá - Aunque la tormenta haya hecho algún daño, el día de sol viene a demostrarnos que siempre hay esperanza para reconstruir todo.
- Eso es, hija mía, si durante la tormenta se cae un árbol, planta otro o si hay un concierto, arréglalo.
- Eso fue una pista.
- Si te queda la gorra - se ríe de mí.
- Mamá, qué tonta.
- Todos tenemos cualidades, pero también tenemos defectos, hija y cuando amamos tenemos que vivir con ellos, ¿crees que no tengo que vivir con los defectos de tu padre todos los días?
– hace una mirada apasionada – Pero sus cualidades me hacen olvidar – hace un gesto con la mano – Un poco de sus defectos, pero como lo amo, lo acepto tal como es.
- Tiene defectos que no podemos olvidar mamá.
- Solo quiero verte feliz mi niña - tu acento francés es más fuerte - Sabes que te quiero mucho, quiero verte feliz.
Después de hablar con mi madre fui a conocer a Mia, quería acercarme a ella, después de todo éramos hermanas.
Pero ella estaba con Esam, como de costumbre.
Sé que ella trabaja con él, pero no tienen que estar juntos tanto tiempo, no puedo hablar con ella.
Voy a la oficina y ahí están.
- ¿Puedo hablar con Mia?
- Claro – se levanta – necesito hablar con mi padre y Nadia para volver a Nueva York en la mañana, los dejaré solos – y se va, de verdad.
- El Diputado dejó su tarjeta y te pidió que te comunicaras con él – se la di – Y vine a hablar contigo.
- ¿Sobre qué?
– responde secamente, y me avergüenzo y pienso que no querrá estar cerca de mí – Lo siento, Nathalia.
No estoy acostumbrada a tener amistades, y – buscó las palabras – siempre fui una niña sola en ese orfanato, y pasé cosas en la vida que me dejaron un poco – dejó de decir como si los recuerdos la hubieran invadido – me quedé helado.
- Entiendo, no sé qué hubiera sido de mí si mi padre no me hubiera encontrado en ese cañaveral – me sirvo un trago – Probablemente ni siquiera estaría aquí.
- Me pregunto qué nos pasó a los dos, a mí me entregaron en un orfanato y luego te tuvo a ti y te tiró – se pasa la mano por el pelo – Pero nos quedaron en diferentes estados y ciudades.
- ¿Podría ser una especie de vagabundo, y caminar por las ciudades?
- Estoy realmente intrigado, porque tengo recuerdos de una casa de campo, pero no hay nada concreto de que realmente tenga cierto recuerdo, incluso pensé que era algún sueño.
- El tío Alex fue a ver si puede encontrar alguna pista, estoy seguro de que puede - Me siento en la silla donde estaba Esam - Si es tu deseo, realmente nos quiero a los dos - Hago gestos - Que nos acerquemos, pero solo si quieres, claro.
- Mira Nathalia, como te dije siempre he estado sola – se muestra confundida y la miro con esperanza – Pero podemos intentarlo.
- Que tal si salimos a cenar – Me pongo eufórico – Salimos del palacio, para estar a gusto.
¿Que crees?
"Creo que es genial", responde ella sin mucho entusiasmo.
- Entonces vamos a Shariff, a disfrutar de la ciudad – Me levanto y me dirijo a la puerta – Voy a dejar todo listo para irnos – y salgo de la oficina.
Esam
- ¿Has hablado con Nathalia?
- Sí, acordamos salir esta noche.
- ¿Salir?
¿Para donde?
- Pregunto.
- Dijo que me va a mostrar a Shariff.
Ella intensificó sus movimientos encima de mí, la sujeté por la cintura y la empujé cada vez más, nuestros cuerpos chocaron y ella gimió, hasta que se soltó y yo, que no podía más, también me derramé en ella.
La llevé a la tienda donde nos habían preparado una cama para pasar la noche, y allí hicimos el amor una vez más hasta que nos rendimos al cansancio y ella se durmió pegada a mí.
Cuando me desperté, ella tenía unos papeles en la mano y sus ojos pasaron rápidamente, yo sabía de qué se trataba y respiré hondo, porque cuando pensé que nuestra relación estaba funcionando y la tendría, alguna idiotez tuve. hecho salió y ella se escapó de mí otra vez.
- ¿Qué pasa, Esam?
- Un contrato.
- ¿Y un contrato que esté firmado por usted y por mí?
- me mostró los papeles - ¿Qué diablos es Esam?
- Nuestro contrato de matrimonio - Respiré hondo.
- ¿Y cuándo firmé esto, Esam?
¿Falsificaste mi firma?
– me grita.
- Firmaste, ahí en el calabozo y accediste a traer de vuelta a la hija de Fátima.
- ¿Fuiste tú?
– comienza a llorar – Me hiciste firmar un contrato de matrimonio en un momento en que era frágil – Ella grita – ¿Me hiciste firmar esto a la fuerza para traer de vuelta a Lindiane?
¿Qué tan lejos has llegado?
– Se va a buscar la ropa – Me voy.
- ¿Leíste el contrato Nathalia?
– No sabía que más hacer – Si lo lees, sabrás que ahora eres mi esposa y que tendrás que acompañarme a donde yo quiera, y el contrato está bien atado, no sirve de nada queriendo salir de eso.
- Yo no firmé este Esam, estás loco.
- El contrato también dice que puedo llevar a Lindiane al club cuando quiera, no me dejarás.
- Esto es una idiotez, puse a la policía detrás de ella, simple.
- ¿Quieres pagar para verlo, Nathalia?
Pues no pagues por ver y no olvides que yo soy el REY y dueño del SEXO, y he hecho cosas peores, o se te olvidó – rompió los papeles – No crees que estaría Es una estupidez traer los originales, ¿verdad? no juegues conmigo- grito y salgo desnuda sintiéndome como una idiota, más ella cederá y se quedará conmigo.
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