nadia
Días actuales
Estoy en Nueva York, necesito resolver unos problemas con mis hermanos y estoy en el departamento de mis padres, aquí mirando por la ventana grande del dormitorio y viendo pasar los autos por las escaleras y la gente caminando en Central Park con una taza grande de café en sus manos para calentarme del frío de afuera.
Un recuerdo viene a la mente.
El día de la boda de Cam, fui allí y necesitaba demostrarme a mí misma que necesitaba cambiar, que de ahora en adelante sería una mujer diferente.
Tal vez el dolor de verlo con esa mujer me haría más fuerte.
Y entonces decidí ir, mi madre no estaba de acuerdo y tampoco mi hermano Emhre.
- ¿Por qué lastimar más a mi hermana?
- Porque necesito ver con mis ojos y sentir, necesito cambiar.
- Creo que solo te lastimarás más.
- No tienes que adivinar Emhre.
Y luego fuimos a la boda de Cam, no me senté al frente me quedé atrás viendo todo desde lejos junto con mi hermano Emhre.
Mi otro hermano Esam, por otro lado, fue el padrino de una chica al azar y él estaba allí al frente.
Todo estaba muy decorado, lleno de color y brillo, muchos invitados estaban allí para homenajear a los novios.
La boda se llevó a cabo en el jardín del palacio, se colocaron flores rosas, amarillas y azules en los arreglos que adornaban el lugar, se cubrió la alberca con vidrios y allí estaba el altar y los invitados estaban sentados en el césped en nuestras sillas esperando el novios, Cam entró primero con su madre que lucía hermosa con un vestido lila, rompiendo los protocolos reales que según nos confió Esam, la reina entraría sola y no con su tío Kalil, y para ella la boda debería haber sido en Galil donde la gente esperaba ver a la princesa, pero el novio quería una boda en Dulbaí o no se casaba.
Entró con su vestido dorado, luciendo igual que siempre.
Quien tiene superioridad sobre cualquiera sobre la faz de la tierra.
Y luego llegó la novia que lucía un extravagante vestido, blanco y muy escotado.
Su ramo tenía flores azules y blancas y hojas verdes, mostrando el color de su país.
El pelo negro recogido en un moño perfecto y el cuerpo esbelto la convierten en una de las novias más hermosas que he visto en mi vida.
Y su sonrisa era de envidia, especialmente cuando me vio.
No debería haber ido, pero tenía que hacerlo.
Era un nuevo ciclo en mi vida.
Quería que él fuera feliz y que el pequeño bebé fuera bendecido.
La reina se dirigió a la fiesta, brindando por la pareja y su discurso fue transmitido a sus súbditos de Galil.
Estaba en el baño de la fiesta cuando la novia entró hermosa y orgullosa, rebosante de felicidad.
- Me alegra que hayas venido a ver mi felicidad.
- No me lo perdería por nada - Me ajusté las gafas.
- ¿Viniste a ver si realmente se iba a casar?
¿O si se rindiera y se casara contigo?
- Vine a ver la felicidad de un amigo Daniele y me voy, espero de todo corazón que lo haga feliz.
- Lo hare yo y el bebe, sabes que me dio un bebecito?
- Sí, lo sé - Tomé un respiro profundo que necesitaba para salir de allí - Felicitaciones.
- Espero que lo dejes en paz ahora – No respondí, solo sal de ahí – Deja a nuestra familia en paz.
El avión me esperaba en la pista, y de ahí me fui para ir a la universidad y ser la mujer que quería ser, que me prometí ser.
Cuando mi madre salió de mi habitación ese día, me prometí a mí mismo que no me dejaría engañar por ningún otro hombre.
Cam siempre será mi primer amor, mi primer hombre.
Y el hombre que no era mío.
Hoy no me arrepiento de haber rehecho mis planes de vida y solo pude ganar siendo el mejor de la clase en la universidad y siendo el abogado que soy.
Si me hubiera quedado allí llorando por todo lo que pasé, por haber sido desechada y cambiada, no me habría convertido en la mujer que soy hoy.
Estoy en este mismo momento eufórico de conocer SEX, el club de mi hermano Esam, siempre me he ocupado de los negocios del club pero nunca puse un pie allí.
Después de que Esam y Nathalia se casaron las cosas se volvieron más familiares allí, si puedo decir que de un sex club, mi hermano hizo algunos cambios para que la reina del SEXO pudiese rondar por los pabellones del club y se muriera de celos.
Me acompañaba Fernanda, se moría por conocer el club, igual que yo.
- No me hagas tener pesadillas por la noche.
- Creo que les gustaría más la jaula de cristal – comenta Nathalia – Conociendo bien a la tía Helena.
- ¿Qué es una jaula de cristal?
- Me da curiosidad.
- No es asunto tuyo – todos se ríen – ¿Trajiste los papeles que necesitabas?
Viniste aquí a trabajar, no lo olvides.
- Esam – lo llamo y él mira – Vete a la mierda.
Le entrego sus papeles de matrimonio y el asunto legal de Mia y Nathi, confirmando que son hermanas, sus nuevos documentos y solucioné unos problemas con su tía, algo sobre una deuda que pagó Nathalia.
Le entrego a Emhre los papeles finales de adopción de Bianca y están encantados.
Me alegro de poder ayudarlos.
- Mira a toda la familia reunida aquí - Cam entra a la habitación y me apresuro a poner las cosas en mi maletín.
Habla con Esam y Emhre, Nathalia se me acerca y susurra que no sabía que él estaría allí esa noche, que apareció en el último momento y que vino por trabajo y que también es dueño del lugar.
Mi deseo es salir de ahí e irme.
Pero yo no voy.
- Quiero conocer la jaula de cristal – digo, y todos gritan que no – Quiero que me lleves ahí Nathalia.
- Será un placer amiga - mira a Dahra - Tenía muchas ganas de que te fueras, pero tengo miedo de que alguien te golpee en la barriga, la casa está llena hoy.
"Estaré empapándome aquí", dice Dahra.
'No irás allí', dice Cam mientras camino hacia la puerta del león.
- ¿Y quién me detendrá a ti?
– Miro de arriba abajo al que está de pie y me echo a reír – Y hermano este león es tan cursi – Salgo de la habitación y Nathalia viene detrás de mí.
- Me encantó tu respuesta.
- Él es un idiota.
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